Cinco manifestaciones medioambientales que cambiaron la historia

Sin muchas de las manifestaciones que a continuación mencionaremos sería imposible comprender el ambientalismo contemporáneo. Hablamos de activistas y ciudadanos que dieron un paso adelante y alzaron su voz para proteger el planeta. Fue en 1977 cuando la ONU decidió que el 5 de junio sería el Día Mundial del Medio Ambiente. Pero lo cierto es que las luchas ambientalistas comenzaron mucho antes.

Hoy el medio ambiente y la crisis climática son temas que definen la agenda internacional y lo cierto es que muchos cambios han nacido a raíz de las movilizaciones sociales. ¿Cuáles han sido las más importantes? Aquí repasamos algunas de ellas:

Río Tinto, la primera manifestación medioambiental

Todo comenzó como una huelga y terminó en una tragedia. Sucedió en Río Tinto, en Huelva. Corría el año 1888. Cientos de obreros y sus familias decidieron plantarle cara a Río Tinto Limited Company: una empresa minera británica que operaba en la zona y que debido a su actividad generaba gases llenos de ácido sulfúrico que intoxicaban los pulmones de sus trabajadores, envenenaban al ganado y destruían las cosechas. Aquella protesta pacífica, de quienes exigían unas condiciones laborales y sanitarias dignas –que además denunciaban el daño medioambiental que causaban aquellos gases– , fue disuelta por la fuerza por el ejército. ¿El resultado? 200 civiles muertos.

A grandes rasgos, así fue la que según los historiadores fue la primera manifestación medioambiental. Al menos, así es contada por Rafael Moreno (autor del libro ‘1888, el año de los tiros’) en una entrevista hecha por el diario Público.es. Aunque algunos periodistas contaron los hechos, ese episodio fue borrado de los libros hasta los años ochenta. No obstante, la quema de materiales tóxicos al aire libre continuó hasta 1907. Pero lo ocurrido en Río Tinto es un antes y un después en las manifestaciones a favor del medio ambiente.

En defensa de las ballenas

En la década de los setenta, la ONG Greenpeace comenzó con un férreo activismo para lograr la prohibición de la caza de ballenas. Y muy conocidas son las imágenes en las que un grupo de activistas, a bordo de una lancha, se interpusieron entre los barcos cazadores y los cetáceos.

Recordemos que en junio de 1980 uno de los barcos de esta ONG, el Rainbow Warrior I, fue apresado en Ferrol por la Armada Española, después de que éste impidiera las actividades de los balleneros gallegos. No obstante, España no dejó de cazar ballenas hasta 1986, año en el que entró en vigor la moratoria establecida por la Comisión Ballenera Internacional.

Septiembre de 2019: millones a favor del medio ambiente en más de 150 países

Sin lo sucedido entre el 20 y el 27 de septiembre de 2019, sería imposible entender el ambientalismo actual. Hasta hoy, las manifestaciones ocurridas durante esas dos jornadas son las más concurridas de la historia: la prensa internacional calculó que el día 27 se manifestaron dos millones de personas alrededor del mundo; sumando esa cifra a las del día 20, el total sube hasta los seis millones.

Aquella fue la Semana Global para el Futuro. ¿Su objetivo? Manifestarse a lo largo y ancho del planeta para reclamar a los líderes mundiales acciones eficientes contra el calentamiento global. Las movilizaciones sucedieron en, por lo menos, 150 países. Dos meses después se llevó a cabo la COP25 (celebrada en Madrid). A partir de ahí, Greta Thunberg y el movimiento de Fridays for Future se convirtieron en un fenómeno mediático medioambiental sin precedentes. ¿Quién imagina hoy el ambientalismo sin el rostro de la chica sueca que ‘no quiere que tengas esperanza’ sino que ‘entres en pánico’? (que, por cierto, la revista Time la nombró en 2021 como la “lideresa de la próxima generación”).

Una manta en una plataforma marítima

Así es la imagen: una plataforma petrolífera en el Mar del Norte donde unas cuantas personas extendieron una manta que ponía “Save the North Sea. Stop Shell” (Salvad al Mar del Norte. Detened a Shell).

En 1995, Greenpeace –que llevaba años en una campaña contra el abandono de instalaciones derruidas en el fondo del océano– le plantó cara a Shell –la empresa petrolera más grande del mundo–, tras el visto bueno que obtuvo de Reino Unido para hundir la plataforma ‘Brent Spar’ (de 14.500 toneladas) en el Atlántico. Sin embargo, el enfrentamiento fue de tal magnitud que incitó un boicot contra Shell en Alemania que le costó un 50% de sus ganancias. Finalmente, la empresa abandonó la idea del hundimiento y aquella plataforma fue desmantelada en tierra.

Pero lo interesante es que, una semana más tarde de aquello, la OSPAR (la Convención para la Protección del Medio Ambiente Marino del Atlántico del Nordeste) votó a favor de una moratoria para la eliminación en el mar de instalaciones de petróleo y gas. Esa, sin duda, es una medalla que se cuelga el activismo ambientalista.

10 años de manifestaciones contra el oleoducto Keystone XL 

En este caso no hablamos de una sino de múltiples manifestaciones de diferentes organizaciones civiles, lideradas por la Red Ambiental Indígena, y batallas jurídicas que lograron poner fin en 2021 al proyecto Keystone XL, un oleoducto que pretendía conectar Canadá y Estados Unidos para el envío de crudo.

Entre las manifestaciones realizadas contra el oleoducto destaca la celebrada en 2012 en la ciudad de Washington y que finalizó en la Casa Blanca. Según los medios de comunicación norteamericanos esta fue la mayor manifestación por el clima de la historia del país.