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Rosa Parks, la mujer que comenzó su lucha por la igualdad racial en un autobús

¿Qué pasaría si un simple acto de rebeldía en un autobús pudiera desencadenar un movimiento revolucionario? Rosa Parks se convirtió en el símbolo de la resistencia contra la injusticia racial, iniciando un cambio que resonaría en todo el país. 


El 1 de diciembre de 1955, en la fría noche de Montgomery, Alabama, un acto aparentemente inofensivo en un autobús desencadenó una serie de eventos que cambiarían el curso de la historia estadounidense. Rosa Parks, una mujer de 42 años, desafiaba las normas segregacionistas con una valentía serena que, a primera vista, podría parecer insignificante. Sin embargo, su decisión de no ceder su asiento a un pasajero blanco encendió una chispa que iluminó el camino hacia la igualdad racial en Estados Unidos.

Parks se negó a levantarse de su asiento en la sección de «colores». Este simple acto cuestionó un sistema de opresión enraizado en la sociedad

En la década de 1950, el sur de Estados Unidos estaba profundamente marcado por la segregación racial. Las leyes Jim Crow dictaban que las personas negras y blancas debían mantener diferentes espacios en los lugares públicos, incluidos los autobuses. En Montgomery, estos vehículos estaban divididos en secciones: los asientos delanteros eran para blancos, y los traseros para los negros. Aunque el frente del autobús estaba lleno, Parks se negó a levantarse de su asiento en la sección de "colores". Este simple acto de resistencia no solo desafió la ley, sino que también cuestionó un sistema de opresión enraizado en la sociedad.

Una protesta pacífica de 381 días

El arresto de Parks por no ceder su asiento llevó a la comunidad negra de Montgomery a organizar el boicot de autobuses, una protesta pacífica que duró 381 días. Este boicot, dirigido por un joven y enérgico pastor llamado Martin Luther King Jr., no solo fue un acto de desobediencia civil sino también un poderoso símbolo de resistencia. La movilización de los residentes de Montgomery demostró que la desobediencia pacífica podía desmantelar las estructuras de discriminación racial, un concepto que se convertiría en un pilar del Movimiento por los Derechos Civiles.

Su valentía le valió el reconocimiento como un símbolo de la resistencia contra la injusticia racial

A pesar de enfrentarse a severas represalias, incluyendo la pérdida de su empleo y amenazas a su seguridad, Parks mantuvo su compromiso con la lucha por la igualdad. Su valentía le valió el reconocimiento no solo como una figura central en el Movimiento por los Derechos Civiles, sino también como un símbolo de la resistencia contra la injusticia racial. Rosa Parks no se detuvo con el boicot, pues se mudó a Detroit, donde continuó su activismo participando en protestas y trabajando con líderes de derechos civiles para avanzar en la causa.

Camino hacia la igualdad

Parks también fue una defensora incansable de la educación y el empoderamiento comunitario, trabajando en organizaciones que promovían la justicia social y los derechos humanos. Su legado continúa siendo una fuente de inspiración, recordándonos que el cambio social a menudo comienza con actos de valentía personal y colectiva. Hoy en día, el impacto de Rosa Parks se celebra no solo en Estados Unidos, sino en todo el mundo. Su contribución al Movimiento por los Derechos Civiles es una prueba palpable de que una sola acción, cuando se lleva a cabo con coraje y determinación, puede desafiar las injusticias más profundas y provocar un cambio significativo.

La historia de Rosa Parks nos recuerda que el camino hacia la igualdad no siempre es fácil ni rápido, pero que cada paso, por pequeño que parezca, puede ser un avance crucial hacia una sociedad más justa. Su vida es un testimonio del poder de la resistencia y la importancia de luchar por lo que es correcto, incluso cuando las probabilidades están en contra. Y es que la próxima vez que veamos un autobús, quizás pensemos en la valentía de esa mujer que, con su firmeza y determinación, ayudó a construir un camino hacia la igualdad y la justicia.

Claudio Barría: «Nuestro vínculo con el mar y su importancia en nuestras vidas es innegable»

El 70% de la superficie del planeta es mar. Un mar en el que, como explica Claudio Barría, «hay una diversidad que ni siquiera somos capaces de imaginar». Doctor en Ciencias del Mar, profesor de la UAB, miembro del grupo de expertos de la UICN y cofundador de Catsharks, Claudio Barría nos habla de la importancia de la biodiversidad marina. Es experto en tiburones y rayas y su investigación la ha desarrollado en diferentes lugares, como el Océano Pacífico, el Atlántico y el Mar Mediterráneo. 


¿Qué te motivó a especializarte en biología marina y, en particular, en tiburones y rayas?

Mi familia se dedica a la pesca y crecí en un ambiente marino. Siempre he sentido atracción hacia el mar y todo lo que habita en él. ¿Por qué no dedicarme a explorar lo que se encuentra en sus profundidades y trabajar para conservarlo? Mi fascinación por los tiburones y las rayas comenzó cuando, de niño, encontré un tiburón pequeño en el bote de pesca de mi familia, era una musola. Tenía las aperturas branquiales descubiertas, dientes diferentes y cuerpo alargado. En ese momento surgió mi amor por descubrir más sobre este grupo de peces tan particular. Posteriormente, ya en la universidad, me di cuenta de que los tiburones son animales bastante estigmatizados y sentí que alguien debía hacer algo para evitar que desaparecieran.

¿Qué proyectos de investigación científica estáis desarrollando actualmente en Catsharks?

Acabamos de obtener un proyecto nacional, financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y en colaboración con la Universidad de Oviedo, para investigar si se están comercializando especies en peligro de extinción y qué podemos hacer para reducir esta práctica. Vamos a identificar las especies presentes en el Mediterráneo y en el Atlántico a través de análisis de ADN y de visitas a las lonjas. También tenemos un proyecto para establecer protocolos básicos para mantener a los tiburones en cautiverio, con el objetivo de recuperar algunas poblaciones que están a punto de desaparecer. Además, participamos en el proyecto «Tiburones y Rayas», dentro de la iniciativa Observadores del Mar, que involucra a la ciudadanía en la identificación de lugares prioritarios para la conservación de tiburones y rayas en España. 

«Los tiburones son animales bastante estigmatizados y sentí que alguien debía hacer algo para evitar que desaparecieran»

Uno de vuestros últimos estudios aborda los niveles de concentración de metales pesados en tiburones, rayas y quimeras del Mediterráneo occidental. ¿Cuáles son los principales hallazgos de este estudio? 

Este estudio fue desarrollado por Pol Carrasco, socio de Catsharks, como parte de su trabajo de máster, que tuve el honor de dirigir. Es el análisis de metales pesados que ha abarcado la mayor cantidad de especies de tiburones, rayas y quimeras en todo el Mediterráneo: se analizaron 116 muestras de tejido muscular de 17 especies de condrictios del Mediterráneo occidental. Los tiburones mostraban mayores concentraciones de cadmio y cobre y las quimeras presentaban la mayor concentración de plomo. Dentro del grupo de condrictios, las rayas eran las que tenían menores concentraciones de metales pesados. A nivel de especies, el tiburón negrito (Etmopterus spinax) presentaba las concentraciones más elevadas de cadmio y cobre y la quimera (Chimaera monstrosa) tenía las mayores concentraciones de plomo. Ambas superaban los niveles permitidos por la UE, por lo que no se recomienda el consumo. Sin embargo, aún quedan especies por evaluar, muchas de ellas se consumen habitualmente. 

¿Qué importancia tienen los tiburones, rayas y quimeras para el equilibrio del medio marino? ¿Cuáles son las principales amenazas a las que se enfrentan actualmente?

Los tiburones y rayas son depredadores y cumplen un rol fundamental en la estructuración de las cadenas alimenticias marinas, influyendo en ellas desde arriba hacia abajo. Para explicarlo mejor, suelo utilizar el modelo del castillo de naipes, que representa nuestra red trófica marina. Si retiramos las cartas basales, el castillo se derrumba: es lo que ocurriría si hubiera alteraciones en el plancton. Si quitamos las cartas superiores, el castillo de naipes también puede colapsar y sería lo que ocurriría con la desaparición de tiburones y rayas. Este colapso podría ocurrir por la sobrepesca, el uso de artes de pesca poco amigables con el medio ambiente, la contaminación, la degradación de hábitats o el cambio climático.

¿Cómo está afectando el cambio climático y la sobrepesca a estas especies marinas?

Aunque es difícil evaluar la situación de las 1.200 especies de tiburones y rayas, casi la mitad están amenazadas o cerca de la amenaza de extinción. La sobrepesca ha reducido las poblaciones de tiburones en algunas zonas en más del 70% en los últimos 50 años, y otras especies están al borde de la extinción. Se estima que más de 100 millones de tiburones mueren cada año como resultado de la pesca dirigida y accidental en todo el mundo. El cambio climático está provocando un aumento del nivel del mar, olas de calor marinas, anomalías térmicas, acidificación del océano y cambios en las corrientes marinas. Estos cambios han afectado al metabolismo de algunos tiburones y sus crías y es probable que muchos tiburones se vean obligados a cambiar sus rutas migratorias o a desplazarse hacia aguas más profundas en busca de mejores condiciones para su supervivencia.

«Se estima que más de 100 millones de tiburones mueren cada año como resultado de la pesca dirigida y accidental en todo el mundo»

¿Qué podemos hacer la ciudadanía para no contribuir a la pesca de especies amenazadas?

El papel de la ciudadanía es fundamental. Una persona informada tiene el poder de decidir si quiere consumir especies en peligro de extinción o no. Se están dando pasos para aumentar la sensibilización y la información disponible sobre la situación de estas especies, lo que permitirá a la ciudadanía tomar decisiones más conscientes y responsables. Vamos en esa dirección, pero aún queda mucho por hacer.

¿Qué papel tiene la ciencia en la creación de políticas de conservación efectivas?

Desempeña un papel crucial, ya que permite a las administraciones implantar acciones de manejo adecuadas. Es fundamental que se trabaje de manera conjunta y continua en procesos que son cada vez más urgentes, como la adopción de medidas efectivas a través de un plan de acción nacional, integral y con recursos en el tiempo. Este plan debería incluir la recuperación de las poblaciones, la divulgación científica, la educación, el seguimiento de los planes de acción y la fiscalización, entre otras prioridades. 

¿Cómo se está abordando la conservación de los elasmobranquios en otras partes del mundo?

Por ejemplo, en Estados Unidos se realizan seguimientos detallados de la pesca recreativa; en Colombia, se prohíbe la pesca de tiburones y rayas; en Chile, se realizan pescas exploratorias de rayas para evaluar sus abundancias; y en Reino Unido o Maldivas, se promueven actividades de ecoturismo. En Suecia y Suiza, el etiquetado de productos pesqueros es mucho más riguroso. En lugares como Isla Cocos o Indonesia, se han establecido áreas protegidas donde las poblaciones de tiburones han comenzado a recuperarse tras una tendencia a la baja. Existen diversas medidas de gestión que pueden ser efectivas, pero es crucial que se adapten a las necesidades específicas de cada país.

¿Qué actividades turísticas, como el buceo o la pesca recreativa, tienen mayor impacto en los elasmobranquios? 

Con una buena regulación, el buceo no genera ningún impacto negativo en tiburones y rayas. En el caso de España, las actividades de observación contribuyen a la ciencia ciudadana y deberían potenciarse para promover el conocimiento de nuestra biodiversidad. En cambio, la pesca recreativa tiene un impacto sobre las especies capturadas y su ecosistema. Solo en Baleares existen más de 49.000 licencias de pesca recreativa, pero los datos de estas pescas no llegan a ningún repositorio público. Aunque existen pescadores responsables e informados, esta actividad debería estar mejor regulada. 

Como divulgador, ¿por qué crees que la ciudadanía debería interesarse por la biología marina y la protección de los océanos?

Aproximadamente la mitad de la población mundial vive en zonas costeras; nuestro vínculo con el mar y su importancia en nuestras vidas es innegable. Disfrutamos este privilegio casi todo el año, especialmente en primavera y verano. Además, del mar extraemos alimentos y generamos productos farmacéuticos. El mar regula las temperaturas de muchas ciudades y del planeta en general, ayuda a mitigar la erosión costera, actúa como un importante sumidero de carbono y nos ofrece beneficios turísticos, culturales, recreativos, estéticos y espirituales. El 70% de la superficie del planeta es mar y bajo esa superficie hay una diversidad que ni siquiera somos capaces de imaginar.

Así ayuda la legislación de la pesca de arrastre a proteger el medio marino

La pesca de arrastre, aunque efectiva, causa daños graves en los ecosistemas marinos. Para proteger estos hábitats, se han implementado regulaciones en todo el mundo, incluyendo España, que promueven una pesca más sostenible. Estas medidas buscan equilibrar la explotación de los recursos marinos con la conservación ambiental, inspiradas en la labor de pioneros como Anita Conti.


La pesca de arrastre es una técnica eficaz para capturar peces y mariscos, pero también es una de las más criticadas por su impacto devastador en el medio ambiente marino. Consiste en arrastrar una red pesada por el fondo del mar o a través de la columna de agua. Esto causa daños graves en hábitats como arrecifes de coral, praderas de pastos marinos y montes submarinos, ecosistemas esenciales para la biodiversidad marina al proporcionar refugio y zonas de reproducción para muchas especies. La pesca de arrastre puede destruir estos hábitats en poco tiempo, como se ha observado en los Montes Submarinos del Atlántico Norte, donde los corales de aguas profundas fueron arrasados en horas.

España, como miembro de la UE, ha adoptado estas regulaciones, estableciendo zonas protegidas y limitando la pesca de arrastre en áreas sensibles

Además de destruir hábitats, la pesca de arrastre es altamente no selectiva, ya que se capturan especies no deseadas. Es lo que se conoce como captura incidental o bycatch. Entre estas especies se incluyen tortugas, aves y mamíferos marinos, que a menudo son devueltos al mar muertos o heridos, lo que representa un desafío adicional para la conservación del medio marino.

Para mitigar estos daños, la gestión y la legislación sostenible han sido herramientas fundamentales. En 2016, la Unión Europea (UE) fue pionera en implementar el Reglamento de Protección de los Ecosistemas Marinos Vulnerables para prohibir la pesca de arrastre en profundidades mayores a 800 metros. En 2022, la UE reforzó estas políticas con un reglamento específico para el Mediterráneo Occidental, que buscaba reducir el esfuerzo pesquero en un 40% para 2025.

Conti dedicó su vida a documentar en libros y fotografías los impactos de la pesca industrial y abogó por prácticas sostenibles

España, como miembro de la UE, ha adoptado estas regulaciones, estableciendo zonas protegidas y limitando la pesca de arrastre en áreas sensibles. La Red Natura 2000 es un ejemplo de estos esfuerzos, abarcando áreas marinas donde la pesca de arrastre está restringida para preservar la biodiversidad. Además, proyectos como Indemares han trabajado en identificar y proteger otras áreas marinas ecológicamente importantes en aguas españolas.

A nivel global, otros países también han tomado medidas para restaurar ecosistemas dañados. Por ejemplo, en Nueva Zelanda, se ha trabajado en la restauración de la Bahía de Hawke, reintroduciendo ostras y creando arrecifes artificiales para recuperar la biodiversidad. Estos esfuerzos muestran que, aunque el daño es significativo, la recuperación es posible con medidas adecuadas.

La Confederación Española de Pesca (Cepesca) ha promovido prácticas más sostenibles en España, como el uso de dispositivos en las redes de arrastre para reducir la captura incidental. Además, Cepesca colabora con científicos para monitorear la salud de los ecosistemas marinos, apoyando un equilibrio entre la explotación y la conservación.

El legado de figuras como Anita Conti, pionera en la lucha por una pesca responsable, han sido fundamentales en este contexto. Conti dedicó su vida a documentar en libros y fotografías los impactos de la pesca industrial y abogó por prácticas sostenibles. Influyó en la conciencia pública y en la formulación de políticas que hoy ayudan a proteger los océanos.

En esta línea, la legislación sobre la pesca de arrastre es crucial para proteger los ecosistemas marinos. Estas regulaciones, junto con proyectos de restauración y la promoción de prácticas sostenibles, están ayudando a preservar la salud de los océanos y a asegurar que la explotación de los recursos marinos sea sostenible para las futuras generaciones.

Deporte y cuidado del medio ambiente, binomio emergente (y urgente)

En el pasado, muchos eventos deportivos impactaron negativamente en el medio ambiente, pero hoy diversas iniciativas muestran que el deporte puede ser una herramienta plenamente eficaz para reducir la huella de carbono y proteger el planeta.


En las últimas décadas, muchos de los grandes eventos deportivos han supuesto graves efectos negativos sobre el medio ambiente. Por ejemplo, el Mundial de fútbol de 2014, en Brasil, emitió más de 2,7 millones de toneladas de CO2. Asimismo, la huella de carbono de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y Río 2016 fue de alrededor de 3,5 millones de toneladas. Afortunadamente, esto no sucedió en Tokio 2020 porque se celebró sin espectadores, y no ocurrió este verano en París porque se han tomado cartas en el asunto: se redujo a la mitad la huella de CO2.

Dado que la crisis medioambiental es una preocupación global, se requieren acciones coordinadas (y urgentes) para abordar sus consecuencias, y en este contexto, el deporte quiere demostrar que puede ser una herramienta poderosa para generar un impacto positivo, además de redimirse de sus errores del pasado. De este modo, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU reconocen el papel del deporte en la lucha por la sostenibilidad ambiental, pues contribuyen a la consecución del ODS 13 («adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático») y el ODS 15 («conservar la vida de ecosistemas terrestres»).

Hoy más que nunca, las organizaciones deportivas tienen la capacidad de educar a su comunidad y promover valores de desarrollo sostenible, que incluyen el uso eficiente de energías renovables, la reducción de residuos, la minimización del ruido, el fomento de productos ecológicos, la preservación del patrimonio cultural y la lucha contra la violencia deportiva.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU reconocen el papel del deporte en la lucha por la sostenibilidad ambiental, y contribuyen a la consecución del ODS 13 y el ODS 15

A nivel internacional, hay numerosas iniciativas que conciencian sobre el uso respetuoso del medio natural. Entre ellas, Earth Hour Run es una carrera organizada por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), cuyo objetivo es sensibilizar sobre la importancia de la conservación del medio ambiente. En este evento anual, los participantes salen a correr durante la Hora del Planeta, que es un apagón eléctrico voluntario.

Otro caso es el de PADI Aware, un movimiento de la Asociación Profesional de Instructores de Buceo (PADI) centrado en la conservación marina. La iniciativa incluye programas como Dive Against Debris, que moviliza a los buceadores y entusiastas del mar para recoger residuos bajo el agua.

Indudablemente, el abandono de residuos en entornos naturales es un problema que afecta gravemente a la conservación del medio ambiente, y en España también hay iniciativas que luchan contra ello. El proyecto LIBERA, de Ecoembes y SEO/BirdLife, en colaboración con la Asociación del Deporte Español (ADESP), trabaja para mantener los espacios naturales libres de residuos y sensibilizar a la ciudadanía sobre su impacto negativo. En su cometido, esta iniciativa forma a deportistas amateurs como «ecovoluntarios» para concienciar sobre el problema de la basuraleza en eventos deportivos. También quiere crear «ecoembajadores», deportistas de élite que difunden las acciones del proyecto a través de sus redes sociales.

Proyectos nacionales e internacionales, como Earth Hour Run, PADI Aware, LIBERA o Plogging Tour ilustran cómo practicar un deporte es compatible con la defensa del medio ambiente.

Por otro lado, el Plogging Tour España es otra iniciativa que combina el deporte con la acción medioambiental. El plogging es un concepto que combina jogging (correr) y plocka upp (recoger), y se refiere a la práctica de recoger basura mientras se corre. En muchas ciudades españolas se organizan eventos en los que los participantes se dedican a correr o caminar mientras recogen residuos del entorno. Estos eventos promueven tanto la actividad física como la limpieza de espacios naturales y urbanos.

En conclusión, durante los últimos años han surgido iniciativas que incorporan criterios ambientales en la gestión deportiva y organización de eventos, una demostración de que el deporte puede contribuir a la protección medioambiental. Ahora bien, si el objetivo es que el deporte no sea el estandarte de huellas de carbono de 3,5 millones de toneladas, se requiere el esfuerzo colectivo de todas las partes interesadas, gobiernos y ciudadanos, para adoptar prácticas respetuosas con el planeta y crear un futuro prometedor.

«La educación es un derecho inalienable»

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Pilar Orenes es directora general de Educo, organización de cooperación al desarrollo con enfoque en la educación y acción humanitaria con presencia en 18 países de América, África, y Asia. Gracias a sus más de 200 proyectos de acción humanitaria han logrado llegar a más de un millón de niños, niñas y adolescentes para garantizar una educación ininterrumpida, hasta en las situaciones más desafiantes.


¿Por qué Educo?

La educación es una de las principales maneras de reducir las desigualdades sociales y erradicar la pobreza, por eso trabajamos por los derechos y el bienestar de la infancia. Trabajamos en 18 países y en cada uno aplicamos estrategias acotadas al contexto de ese lugar. Si bien las intervenciones pueden ser diferentes, el hilo conductor siempre es el mismo: una educación de calidad garantizada como derecho humano para todos los niños y niñas, independientemente del contexto. 

¿Qué tipo de estrategias implementáis?

Trabajamos con las instituciones educativas de cada país, con las escuelas públicas y con el profesorado para reforzar la estrategia educativa del país y asegurar el acceso a la escuela. También lo hacemos cerca de los padres de familia, ya que los entornos protectores son una prioridad. Lo cierto es que cada país nos ofrece contextos diferentes, pero en todos procuramos asegurar una educación de calidad, y espacios en los que el niño y la niña pueda participar y expresar sus opiniones.

«Estamos en una sociedad adultocéntrica que está diseñada sin tener en cuenta un porcentaje muy alto de la población que son los niños»

Desde Guatemala a Burkina Faso… ¿Cuáles son los principales retos a los que os enfrentáis?

Hay que señalar que cuando hablamos del derecho a la educación, este no solamente es habilitador de otros derechos, sino que es un derecho inalienable, que no se pierde y que no se puede dejar de dar estés donde estés. Entonces, cuando hablamos de países en la región del Sahel, en África, estamos hablando principalmente de contextos de emergencia. Se trata de situaciones en las que las familias deben desplazarse por seguridad o a consecuencia del cambio climático. Ahí los niños no siempre tienen una escuela fija, sino que deben adaptarse. 

En el caso de Centroamérica, por ejemplo, trabajamos en el área del Corredor Seco, donde también hay desplazamientos por hambruna; o Bangladesh, donde las olas de calor hacen que se cierren las escuelas. Por eso nuestra seña de identidad es asegurar que la educación se mantenga en todos los contextos. 

Siguiendo esa línea, ¿qué tipo de innovaciones educativas realizáis para este tipo de contextos?

En la educación las metodologías son claves. Innovar es aplicar metodologías en las que el niño y la niña y sus necesidades están en el centro, gracias a que son activamente escuchados y son ellos mismos quienes influyen en su currícula. En España, por ejemplo, uno de los proyectos que hemos realizado sobre comedores escolares fue hablando con ellos sobre cómo sería su comedor ideal. 

Estamos en una sociedad adultocéntrica que está diseñada sin tener en cuenta un porcentaje muy alto de la población que son los niños. Por eso es importante entender qué están diciendo y cómo lo están diciendo, ya que no van a usar ni las mismas palabras ni los mismos razonamientos que un adulto. Nosotros adaptamos nuestra manera de trabajar a su manera de comunicarse y esto es algo muy innovador.

Lleváis 30 años trabajando, ¿qué sabéis ahora que no sabíais entonces?

El sector general de la cooperación y la acción humanitaria en 30 años ha evolucionado muchísimo. Hemos aprendido la importancia de asegurar que los cambios que promueves sean sostenibles en el tiempo, una vez que ya no estemos ahí. Es importante no estar continuamente poniendo parches, sino tener una mirada a largo plazo. Y eso se consigue cuando hay cambios en las prácticas, pero también en los sistemas, y los valores. Por ejemplo, si pones un pozo, cambias la vida de la gente porque tienen agua, pero ¿cómo desarrollas una política pública alrededor de una correcta gestión del recurso? 

​​En estos 30 años hemos aprendido que tenemos que hacer análisis, investigaciones, trabajar con datos y hacer incidencia política. Es fundamental reunirnos con los gobiernos locales, autonómicos y estatales y convencer a la ciudadanía, ya que a los políticos les interesa lo que le interesa a la ciudadanía. Es por eso que las ONG hacemos campañas. Hemos aprendido que tenemos que unirnos y que, por muy grande que sea una ONG, no va a poder cambiar nada si no trabaja con otros actores.

«La educación es una herramienta para frenar el matrimonio infantil»

En el caso de países como Nicaragua, donde se han ilegalizado cerca de 3.600 ONG, ¿de qué manera impacta una buena o mala calidad democrática en los derechos de las infancias y en la labor de una organización como Educo?

Nosotros realizamos un análisis de la situación de cada país y nos preguntamos cuál es el valor agregado que, dentro de ese contexto, Educo puede aportar. Es ahí donde cambian también nuestras intervenciones. Hay países donde nuestras estrategias tienen que ser más operativas, enfocadas en un trabajo de primera línea, entonces estamos presentes en las escuelas. Hay otros países en los que trabajamos en incidencia pública, y otros donde vemos más posibilidades de cambio a través de la influencia.

Según Naciones Unidas, el 40% de los países no han logrado la paridad de género en la educación primaria. ¿Cómo se puede implementar una perspectiva de género en la educación para poder cumplir con el ODS 4?

Desgraciadamente todavía estamos lejos de alcanzar esa paridad y todas nuestras estrategias deben llevar un enfoque de género. En países con altas tasas de matrimonio infantil, la educación se ve totalmente interrumpida, pero a su vez, la educación es una herramienta para frenar esos matrimonios. Una de las cuestiones que sucedió durante el covid-19 fue el cierre de las escuelas y esto disparó las cifras de matrimonio y trabajo infantil, ya que hubo niñas que nunca volvieron a escolarizarse tras la pandemia.

¿El cambio climático es una cuestión de género?

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Según la Organización de Naciones Unidas, el 80% de las personas desplazadas por desastres relacionados con el clima son mujeres, quienes también enfrentan mayores riesgos y cargas debido al cambio climático. Adoptar una perspectiva de género puede transformar a las mujeres de víctimas a agentes de cambio, acelerando una transición no solo verde, sino también socialmente justa.


El cambio climático es una amenaza global, aunque no afecta a todos por igual: exacerba desigualdades estructurales preexistentes y afecta desproporcionadamente a los grupos más vulnerables. Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), las mujeres, junto con los niños, tienen 14 veces más probabilidades de morir que los hombres cuando se dan desastres climáticos extremos. De las 230.000 personas que murieron en el tsunami del Océano Índico en 2004, el 70% eran mujeres. Además, la violencia de genero se agrava en el contexto del cambio climático, y la vulnerabilidad en aspectos de salud y seguridad impide a muchas mujeres escapar de situaciones adversas. El UNFPA descubrió que, por ejemplo, la trata sexual se disparó después de que ciclones y tifones azotaran la región de Asia y el Pacífico, y que la violencia de pareja aumentó durante la sequía en África oriental.

Las mujeres no solo sufren mayores riesgos, sino también más cargas para hacer frente a las consecuencias del cambio climático. Una de ellas, procede de los roles tradicionales que desempeñan, como la recolección de agua y alimentos. En el Sur Global desempeñan el 60% del trabajo agrícola, produciendo el 80% de los alimentos

Las mujeres trabajan en las tierras más pequeñas, menos productivas, sin ser propietarias de ellas y sin acceso a recursos esenciales para la agricultura

No obstante, las mujeres trabajan en las tierras más pequeñas y menos productivas, sin ser propietarias y sin acceso a recursos esenciales para la agricultura. Además, encargadas de ir a por agua en el 80% de los hogares donde hace falta, se enfrentan a los efectos de su escasez, con un 30% más de trabajo, caminando cada vez más lejos. Por otro lado, en situaciones desesperadas, pueden llegar a recurrir a la prostitución, para sobrevivir. Este círculo vicioso de exigencias contrapuestas y falta de acceso a recursos perpetúa su vulnerabilidad e impide el acceso a oportunidades que podrían mejorar su situación.

La adaptación al cambio climático requiere más que tecnología y medidas verdes. Las mujeres desempeñan roles cruciales en sus comunidades, como cuidadoras, gestionan recursos naturales y aseguran la supervivencia de sus familias frente a las adversidades. Como expertas productoras de alimentos poseen un conocimiento valioso que puede enriquecer las estrategias de adaptación y mitigación del cambio climático. Sin embargo, su conocimiento y experiencia suelen ser ignorados en las políticas y estrategias climáticas: solo 55 países tienen medidas específicas de adaptación que hacen referencia a la igualdad de género y únicamente 23 países reconocen a las mujeres como agentes de cambio para acelerar el progreso en los compromisos climáticos.

Tal y como declaró Nisreen Elsaim, presidenta del UN Secretary General’s Youth Advisory Group on Climate Change, se debe cambiar el discurso de «no dejar a nadie atrás» a «poner a las personas al frente». La participación femenina en el liderazgo climático y en la financiación es un agente de cambio crucial.

Enfocar la acción climática desde una perspectiva de género, lejos de limitar, amplía el alcance y la profundidad de las políticas climáticas

Tal y como remarca la organización She Changes Climate, las mujeres representan la mitad de la población mundial y, aun así, siguen estando infrarrepresentadas en las negociaciones dirigidas a combatir el cambio climático, enfrentándose a obstáculos como el techo de cristal o las barreras de financiación. De las 28 presidencias de la Conferencia de las Partes de Cambio Climático de la ONU (COP), solo 5 han sido mujeres, la participación femenina en delegaciones se ha mantenido alrededor 30% en los últimos 10 años, según WEDO, y el acceso a financiación climática se limita a un 1% de organizaciones lideradas por mujeres.

Enfocar la acción climática desde una perspectiva de género, lejos de limitar, amplía el alcance y la profundidad de las políticas climáticas.

Medidas como el sistema de cuotas o la copresidencia son a veces percibidas como inclusión artificial. Sin embargo, en el ámbito político, se ha demostrado que el liderazgo femenino está relacionado con medidas más efectivas contra el cambio climático

Por ejemplo, los países con mayorías parlamentarias de mujeres tienden a ratificar más tratados ambientales, crear áreas protegidas y adoptar políticas climáticas estrictas. La inclusión de mujeres en estos espacios no solo es justa, sino también estratégica para enfrentar el cambio climático de manera integral. Según la Guía Práctica: Igualdad de género e inclusión para una transición justa en la acción climática de la OMT, en 2021, por cada 100 hombres considerados como «talento verde» entre más de 800 millones de usuarios, solo había 62 mujeres. Mantener una posición neutral de género puede excluir a las mujeres de oportunidades económicas también en el futuro, en sectores emergentes, más estables y lucrativos, como la transición energética. 

Como el resto de formas de desigualdad social, el género y el cambio climático son cuestiones inseparables. Reconocer y abordar estas intersecciones, desde la evaluación de necesidades y el diseño de soluciones, hasta la medida de impacto, es fundamental para asegurar que las políticas climáticas beneficien a todos, especialmente a los más vulnerables. Al hacerlo, no solo se promueve la igualdad de género, sino que también se fortalece la capacidad global para enfrentar uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo, apostando por una acción climática verdaderamente efectiva y justa.

Florence Nightingale, la «dama de la lámpara» que sentó las bases de la enfermería

Florence Nightingale

Florence Nightingale, conocida como la «dama de la lámpara», es una figura icónica en el sector de la salud. Su vida y trabajo no solo transformaron la enfermería, sino que también sentaron las bases de la sanidad moderna, poniendo un énfasis vital en la higiene y el cuidado integral de los pacientes.


Nacida el 12 de mayo de 1820 en Florencia (Italia) en el seno de una familia acomodada británica, Florence Nightingale desafió las expectativas sociales de su época. En un tiempo donde se esperaba que las mujeres de su estatus se dedicaran a labores domésticas y sociales, encontró su vocación en la enfermería, una profesión poco valorada en la sociedad victoriana. Desde muy joven, Nightingale mostró un interés profundo por el bienestar de los demás. A pesar de la fuerte oposición de su familia, que consideraba la enfermería una ocupación inadecuada para una mujer de su clase, perseveró y estudió en el Instituto de Diaconisas Protestantes en Kaiserswerth (Alemania), continuando su formación en hospitales en Francia, donde adquirió conocimientos esenciales que más tarde aplicaría en su carrera.

Impulsó que todas las generaciones de enfermeras descubrieran el concepto de «cuidar de uno mismo, del entorno y al paciente»

La dama de la lámpara

El punto de inflexión en la vida de Florence Nightingale llegó con la Guerra de Crimea (1853-1856). Enviada a un hospital militar británico en Scutari (Turquía), Nightingale quedó horrorizada por las condiciones insalubres y caóticas que encontró. Las tasas de mortalidad eran alarmantemente altas, no solo por las heridas de guerra, sino también por las enfermedades infecciosas que proliferaban en un entorno de higiene deficiente. Con determinación y una visión clara, implementó una serie de reformas que transformaron radicalmente el hospital, realizando prácticas de limpieza estrictas, mejorando la ventilación y estableciendo un sistema de alimentación y ropa limpia para los pacientes. Su impacto fue inmediato consiguiendo que la tasa de mortalidad se redujera drásticamente. Fue durante este tiempo que recibió el apodo de «la dama de la lámpara», ya que se la veía haciendo rondas nocturnas con una lámpara para atender a los heridos, brindándoles no solo cuidados médicos, sino también consuelo y esperanza. 

En 1860, fundó la Escuela Nightingale de Enfermería en el Hospital St. Thomas, en Londres

La mejora de la sanidad

El trabajo de Florence Nightingale no terminó con la guerra. A su regreso a Inglaterra, se dedicó a la reforma de la sanidad pública y la profesionalización de la enfermería. En 1860, fundó la Escuela Nightingale de Enfermería en el Hospital St. Thomas, en Londres. Esta fue la primera escuela laica de enfermería en el mundo, y su enfoque en la formación rigurosa y ética profesional sentó las bases para la enfermería moderna. Tuvo un gran impulso en todas las generaciones de enfermeras para que descubrieran el concepto de «cuidar de uno mismo, del entorno y al paciente, a través de toda su obra. Nightingale también fue una pionera en el uso de la estadística para mejorar los cuidados de la salud ya que utilizó gráficos y datos para demostrar la efectividad de sus métodos, influenciando a políticos y líderes de salud pública a implementar sus recomendaciones.

La vida de Florence Nightingale es un testimonio de la fuerza del compromiso y la compasión y su legado perdura en cada hospital, en cada práctica de salud y en cada enfermera formada bajo los principios que ella estableció. Como pionera de la enfermería moderna, no solo salvó innumerables vidas, sino que también dignificó una profesión crucial, mostrando al mundo el poder transformador del cuidado y la dedicación. Su historia inspira a seguir luchando por la excelencia en la atención médica, recordándonos que un solo individuo, con pasión y determinación, puede cambiar el curso de la historia.

Energía verde e inteligente: la IA al servicio de las renovables

renovables

Aplicar la inteligencia artificial en el sector de la energía verde permite optimizar procesos, corregir problemas y explorar nuevas potencialidades. Así, las renovables multiplican su capacidad y, por ende, su valor.  


Son dos de las tendencias de moda: La inteligencia artificial está dominando la conversación en el ámbito tecnológico, con sus grandes capacidades de análisis en ingentes volúmenes de datos y la automatización de operaciones. Las renovables son casi un imperativo cuando se trata de energía, sobre todo en el actual contexto en el que se demandan alternativas limpias para reducir la dependencia de otras formas más contaminantes y finitas. Parecían predestinadas a encontrarse. 

¿Para qué se puede utilizar entonces la IA cuando se habla de la optimización del desarrollo en las renovables? La respuesta corta es: para casi todo y en todas las fases del proceso. 

Anticiparse a posibles picos de demanda permite redistribuir la energía para destinar más recursos allí donde sean necesarios

En una primera fase, por ejemplo, el análisis inteligente de datos meteorológicos permite estudiar las localizaciones idóneas para ubicar nuevas instalaciones. Una vez en funcionamiento, en la generación de suministro, al cruzar las previsiones del tiempo con los datos del propio parque, se puede conocer si van a producirse fenómenos adversos y predecir cuánta energía se va a generar. También mediante la monitorización en la red de transporte: Red Eléctrica ha implantado en varias líneas aéreas 750 sistemas DLR (Dynamic Line Rating). Estos constan de sensores y estaciones meteorológicas con tecnología IoT e inteligencia artificial, para predecir de forma precisa la capacidad de transporte de las líneas y optimizar su uso: se puede llegar a incrementar hasta un 30% su capacidad. 

También en las instalaciones, independientemente de su tipo, el empleo de analítica predictiva permite adelantarse a la hora de realizar tareas de mantenimiento, al calcular los límites de uso de cada dispositivo o estructura. Además, otra de las funcionalidades que está permitiendo la IA aplicada a las energías renovables es la creación de smart grids o redes de distribución inteligentes, en las que se realiza análisis en tiempo real. Esto posibilita conocer los patrones de uso de los consumidores finales, de tal modo que se pueden controlar posibles fraudes o facilitar una gestión personalizada del consumo eléctrico. Proyectos como el de Elewit, utilizan técnicas de análisis de datos para elaborar modelos de predicción de producción y demanda, mejorando así la cobertura: anticiparse a posibles picos de demanda permite redistribuir la energía de modo que se destinen más recursos allí donde sean necesarios. 

Entrenar un algoritmo de procesamiento del lenguaje natural emite el mismo CO2 que cinco vidas útiles de un coche

Tareas pendientes

Sin embargo, las ventajas en la aplicación de tecnologías inteligentes tienen una contra: su coste medioambiental. Entrenar un algoritmo de procesamiento del lenguaje natural emite el mismo CO2 que cinco vidas útiles de un coche. Asimismo, los centros de datos consumen ya más electricidad que la mayor parte de países del mundo, además de necesitar grandes cantidades de agua para refrescar las instalaciones. 

El sector tecnológico es consciente de este problema y está buscando vías para mitigarlo, como el desarrollo de software verde, que se preocupa tanto por el impacto final de la herramienta como por lo que consume. Se trata de una forma de utilizar la tecnología que, además, se alinea con los principios sobre los que operan las energías renovables.