Teresa López: “Recuperar la España vaciada no se hará realidad si a sus habitantes se nos trata como ciudadanos de segunda”

Cada 15 de octubre se celebra el Día Internacional de las Mujeres Rurales. Este año, Fademur organiza una jornada online bajo el título Las mujeres en la agricultura familiar: equidad de género y liderazgo con la participación de expertas, emprendedoras y representantes de distintas administraciones y empresas.

Entrevistamos a Teresa López, presidenta de Fademur, para desgranar los diferentes problemas que atañen a la España rural y al 50% de su población, como es el acceso femenino a órganos de gobernanza de la actividad agraria o la introducción de tecnologías y la digitalización para facilitar la incorporación de la mujer a la economía vinculada al campo.

¿Cuál es la situación de la mujer en el medio rural en este momento, y en concreto en las explotaciones agrícolas familiares, tema que centra este año vuestra jornada del Día Internacional de las Mujeres Rurales?

Este 15 de octubre se habla de las mujeres en el conjunto del territorio rural, pero prestando especial atención a la agricultura y ganadería. La mujer siempre ha trabajado en el sector primario, pero en demasiadas ocasiones de una manera invisible, sin considerar su trabajo como un empleo, sino tratándolo de ayuda familiar. Hemos avanzado en los últimos años, pero todavía falta muchísimo por hacer. Ahora estamos en un momento crítico y determinante por varios motivos. Estamos en el decenio de la agricultura familiar impulsado por Naciones Unidas, que tiene como objetivo que los países del mundo se animen a legislar y a promulgar políticas que protejan especialmente a las explotaciones familiares, que son las principales productoras de alimentos sanos, seguros y de calidad. Y en ese marco están las mujeres, que además son las que vertebran el territorio fijando población, creando paisaje, luchando contra los incendios forestales, protegiendo la biodiversidad… 

En las explotaciones familiares, hemos avanzado con la Ley de Titularidad Compartida, un avance legal pero no real: todavía hay desidia y falta de información. Por eso, aunque es un derecho, hay muchas mujeres que lo desconocen y no se está haciendo efectivo. La titularidad compartida reconoce los mismos derechos por el mismo trabajo en cuanto a la gestión de la explotación, lo que debería ayudar a identificar a esas explotaciones que son el núcleo duro de la estructura actual. 

¿De qué más aspectos se va a debatir durante la jornada?

Vamos a hablar del emprendimiento de las mujeres en la actividad económica del mundo rural, vinculada con la agricultura, con la transformación agroalimentaria y con otras oportunidades que surgen a través de la economía verde y circular. Además, vamos a tratar sobre cuál es nuestra situación en los órganos de decisión de las organizaciones donde se decide el futuro del mundo rural: organizaciones de productores, cooperativas, comunidades de regantes o grupos de desarrollo rural. La Ley de Igualdad supuso un impulso, cada vez estamos más representadas en los órganos intermedios, pero las dificultades para llegar a los órganos realmente representativos es la misma. 

“Las nuevas tecnologías podrían transformar el mundo rural de un día para otro”

Hablaremos también de las oportunidades que surgirán cuando la digitalización del territorio rural sea una realidad. Si algo hemos descubierto con esta pandemia es que las nuevas tecnologías podrían transformar el mundo rural de un día para otro: facilitan el teletrabajo y permiten potenciar alimentos de la máxima calidad fuera del ámbito comarcal para que el conjunto de la población pueda disfrutar de esos sabores que creíamos que dejaron de existir.

Pero para ello primero ha de llegar la conexión, cerrar la brecha digital.

Para el mundo rural es determinante. Hay muchísimos trámites relacionados con la Administración que solamente se pueden hacer a través de internet y con un certificado digital. Por ejemplo, nos encontramos con la paradoja de haya gestiones que solo se pueden realizar a través de internet, pero que haya muchos usuarios que no tienen acceso ni cobertura en sus domicilios. Se necesita una solución urgente: necesitamos que llegue esa comunicación y que lo haga, además, de una manera accesible. 

¿Qué puede aportar el mundo rural a la recuperación post-COVID?

Puede aportar todo. Durante esta pandemia ha seguido aportando todos esos alimentos sanos, seguros y de calidad. No se ha roto en ningún momento la cadena alimentaria y eso es algo que debemos tener en cuenta y reconsiderar. En esta transición ecológica de la que se está hablando, con los planes de reconstrucción que se están presentando, el mundo rural puede y debe de jugar un papel clave. La economía verde, circular o azul podrían servir para que los territorios rurales encuentren una fuente y una oportunidad económica para desarrollarse, generar riqueza y vertebrar. 

Por otro lado, otro de los objetivos prioritarios es avanzar en la cohesión territorial. La despoblación es grave: el 80% del territorio es rural, pero solamente el 20% de la población vive en él. Se trata de un desequilibrio demográfico que tendremos que corregir. Por tanto, tenemos que centrar los esfuerzos hacia la generación de oportunidades y facilitar que quienes ahora ya están en el mundo rural, se puedan quedar allí. Si algo están demostrando las mujeres rurales es que tienen muchísimas ganas, empeño, emprenden… y lo que necesitan es que deje de haber trabas a la hora de poner en marcha esos emprendimientos, que se facilite desde el punto de vista de las políticas públicas, y que se apoye el acceso a la financiación. Con todo eso conseguiríamos impulsar de verdad la actividad económica de estas zonas, además de todo lo que se pueda generar a raíz del impulso de las nuevas tecnologías que son determinantes para transformar el mundo rural.

Reducir la brecha digital, apoyar el emprendimiento local y la innovación social…  ¿qué más es necesario para repoblar la España vaciada?

Los servicios: nada de esto podrá hacerse realidad si a los habitantes del mundo rural se nos trata como ciudadanos de segunda. En demasiadas ocasiones se están utilizando protocolos obsoletos, porque se diseñaron en un momento en el que el perfil poblacional era totalmente distinto y, por lo tanto, tenemos que adaptarlos y tener en cuenta esas nuevas tecnologías. 

“Cuando los servicios públicos de cuidado no llegan, son las mujeres las que se ocupan de prestarlos en el seno de la familia”

No olvidemos que cuando los servicios públicos de cuidado, tanto de mayores como de menores, no llegan, son las mujeres las que se ocupan de prestarlos en el seno de la familia. Es una deuda y una triple jornada que está echando para atrás a muchas mujeres que deciden irse, porque buscan tener un desarrollo pleno personal y familiar, pero también profesional. 

¿Sale especialmente dañada la mujer rural de la COVID-19?

Las mujeres hemos sido las grandes afectadas por esta pandemia y en el mundo rural, con las peculiaridades que tiene, más. Cuando hablamos de mujer rural siempre decimos que hay una doble discriminación: por ser mujer y por vivir en un territorio con menos servicios. A lo mejor en una ciudad es más sencillo organizarse y facilitar que los niños pudieran seguir haciendo los deberes conectados de alguna manera con el colegio, utilizando nuevas tecnologías, con una cobertura adecuada… en el mundo rural ha sido mucho más complicado. Determinados servicios se han tenido que suplir de una manera más imaginativa y muchas veces han sido las madres las encargadas de poner en marcha esa creatividad y han acabado por diseñar sistemas más complejos: carteros rurales que llegaban con los deberes, o el alcalde o la alcaldesa. A esto hay que añadirle que hemos sufrido el cierre de los centros de salud de atención primaria: se han reorganizado los servicios comarcales, lo que provocó que las mujeres se vieran obligadas a hacerse cargo de los cuidados del día a día y de los transportes, con dificultades añadidas cuando convives con personas mayores. 

¿Qué mensaje le lanzas a las niñas, pero también a los niños, de nuestros pueblos?

El mundo rural tiene futuro: que piensen y que sueñen qué es lo que quieren hacer y en qué quieren ver convertido su propio pueblo. Durante demasiado tiempo se ha inculcado la idea de que para tener un futuro prometedor había que emigrar. Ahora, estamos convencidas de que el mañana de las próximas generaciones va a pasar por el mundo rural.

Alimentos Solidarios: alianza contra la COVID

En uno de los momentos más duros de la pandemia, Fademur y Red Eléctrica unieron sus esfuerzos para poner en marcha la iniciativa #Alimentos_Solidarios. Teresa López explica que este proyecto “nació para dar una respuesta inmediata a dos situaciones comprometidas: la de las explotaciones que proporcionan productos de la máxima calidad, pero cuyos canales de comercialización se habían visto interrumpidos, y la de los colectivos más vulnerables, aislados en pueblos muy pequeños en plena pandemia”. 

La iniciativa, de la que López hace un balance “extraordinario”, ha repartido 135.300 raciones de comida en 24 provincias de 13 comunidades autónomas con el apoyo de 71 organizaciones, desde ONG hasta hospitales o servicios sociales, y de 70 productoras locales o familiares. Así, se dio salida a un producto perecedero cuyo coste de mantenimiento era imposible de asumir para los agricultores y ganaderos, a la vez que se ayudó a personas en una situación complicada que podría haber sido crítica sin esta iniciativa.