A finales del siglo XIX, mientras gran parte de la sociedad dependía de la iluminación de gas, Charles F. Brush comenzó a experimentar con el viento como elemento clave para generar electricidad. Su visión y dedicación lo convirtieron en un referente y una inspiración para todos los profesionales de la industria de las energías renovables.
Brush puso de manifiesto su interés por la ciencia y la electricidad desde la infancia, al construir con solo doce años su primera máquina eléctrica con materiales que encontró en la granja de sus padres. Tras licenciarse como ingeniero, demostró su inquietud y valía mediante la creación de diversos inventos como la lámpara de arco o un generador eléctrico para alimentarla.
La energía eólica es una de las fuentes de energía renovable más limpias y sostenibles
Pero su carrera en la energía eólica comenzó en 1887, cuando construyó la primera turbina eólica a gran escala en Cleveland, Ohio. Una turbina de más de 17 metros de diámetro compuesta por 144 aspas de madera y conectada a un generador de corriente continua que era capaz de generar suficiente electricidad como para iluminar 350 hogares. Este invento se convirtió en una atracción popular para los visitantes de Cleveland.
A pesar de que la energía eólica se había utilizado en molinos de viento durante siglos, Brush veía un gran potencial como fuente de energía para generar electricidad a gran escala. La creación de esta primera turbina no solo fue un gran logro técnico, sino que abrió el camino para la revolución de las energías limpias.
Tras ver afectada su turbina por una tormenta, Brush construyó una nueva de 22 metros de diámetro capaz de generar 30 kilovatios de electricidad, que se convirtió en la turbina más grande del mundo en ese momento. Tal fue su capacidad que se utilizó para iluminar el alumbrado público de Cleveland durante la Exposición Mundial Colombina, un evento que marcó un hito en la historia de la energía eléctrica.
Con la fundación de “Brush Electric Company”, empresa que se dedicó al desarrollo de turbinas eólicas, Brush logró construir turbinas más grandes y eficientes, convirtiéndose en un ejemplo para proyectos donde el viento era el gran protagonista.
La labor de Brush fue fundamental para el desarrollo de la energía eólica, y su apuesta por la sostenibilidad e innovación sigue siendo una fuente de inspiración. Su visión y liderazgo nos recuerda la importancia de seguir explorando soluciones renovables y sostenibles para nuestro planeta.
Uno de cada 4 MW en servicio en España ya es eólico y en lo que va de 2023 esta fuente ha generado el 26% de la electricidad del país
En la actualidad, el viento es una fuente de energía renovable con un notable crecimiento. 1 de cada 4 MW en servicio en España ya es eólico. En 2022 esta tecnología supuso el 22% del mix de generación y en lo que va de año ya representa el 26%, según datos de Red Eléctrica. Una cifra que seguirá en aumento ya que para alcanzar el objetivo fijado para 2030 de que el 67% de la energía sea de origen renovable, España necesitará un parque de generación eólica de 50 GW.
Charles F. Brush fue un verdadero visionario cuya dedicación y perseverancia ayudaron a sentar las bases de la energía renovable del futuro. Su trabajo es especialmente relevante en la actualidad por la necesidad urgente de encontrar formas más sostenibles de generar energía. A medida que el mundo se enfrenta a los desafíos del cambio climático y la dependencia de los combustibles fósiles, la energía eólica, junto con otras renovables, se están convirtiendo en una solución cada vez más necesaria.