En la búsqueda de soluciones para combatir la emergencia climática, saber cómo emplear los recursos energéticos de manera eficiente se convierte en un punto de partida hacia un futuro neutro en carbono.
Decía el filósofo estadounidense Peter Singer que «hay una obligación moral muy fuerte de por qué debemos tomar medidas ante el cambio climático». Singer, una de las figuras claves del pensamiento utilitarista, ha manifestado en varias ocasiones que este es uno de los grandes desafíos del presente siglo. «Si no actuamos, estamos poniendo en peligro a todos los que están vivos ahora y también a las generaciones futuras», advierte. Y, pese a que el 85% de los españoles reconoce que el cambio climático es una realidad, la gran mayoría desconoce cuál es su papel —y su importancia— en esta carrera por encontrar una solución.
Conciencia energética: conocer para actuar
Hablamos de conciencia energética como la capacidad para comprender cuán importante es la gestión eficiente de los recursos energéticos. Un factor determinante si se tiene en cuenta que el suministro y consumo de energía representan actualmente el 75% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel europeo, o que un uso eficiente de la energía evitaría la emisión a la atmósfera de una tonelada de CO2 por cada hogar español.
El suministro y consumo de energía representan actualmente el 75% de las emisiones de gas de efecto invernadero
Pero no solo eso: las medidas de eficiencia energética —cuyo objetivo es el uso óptimo de los recursos energéticos en una actividad— permitirían ahorrar a las familias españolas un gran porcentaje de su factura de gas y electricidad. Algunas de estas soluciones pasan por la mejora de los sistemas de aislamiento, la instalación de luces de bajo consumo, los electrodomésticos más eficientes o la inversión en energías renovables, entre otros.
Así, una mayor sensibilización sobre la importancia de reducir el consumo energético —a nivel individual y colectivo— puede convertirse en un motor de desarrollo sostenible, además de una herramienta para ajustar el gasto.
Horizonte 2030
A día de hoy, la Unión Europea plantea una serie de objetivos medioambientales, energéticos y climáticos con el horizonte en 2030. Por ejemplo, reducir el consumo de energía en, al menos, un 11,7 % en comparación con las previsiones para 2030, o acelerar la adopción de energías renovables y lograr reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero en al menos un 55 % de aquí a 2030.
Cerca de 9 de cada 10 encuestados considera importante que la UE tome medidas para mejorar la eficiencia energética
Se trata de una serie de esfuerzos que, de manera casi obligada, deberán ir acompañados del respaldo de la población europea. El panorama es cada vez más optimista ya que, según el Eurobarómetro, «aproximadamente 9 de cada 10 encuestados considera importante que la UE tome medidas para mejorar la eficiencia energética», justificando en un 53% de los casos el gasto en las inversiones necesarias para lograr una transición ecológica.