La arquitectura inclusiva se ha convertido en los últimos años en un gran apoyo en la defensa por una sociedad más igualitaria y respetuosa con determinados colectivos. Su razón de ser se encuentra en su compromiso por crear ciudades accesibles y habitables para todo el mundo, independientemente de sus capacidades, género o edad. Al considerar la diversidad de individuos a la hora de trazar sus diseños, es posible crear nuevas cartografías que no dejen fuera a nadie.
La arquitectura inclusiva se alza como la pieza imprescindible en el camino hacia una sociedad más conectada, equitativa y accesible para todo el mundo
Alrededor de 87 millones de personas en la UE tienen algún tipo de discapacidad y, sin embargo, hoy en día todavía pueden encontrarse infinitas muestras de arquitectura tradicional que no les garantizan libertad de movimiento y seguridad. Las barreras arquitectónicas, como la falta de rampas de acceso, baños amplios o señalizaciones claras, provocan que las personas con discapacidad vean limitado su disfrute de los espacios públicos, llevándolas así al aislamiento social. Frente a esta problemática, la arquitectura inclusiva plantea la configuración de un entorno favorable a sus necesidades que, como consiguiente, no solo incentivará su participación en la comunidad, sino que también favorecerá su autonomía.
La arquitectura inclusiva trabaja desde un enfoque integral, creando entornos flexibles y adaptativos que tienen en consideración las necesidades de todo tipo de individuos: personas con discapacidades físicas, como movilidad reducida, ceguera o sordera; personas mayores; familias con niños; mujeres embarazadas; entre muchos otros. Además, este tipo de arquitectura contempla las diferencias culturales existentes en una ciudad y los diferentes usos del espacio que hacen cada una de ellas.
Cómo construir una ciudad inclusiva
Una ciudad hecha por y para todos requiere de un diseño de carácter universal, de una localización adecuada para toda la población, independientemente de su ubicación geográfica, la implementación de medidas de seguridad inclusivas, y la integración de una tecnología que mejore la comunicación entre toda la ciudadanía. Por otro lado, es también imprescindible la participación de las comunidades en el proceso de diseño y construcción de la ciudad, ya que es la forma más eficaz para conocer sus necesidades en todo momento.
Algunas de las características comunes que podemos encontrar en todos los espacios creados desde una perspectiva inclusiva es que cuentan con complementos como rampas, barandas de apoyo o plataformas móviles; suelos antideslizantes y sin irregularidades para garantizar la seguridad durante los desplazamientos; incorporación de lenguajes inclusivos como el braille o el lenguaje de señas en el transporte público, así como el uso de colores llamativos como el amarillo y líneas rugosas para que las personas con discapacidad visual y auditiva puedan guiarse con plena independencia.
Luxemburgo, la ciudad más inclusiva de Europa en 2022
Desde 2010, la Comisión Europea celebra de forma anual el Access City Award (Premio a las Ciudades Accesibles) con el objetivo de “concienciar a la población sobre la situación de las personas con discapacidad y fomentar iniciativas de accesibilidad en ciudades europeas de más de 50.000 habitantes”, expresa la web oficial de la Unión Europea. Dentro de los criterios que se tienen en cuenta a la hora de valorar las propuestas, se encuentra el espacio público, el tipo de edificaciones, el transporte y sus infraestructuras, las tecnologías de información y comunicación, las instalaciones públicas y los servicios.
Alrededor de 87 millones de persones en la UE tienen algún tipo de discapacidad y, sin embargo, hoy en día todavía pueden encontrarse muestras de arquitectura tradicional que no les garantiza libertad de movimiento y seguridad
En 2022, durante la 12ª edición, fue seleccionada con el primer puesto la ciudad de Luxemburgo por sus soluciones innovadoras y la accesibilidad de sus espacios para las personas con discapacidad. Según indican en la web de la Comisión Europea, “la ciudad ha hecho de la accesibilidad una prioridad. Sigue un principio de «diseño para todos» […] Tiene autobuses de piso bajo equipados con rampas en toda la ciudad, así como anuncios visuales y de audio en autobuses y paradas de autobús. La ciudad consulta periódicamente a sus ciudadanos con discapacidad para velar porque sus medidas tengan el efecto deseado. Además, la ciudad de Luxemburgo facilita a todo el mundo información sobre las decisiones políticas al incluir en los principales plenos del ayuntamiento el lenguaje de signos y la transcripción accesible”. Entre el 24 y 25 de noviembre de 2023 se espera que se publique el nombre de la ciudad ganadora de la nueva edición.