Según el último informe sobre la calidad del aire elaborado por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), la contaminación atmosférica es el mayor riesgo medioambiental individual para la salud de la población europea. A las emisiones generadas por el transporte o la industria, en invierno se suman las provenientes por el uso de sistemas de calefacción. Con un simple gesto como es la regulación óptima de temperatura podemos contribuir a reducir el calentamiento de nuestro planeta.