Cinco años caminando hacia el futuro

Hace algo más de un año, la película Campeones arrasaba en la gala de los premios Goya. Sus protagonistas subían al escenario a recoger sus galardones con unos coloridos pines circulares en las solapas. En Twitter, miles de personas preguntaban qué era aquello. ¿Una manera de reclamar la diversidad y la inclusión? En cierto modo, así era: se trataba de la insignia circular que representa la Agenda 2030, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) firmados en septiembre de 2015 en París. 

Esta semana se cumplen cinco años desde que los países miembro de las Naciones Unidas se adhirieron a ese gran pacto global para continuar la hoja de ruta ya trazada en los Objetivos de Desarrollo del Milenio: conseguir que en 2030 el planeta sea un lugar más próspero, más igualitario y más justo para todos sus habitantes. En su informe anual sobre los avances en el cumplimiento de los objetivos, este año Naciones Unidas destaca los progresos que se han logrado en algunos ámbitos como la salud maternoinfantil, el acceso a la energía eléctrica o el aumento de la representación de mujeres en los gobiernos. Del otro lado, los principales obstáculos se han encontrado en el incremento de la seguridad alimentaria y la desigualdad y el daño a los ecosistemas. 

2020, un año para reforzar los esfuerzos en sostenibilidad

Hace ahora un año, en septiembre de 2019, los firmantes de París solicitaron declarar un decenio de la acción para movilizar más recursos y mejorar la aplicación de las medidas a nivel nacional para cumplir los objetivos a tiempo sin dejar a nadie atrás. Entonces, ninguno de ellos imaginaba el futuro: 2020 marcaba el inicio de una década crucial para impulsar el ritmo y redoblar los esfuerzos. Sin embargo, tras la llegada de la pandemia, el último documento presentado por la ONU el pasado mes de julio reconoce que el coronavirus ha sido una lastre en los sistemas de salud, la economía y el acceso a la educación. António Guterres, secretario general del organismo, incide en que las poblaciones más vulnerables han sido de nuevo quienes más han sufrido el azote de la covid-19, y que el número de personas que padecerán hambre y pobreza extrema se medirá por millones. 

El secretario general de Naciones Unidas alerta de los nuevos riesgos que se suman a unos problemas ya existentes

«No voy a decirles que todo está bien. Necesitamos ser honestos», reconocía Guterres a los participantes del Foro Político de Alto Nivel que revisa los avances en el cumplimiento de la Agenda. En esa reunión, recriminaba a los gobernantes por «no tomarse en serio los Objetivos de Desarrollo Sostenible», por ejemplo en materia de solidaridad o cooperación internacional. Así, el secretario general alertaba de los nuevos riesgos que se suman a unos problemas que ya existían antes, como la pobreza, el cambio climático, la desigualdad de género y el déficit de financiamiento al desarrollo. 

Entre las conclusiones del informe, las más preocupantes son algunas de las que se refieren a esos objetivos. Según los cálculos del organismo, 71 millones de personas volverán a caer en la pobreza extrema debido a la crisis económica y laboral generada por la pandemia, lo que revertiría la tendencia a la mejora que venía produciéndose desde 1998. La falta de recursos sanitarios, el cierre de instalaciones médicas y la reducción en el acceso a servicios de nutrición y alimentación se traducirán en un incremento en los fallecimientos de mujeres y niños menores de cinco años. Además, el organismo alerta de los perjuicios  para los habitantes de los barrios marginales de las ciudades –especialmente vulnerables a la escasez de luz o agua corriente– y de los escolares, ya que el cierre de escuelas ha afectado al 90% de los estudiantes de todo el mundo y ha propiciado que más de 370 millones de niños pierdan las comidas escolares de las que dependen. 

Sin las sinergias público-privadas y el compromiso social no conseguiremos alcanzar las metas dibujadas

En el documento se subraya asimismo que el cambio climático continúa avanzando imparable: el año pasado fue el segundo más cálido desde que existen datos, y supuso la culminación de la década con las temperaturas más altas jamás registradas. La degradación del suelo, la pérdida de biodiversidad y la acidificación de los océanos agravan aún más uno de los objetivos clave para cumplir con la Agenda 2030. «En un momento en el que necesitamos desesperadamente ir hacia adelante, el coronavirus nos puede atrasar años, incluso décadas, dejando a los países con retos fiscales masivos y crecientes. La crisis nos aleja aún más de los ODS», advertía Guterres.

Si antes de la irrupción del coronavirus en nuestras vidas cumplir con los ODS era imprescindible para garantizar un planeta habitable y justo para las próximas generaciones, la pandemia ha hecho el reto más difícil, pero aún más necesario: sin las sinergias público-privadas y el compromiso social no conseguiremos alcanzar las metas dibujadas en esa gran hoja de ruta de la sostenibilidad global. Un año y medio más tarde de la gala de la que hablábamos al inicio, esos colores que pintaban la solapa de los actores de Campeones son más reconocibles que entonces por los ciudadanos. Aunque aún queda mucho por hacer, el mundo es hoy mejor que hace un lustro y, en medio de la tormenta del coronavirus, la Agenda 2030 es el timón que conseguirá llevar a buen puerto el barco en el que viajamos todos.

Red 2030 celebra su primer aniversario

Por las mismas fechas en las que los líderes mundiales se comprometían a acelerar la acción veía la luz Red 2030, el proyecto de Red Eléctrica de España en torno a la transición energética y los ODS. Un espacio que nace para divulgar contenidos relacionados con la implementación de esta gran agenda global que aborda de forma transversal los grandes retos a los que se enfrenta el ser humano. 

Red Eléctrica de España tiene marcados once objetivos para implementar la Agenda 2030

Se trata de una iniciativa que se suma a la estrategia transversal de la organización en su compromiso con la Agenda 2030. Como daban a conocer el pasado mes de octubre, la entidad tiene marcados once objetivos para implementarla, en una tarea que abarca desde reducir el 40% de sus emisiones antes de diez años a integrar el 100% de las energías renovables en el sistema eléctrico, pasando por lograr la paridad de género en el equipo directivo, entre otros.

En estos doce meses, la revista se ha convertido en un espacio de debate en el que se han abordado temas que van desde la economía a la despoblación, así como una amplia cobertura medioambiental, incluida la de la COP 25, celebrada en Madrid en diciembre del pasado año. Así, el propósito final de Red 2030 se alinea con el compromiso de sostenibilidad de la compañía y contribuye a crear un espacio de alianzas que, más allá de ser el objetivo número 17 de la lista, es necesario para conseguir cumplir todos los demás.