Las voces que alertan sobre el fin del mundo no exageran, cada día hay especies nuevas al borde de la extinción debido a la explotación descontrolada de los recursos, además del cambio climático. Y, ahora mismo, entre las que más padecen la vorágine de las actividades humanas se encuentran los tiburones y las rayas.
Las malas noticias provienen de un reciente estudio de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), un organismo que publica su lista roja de las especies más amenazadas del planeta, y entre algunas de sus conclusiones está que más de un tercio de todas las especies de tiburones y rayas están en peligro de extinción. ¿La causa? Principalmente la sobreexplotación humana de los océanos. Actualmente, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, se capturan aproximadamente 800.000 toneladas de tiburones cada año, aunque la cifra real podría ser cuatro veces mayor según otros estudios.
Actualmente, todas las especies de tiburones y rayas ya están en peligro de desaparecer
Desde hace años la UICN viene alertando de la fragilidad de estas especies y señalando que su lamentable situación se incrementa año tras año. La principal razón es la falta de control por parte de las autoridades locales del usufructo de los recursos marinos. Por otra parte, un informe de la ONU ha publicado que la vida marina está llegando a límites catastróficos por la siguiente razón: la imparable acidificación de los océanos, un fenómeno causado por los desechos tóxicos vertidos en ellos y que está llevando hasta el extremo la supervivencia de los arrecifes de coral. De acuerdo con ese documento, pese a que los arrecifes sólo representan el 1% de la vida marina, el 25% de las especies depende de ellos. Ambos contextos son el resultado de que hoy el 32% de los tiburones y las rayas estén frente a la vulnerabilidad máxima y en riesgo de desaparecer.
Siguiendo la misma línea, la organización WWF sostiene que no sólo están amenazadas algunas especies de estos depredadores marinos sino que son todas ellas. También señala que el número de especies amenazadas se ha duplicado y las que están en peligro crítico se han triplicado. Y avisa con preocupación: “La crítica situación de estas especies ha encendido todas las alarmas. Estamos a punto de empezar a perder este antiguo grupo de criaturas, especie por especie, aquí y ahora. A partir de este momento, necesitamos una acción mucho más contundente por parte de los gobiernos para limitar la pesca y hacer que estos animales, indispensables para mantener el equilibrio de los ecosistemas marinos, se alejen del borde del abismo”.
Control y límites a la captura
La problemática nace de que los esfuerzos de los gobiernos regionales se están viendo rebasados por el descontrol que favorece a las embarcaciones procedentes de países que siguen capturando tiburones y rayas sin límite alguno. En pocas palabras, las medidas que van en dirección correcta hacia a la protección de las especies marinas no logran ponerse en marcha, pues aún no hay un control en el número de capturas, como tampoco existen sanciones efectivas correspondientes a esta sobreexplotación de los recursos marinos.
La vulnerabilidad de estas especies se ha triplicado durante la última década.
Otro dato duro incluido en el informe de la UICN es el siguiente: los tiburones y las rayas son el segundo grupo de vertebrados más amenazado del planeta. A este respecto, WWF también remarca que, desafortunadamente, los esfuerzos de los gobiernos siguen siendo insuficientes y “todos los países y organismos regionales de pesca que capturan tiburones deberían de intensificar y asumir su responsabilidad”.
En resumen, todo son llamadas de alerta para proteger a estas especies. Aún estamos a tiempo de evitar su desaparición.