El arte contemporáneo invita a la reflexión sobre la acción climática uniendo belleza con reivindicación en obras de distinto tipo.
El arte contemporáneo funciona como forma de expresión, y a veces con un fin medioambiental o social. Desligar la obra de su contexto siempre ha sido tarea difícil, más en algunos artistas que han querido capturar la urgencia del cambio climático en sus obras y a la vez invitar al público a reflexionar sobre una acción conjunta para solucionar el problema. El «climate change art» o «arte del cambio climático» lleva ya varios años aunando arte y reivindicación. Estas son algunas de sus obras más destacadas.
- Ice watch de Olafur Eliasson
En 2014, el danés Olafur Eliasson trajo a Europa varios bloques de hielo desde Groenlandia para crear una instalación temporal en varias ciudades emblemáticas (Copenhague, París y Londres). Los bloques fueron colocados de modo que simularan un reloj. ¿La reflexión? La cuenta atrás para la desaparición de los glaciares: la instalación se daba por terminada cuando los bloques de hielo se derretían por completo.
- Rising de Marina Abramovic
En Rising (2018), la artista serbia aparece como protagonista de un videojuego de realidad virtual. En él, vemos cómo se ahoga poco a poco a medida que sube el nivel del mar. El espectador puede participar en la performance al elegir si salvar o dejar morir a Abramovic y, por tanto, simbólicamente, al planeta. Recientemente la artista también ha presentado Performance for the Oceans (2024), una acción en colaboración con Fundación Blue Marine en la que lanza su súplica por la supervivencia de la Tierra emulando el cuadro El caminante sobre un mar de nubes de Caspar David Friedrich.
- Crochet Coral Reef Project
Este proyecto colectivo, dirigido por Christine y Margaret Wertheim, pone la mirada sobre los arrecifes de coral y su destrucción. Más de 20.000 artistas han aportado su técnica para tejer un arrecife de coral de crochet gigante, una obra que, según sus creadoras, tiene mucho que ver con el tiempo: el que lleva tejer cada uno de los corales y el que se le está echando encima al planeta Tierra.
- I don’t believe in global warming de Banksy
Varios artistas como Pejac o Banksy han utilizado su arte para concienciar a los viandantes de decenas de ciudades del mundo. El arte urbano es una manera sencilla y visual de reflexionar sobre el trato que le estamos dando a nuestro planeta. Un ejemplo es la metáfora visual «I don’t believe in global warming», «no creo en el calentamiento global», que Banksy escribió en el Regent’s Canal de Londres para mostrar con ironía los efectos más visibles del problema.
- Ghost forest de Maya Lin
En 2021, el Madison Square Park de Nueva York se convirtió en el hogar de 49 cedros blancos muy particulares. Y es que los árboles fueron plantados ya muertos como parte de una instalación que pretende mostrar los resultados materiales del cambio climático.