Enviar un email es un acto sencillo y cotidiano del que solemos pensar que no tiene ningún tipo de consecuencias en materia ambiental. Sin embargo, un informe reciente apunta que la huella de carbono del envío de correos y el uso de servicios web representa alrededor del 3,7% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
¿Cuál es la huella de carbono de un correo electrónico?
