Dicen los expertos que uno de los mejores trucos para ahorrar es controlar los gastos mensuales y saber cuánto destinamos a cada factura. Seguro que, sin pensarlo mucho, sabes cuánto pagas de alquiler, cuánto sueles gastar en ocio o qué parte de tu sueldo va destinado a cubrir tu consumo de Internet, agua o luz. Pero, ¿sabes cuánto te cuesta la contaminación atmosférica? Según los cálculos de la Alianza Europea de Salud Pública (EPHA, por sus siglas en inglés), casi mil euros al año.
En concreto, la factura asciende a 926 euros en conceptos de tratamientos médicos derivados de la polución, las jornadas laborales perdidas, muertes prematuras y otros costes sanitarios derivados de la contaminación, especialmente de sus elementos más mortíferos, como las micropartículas en suspensión, el dióxido de nitrógeno y el ozono. En España, la minuta que la contaminación le pasa a cada habitante está algo por debajo de la media europea, que el mismo informe sitúa en 1.276 euros anuales. De hecho, ninguna de las ciudades españolas se encuentra el top ten, encabezado por Bucarest (Rumanía), donde los costes sobrepasan los 3.000 euros anuales por persona, y en el que figuran nada menos que cinco ciudades italianas –Milán, Padua, Venecia, Brescia y Turín–.
En nuestro país, el problema principal se concentra en las grandes ciudades que, aunque llevan años intentando implantar políticas para reducir su contaminación, siguen registrando los mayores índices debido, principalmente, al tráfico rodado. Así, los costes netos por los daños causados por la contaminación son de 3.383 millones de euros en Madrid,Barcelona (2.020 millones ), Valencia (670 millones) y Zaragoza (522 millones ). Sin embargo, la cosa cambia si hablamos de gastos per cápita: a nivel individual, la contaminación sale más cara a los habitantes de Barcelona (1.256 euros), Guadalajara (1.183 euros), Madrid (1.069 euros), Gijón y Coslada (que comparten la cifra de 1.033 euros).
Del otro lado de la balanza, las ciudades que menos pagan por gastos derivados de la contaminación son Arrecife (26 millones), Elda (35 millones), Zamora (37 millones) y Ferrol (40 millones). Al hablar de gastos per cápita, la factura es más barata para la población canaria de Santa Cruz de Tenerife (382 euros), Arrecife (448 euros) y Telde (521 euros) y, ya en la península, Cáceres (584 euros).
Una mirada a Europa
Para su análisis, la EPHA ha realizado mediciones en 432 ciudades de países miembro de la Unión Europea, además de Reino Unido, Noruega y Suiza, con la intención de hacer una estimación del daño que la contaminación atmosférica produce en la salud humana, basándose en los datos oficiales de Eurostat y lo recogido en las estaciones de medición de los niveles de polución en 2018.
«Nuestro estudio revela la magnitud de los daños causados por el aire contaminado en la salud humana y las inmensas desigualdades que existen entre los distintos países de Europa», explica Sascha Marschang, secretario general de la EPHA. Si observamos el mapa que recoge los datos del impacto per cápita, es especialmente notoria la diferencia entre las ciudades del centro y este de Europa, además de la ya comentada incidencia en el norte de Italia. Según los datos, dos tercios de las ciudades analizadas en el informe no cumplen con los criterios marcados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre aire limpio. Debido a la densidad de población y a la propia situación económica de las grandes ciudades –con mayores ingresos, pero también con más gastos–, sus habitantes son los que suelen enfrentarse a los mayores costes por contaminación.
Sin embargo, más allá del coste para nuestro bolsillo, el aspecto más importante para la entidad es el demostrado impacto que la mala calidad del aire tiene en nuestro organismo. Según estimaciones de la propia OMS, en todo el mundo, alrededor de siete millones de personas mueren prematuramente cada año por exposición a la contaminación y a las partículas dañinas que flotan en el aire y que aumentan el riesgo de sufrir cardiopatías, accidentes cerebrovasculares y enfermedades pulmonares, desde el asma, la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) al cáncer. En Europa, solo en 2018 –año en que se recogieron los datos para este estudio–, se estima que más de medio millón de personas murieron por causas estrechamente relacionadas con la contaminación.
De hecho, dentro de los costes sociales calculados en el estudio, la mortalidad prematura es el más importante, ya que sobrepasa el 75% de estos gastos. La situación en las ciudades, además, se espera que empeore con la pandemia ya que, según apuntan estudios recientes, la mala calidad del aire podría ser un factor de riesgo extra: además de dañar los sistemas cardiovascular y pulmonar, las partículas nocivas también podrían ser transmisoras del virus.
Reducir la contaminación es una de las prioridades para las grandes ciudades europeas que, en los últimos años, han implementado medidas para mejorar la calidad del aire. Sobre todo, lo han hecho mediante restricciones al tráfico rodado, uno de los principales responsables de la polución urbana –en España, se han visto este tipo de medidas en grandes urbes como Madrid y Barcelona, pero también en otras como Pontevedra– y apostando por parques, zonas verdes y medios de transporte más sostenibles. «En gran medida, las ciudades pueden reducir los costes pasándose a la movilidad urbana de cero emisiones. Los gobiernos nacionales y la Unión Europea deben tener en cuenta este impacto para sus políticas de transportes para apoyar, y no obstaculizar, una recuperación saludable tras la pandemia», concluye Marschang.