Volátil, incierto, complejo o ambiguo son palabras que describen a la perfección el futuro que nos espera tras la crisis del coronavirus. También a nivel empresarial. Estos cuatro adjetivos no nacen del azar, sino que corresponden al acrónimo inglés VUCA (por las siglas de las palabras en este idioma) y es un término empleado para referirse a un escenario que pone en jaque la rutina estratégica y profesional de las compañías, independientemente de su tamaño o naturaleza.
La extraordinaria situación vivida no solo ha puesto patas arriba el sistema económico y social, sino que ha dejado al descubierto numerosas brechas, entre ellas la tecnológica, tanto entre los alumnos que se han visto obligados a seguir con el curso escolar desde casa como entre los empleados de miles de empresas obligadas a poner a prueba o reforzar su estrategia digital de la noche a la mañana. El confinamiento preventivo, la aplicación del teletrabajo y una mayor presencia de los clientes en el espacio digital no ha dejado alternativa a las compañías: o entran de lleno al mundo del dato, o se quedan atrás.
El reto no es fácil. Las compañías de nuestro país no presumen todavía de ser unas de las más maduras digitalmente. De hecho, según concluía el informe sobre innovación digital de la consultora Minsait, antes de la pandemia más de la mitad de empresas carecía de programas para evolucionar hacia la Data Driven Organization (o DDO), a excepción del sector de las telecomunicaciones y la banca. Precisamente la Agenda 2030, en su ODS 9, hace un llamamiento a impulsar la digitalización para acelerar la economía circular y la eficiencia energética.
En este contexto, el escenario que nos deja el coronavirus exige una transformación digital compartida que mejore la tanto la experiencia del cliente como la gestión empresarial, por lo que ya han ido ganando terreno algunas propuestas tecnológicas que responden al famoso mantra repetido por el fundador de Apple, Steve Jobs, durante décadas: “Keep it simple” o, cuanto más simple, mejor.
Herramientas de colaboración
Dentro del entorno empresarial, una de las herramientas que más ha se ha utilizado en los últimos meses han sido las plataformas de colaboración. Estas permiten, no solo que los equipos y los clientes interactúen de manera sencilla y segura entre ellos, sino que facilitan el monitoreo de los procesos de trabajo mejorando así su eficacia. Enviar correos electrónicos, compartir archivos, realizar videoconferencias, editar presentaciones… la lista de las acciones que se pueden realizar a través de estas plataformas es larga, pero para garantizar que su uso mejora realmente el trabajo en equipo y la comunicación entre trabajadores, lo ideal es escoger -de entre las decenas que existen: Slack, Microsoft Teams, Trello…- aquella que más se ajuste a las necesidades de proyecto.
Firma digital
Los trámites burocráticos o administrativos requieren normalmente la presencia física de la persona implicada. Una misión casi imposible de cumplir durante el confinamiento, ya que mientras la rueda burocrática continuaba girando, la población ha tenido que quedarse recluida en sus hogares para protegerse (y proteger a los demás) del virus. Por este motivo, son muchas las empresas que ya han comenzado a implantar soluciones digitales que habiliten la firma electrónica y permitan agilizar la firma de documentos o certificados. Además de facilitar la gestión de algunos procesos durante los momentos más complicados de la pandemia, la firma electrónica presenta beneficios también a largo plazo: permite reducir tiempo y costes, así como gastos de oficina; reduce el impacto medioambiental de la impresión o envío de documentos de papel, y mejora inevitablemente la experiencia del usuario.
Datos en la nube
Otra de las respuestas digitales al coronavirus por parte de las empresas ha sido la apuesta por soluciones en la nube. De hecho, según la consultora Canalys, la inversión en servicios de infraestructura en la nube ha aumentado un 34% a nivel mundial durante el primer trimestre de 2020 por el teletrabajo. Son muchos los analistas que sostienen que ha sido gracias a la ubicuidad, la capacidad ilimitada y la seguridad que presenta la nube lo que ha permitido que el teletrabajo se haya desarrollado tan rápidamente en los últimos meses. Asimismo, ha dado lugar a una dinámica laboral mucho más flexible y productiva, ya que los empleados pueden encontrar, consolidar y compartir rápidamente y de manera sencilla datos e información.
…Y captación del talento a través de LinkedIn
La transformación digital de las empresas también pasa por los trabajadores. Con la pandemia, los procesos de selección han experimentado fuertes cambios estructurales en estos meses y, las entrevistas virtuales han crecido de forma exponencial. Sin embargo, el miedo a lo nuevo, a no poder transmitir todo lo que uno desearía o la inseguridad sobre cómo comportarse frente a una webcam puede acabar pasando una mala jugada a los candidatos. Por ello, la red social profesional LinkedIn ha lanzado la plataforma Preparación de Entrevistas para preparar a los futuros empleados de cara a los procesos de selección virtuales con ayuda de la Inteligencia Artificial (IA). La herramienta ofrece respuestas a las preguntas más frecuentes y consejos de expertos de recursos humanos y, en estos momentos, se está testando globalmente.