Edadismo: cuando la edad importa negativamente

Aunque la palabra edadismo fue incorporada al Diccionario de la Lengua Española, por la Real Academia Española (RAE) el pasado 20 de diciembre de 2022, el término viene de lejos, y fue formulado por primera vez por Robert Neil Butler, gerontólogo y psiquiatra estadounidense a mediados de los años 60. Butler dedicó gran parte de su vida profesional al estudio del envejecimiento y acuñó el término “ageism” para referirse a los estereotipos y prejuicios alrededor de las personas mayores.

Alrededor de un año antes de que la RAE incorporase al diccionario la traducción española del término, un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) alertaba sobre la actitud discriminatoria hacia las personas de avanzada edad que ostenta la mitad de la población mundial.

La discriminación por razón de edad, especialmente de las personas mayores o ancianas, tiene graves consecuencias para el conjunto de la sociedad

En nuestro país, el edadismo se ha convertido en un problema que ha reclamado la atención del propio Ministerio de Sanidad. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en la actualidad, las personas mayores de 65 años en nuestro país superan los 20 millones, y las previsiones apuntan a que llegaremos a los 25 millones en solo 10 años. Por ello, la Dirección General de Salud Pública de dicho Ministerio ha elaborado varias infografías orientadas a la sensibilización ciudadana acerca de este tipo de discriminación y sus consecuencias, así como una serie de recomendaciones para combatirla.

Como apuntan desde el propio Ministerio, las consecuencias del edadismo van desde un aislamiento social y una inseguridad económica que merma la salud mental, hasta una menor calidad de vida que redunda en el aumento de muertes prematuras entre la población de mayor edad. El Informe Mundial sobre el Edadismo publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta de que las personas que sufren esta discriminación ven mermada su esperanza de vida en 7,5 años.

El material de sensibilización difundido por el Ministerio de Sanidad hace referencia también al aumento de la brecha digital que supone el edadismo. Según la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España (UDP), el 40,5% de las personas mayores nunca ha accedido a internet. Teniendo en cuenta la aceleración de la digitalización en que estamos inmersos, esto supone que algunas personas sean incapaces de realizar esa clase de gestiones cotidianas que solo se pueden hacer a través de canales digitales. El porcentaje, además, sube hasta el 60% en aquellas personas mayores cuya capacidad de gasto es insuficiente.

En nuestro país, a día de hoy, el edadismo supone un tipo de discriminación más generalizado que el sexismo o el racismo

Otra de las graves consecuencias del edadismo es la regulación del mercado laboral. El límite de edad en que una persona aún sigue considerándose activa para los empleadores se está reduciendo de manera significativa. Según se desprende del Mapa de Talento Senior 2021, elaborado por la Fundación Mapfre, el 85% de los currículums de personas mayores de 55 años son desechados automáticamente. De hecho, el paro a partir de dicha edad se ha triplicado desde 2008, situándose en un 12,75% en el momento de realización del informe. Tal como señala el propio Ministerio de Sanidad, este tipo de discriminación puede ser, a día de hoy, más generalizado incluso que el sexismo y el racismo.

Desde la Confederación Española de Organizaciones de Personas Mayores aplauden esta labor de sensibilización, pero reclaman la urgencia de acometer medidas legislativas concretas que logren paliar el edadismo. Para impulsar dichas medidas, la organización publicó el año pasado un Manifiesto que defiende el envejecimiento saludable en nuestro país. Entre las medidas reclamadas, se encuentra la de un Plan Nacional sobre Envejecimiento Saludable que incluya la reorganización de los recursos sanitarios y el desarrollo de más servicios de geriatría hospitalarios. Algo en lo que actualmente trabaja el Ministerio de Sanidad.

Una justa valoración de las personas mayores nos permitirá erradicar este tipo de discriminación, y nos ayudará a construir una sociedad más justa, inclusiva y cohesionada.