Categoría: Agenda 2030

Asunción Ruiz: «Ante el negacionismo de los problemas ambientales, necesitamos el ‘afirmacionismo’ de la ciencia»

Las aves son indicadores clave de la salud del planeta y su estado refleja una crisis ambiental y social. Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife, habla sobre los retos urgentes de la conservación y la necesidad de respuestas colectivas.


Asunción Ruiz es ambientóloga y directora ejecutiva de la Sociedad Española de Ornitología-SEO/BirdLife, una ONG dedicada a la conservación de las aves y sus hábitats en España desde 1954. Con una trayectoria en proyectos de conservación a nivel nacional e internacional, ha contribuido a la investigación y divulgación científica a través de artículos, monografías e inventarios. Bajo su dirección, SEO/BirdLife trabaja en la protección de especies amenazadas, la monitorización de poblaciones y la sensibilización sobre la importancia de la biodiversidad.

SEO/BirdLife es la organización ambientalista más antigua de España. ¿Qué logros destacarías de sus 70 años de historia? 

SEO/BirdLife ha sido fundamental en la defensa y conservación ambiental, desde su participación en el Convenio Ramsar, en una España no democrática, hasta el reciente reconocimiento del derecho a un medio ambiente sano como derecho humano en 2022.

En este tiempo, con muchos pájaros en la cabeza, pero con los pies en la tierra, hemos podido influir en todos los poderes del Estado para tener una mejor sociedad. Hemos sido parte fundamental de la regulación ambiental, como la Directiva Aves o la Directiva Hábitats. Nuestro inventario de Áreas importantes para la Conservación de las Aves y la Biodiversidad sirvió de base para la designación de espacios protegidos dentro de la Red Natura 2000. Todo esto sin dejar de trabajar sobre el terreno y sin perder nuestro origen científico. Seguimos siendo esa rara avis que combina conservación y ciencia, algo fundamental en el contexto actual. 

¿Por qué el seguimiento de aves es tan importante para entender la salud de nuestra biodiversidad?

Las aves han sido observadas y registradas a lo largo de la historia y esto nos permite contar con datos científicos muy antiguos. Además, están presentes en prácticamente todos los ecosistemas y son fáciles de observar, lo que facilita su monitoreo. Gracias a estos registros a largo plazo, las aves funcionan como indicadores clave de la salud de los ecosistemas y de los cambios ambientales, también los efectos del cambio climático. Su estudio no solo nos ayuda a entender el estado de la biodiversidad, sino también a promover soluciones para conservarla.

En un contexto de creciente preocupación por la biodiversidad, ¿cuáles son los principales retos que enfrenta en la actualidad? ¿Qué transformaciones estructurales se requieren para garantizar su preservación en las próximas décadas?

Los retos hoy van más allá de lo ambiental: estamos ante una crisis social que exige cooperación y respuestas colectivas. La conservación no es solo un tema ecológico, sino también una cuestión de calidad de vida y bienestar para toda la sociedad. El gran desafío es transformar nuestros entornos en espacios donde podamos vivir en armonía.

«Las aves funcionan como indicadores clave de la salud de los ecosistemas y de los cambios ambientales»

En SEO/BirdLife siempre hemos sabido adaptarnos a cada momento, y ahora enfrentamos el mayor desafío: nos quedamos sin tiempo. Debemos acercarnos a la sociedad y demostrar que el bienestar no depende de acumular bienes materiales, sino de fortalecer nuestros vínculos y recuperar la conexión con la naturaleza.

El Pacto Verde representaba una luz al final del túnel, pero el panorama ha cambiado y nos obliga a replantear estrategias. Por eso, estamos trabajando mucho con proyectos demostrativos que ponen encima de la mesa lo importante que es la biodiversidad para toda la sociedad. Ante el negacionismo de los problemas ambientales, necesitamos el ‘afirmacionismo’ de la ciencia.

¿Qué zonas de España reconocidas por su valor medioambiental necesitan especial atención actualmente?

Tenemos que preocuparnos por los espacios protegidos por obligación legal, son los deberes que nos hemos puesto y es algo que tenemos que hacer sí o sí. Sin embargo, el verdadero reto es mayor. Debemos cuidar de todo el territorio. No podemos limitarnos a eliminar el uso de sustancias contaminantes dentro de las áreas protegidas mientras seguimos degradando el entorno fuera de ellas. Debemos mantener y respetar la totalidad del territorio y lo que está clarísimo es que la protección no ha sido suficiente para la conservación que necesitamos.

Tenemos muchas aves endémicas en España, ¿cuáles están en peligro de extinción?

Las especies endémicas de España que están en peligro de extinción incluyen aves como la pardela balear o el urogallo cantábrico. También hay especies más emblemáticas, como el águila imperial ibérica cuya conservación siempre ha sido prioritaria. Sin embargo, es importante entender dónde estamos ahora. La crisis actual exige una mirada más amplia porque lo común ha dejado de serlo. Estamos perdiendo gorriones, vencejos y golondrinas a un ritmo alarmante. Los principales focos de este declive son los entornos agrarios, donde están desapareciendo casi un 60% de sus efectivos y los núcleos urbanos, donde la caída ronda el 40%. Si a las aves de los espacios que nos dan de comer y de los lugares donde vivimos no les va bien, deberíamos reflexionar sobre lo que eso significa para el conjunto de la sociedad.

¿Qué efectos tiene el uso excesivo de fertilizantes y pesticidas en las aves? 

El uso de pesticidas, fertilizantes y otras sustancias químicas agresivas tiene un efecto directo en la disminución de las aves y otros grupos faunísticos, como los artrópodos, en los entornos agrarios. Sin embargo, el problema no se limita a la fauna: estos productos también están deteriorando los suelos, empobreciéndolos y reduciendo su capacidad de producción. Y si la tierra produce menos, también estamos empobreciendo a las y los agricultores.  

Se ha creado una dependencia de estos productos, que cada vez son más caros porque en muchos derivan del petróleo, y esto hace que el sector agrícola también tenga más gastos. En sectores como el olivar, el cereal o el viñedo estamos viendo que la mejor aliada del campo es la biodiversidad. Un entorno rico en vida reduce la necesidad de insumos y permite mantener cosechas sin depender de sustancias que, a largo plazo, ponen en riesgo la producción y el equilibrio del ecosistema.

¿Cómo está afectando el cambio climático a las aves migratorias que pasan temporadas en España? 

España es un país con una enorme riqueza en biodiversidad y un punto clave en las rutas migratorias de muchas aves. Lugares como el estrecho de Gibraltar atraen a personas de todo el mundo para observar su paso hacia África. Sin embargo, el cambio climático está haciendo que cada vez más aves modifiquen sus viajes o lleguen a su destino cuando los recursos que necesitan ya no están disponibles. Estos desequilibrios aumentan el esfuerzo energético de la migración y afectan la supervivencia de muchas especies.

Nuestro país, además, es una de las regiones más vulnerables al cambio climático. La desertificación avanza a un ritmo galopante y ya se observa la presencia de especies africanas que antes no pasaban tanto tiempo aquí, como el corredor sahariano, que hoy se encuentra asentado en España.

Desde SEO/BirdLife analizamos estos cambios: cuándo viajan las aves, cuánto duran sus desplazamientos, qué países cruzan y cómo están variando sus puntos de descanso. Este estudio no solo nos ayuda a protegerlas, sino que también nos permite comprender mejor los efectos del cambio climático y cómo adaptarnos a ellos.

¿Cómo ha tenido que adaptar SEO/BirdLife sus estrategias de conservación frente a los retos actuales? 

Las campañas que hemos puesto en marcha reflejan muy bien esta evolución. En la estrategia anterior, hasta 2022, el lema fue Contagiar naturaleza, con el objetivo de involucrar a toda la sociedad en la conservación del medio natural. Nunca pudimos imaginar hasta qué punto esto se volvería crucial, pero la pandemia dejó claro que la relación con la naturaleza es fundamental en todos los ámbitos.

Ahora, el lema ha evolucionado a Revivir naturaleza. Más del 50% del PIB mundial depende de la naturaleza y, sin embargo, estamos agotando nuestros recursos. Si nuestra economía y bienestar dependen de ella, tenemos que revivirla. Esto significa actuar en todos los frentes: en las ciudades, en el campo y dentro y fuera de los espacios protegidos. También significa devolver la conexión con la naturaleza a las personas. Queremos demostrar que una naturaleza bien conservada mejora nuestra vida. 

¿Cómo podemos fortalecer la relación entre ciencia, política y sociedad para proteger la biodiversidad?

Para que la ciencia transforme la realidad, no puede ser escuchada solo cuando su mensaje resulta políticamente conveniente. Debe ser una base constante para la toma de decisiones. En SEO/BirdLife trabajamos al más alto nivel en incidencia política para contribuir a la definición de normativas, regulaciones y estrategias de conservación. Pero la incidencia política, por sí sola, no es suficiente: necesitamos una sociedad civil organizada, informada y activa.

«Trabajamos para dar alas a la sociedad civil, para que pueda hacer de contrapeso a los bulos y a las amenazas que ponen en riesgo el futuro del planeta»

En el contexto actual, donde los intereses económicos condicionan muchas decisiones, es imprescindible que la ciudadanía refuerce su capacidad de acción. Una sociedad civil fuerte es la mejor defensa contra la desinformación y la inacción. Desde SEO/BirdLife trabajamos para dar alas a la sociedad civil, para que pueda hacer de contrapeso a los bulos y a las amenazas que ponen en riesgo el futuro del planeta. Proteger la naturaleza va mucho más allá de salvar pájaros y flores: es una cuestión de calidad de vida, justicia ambiental y justicia social.

Después de lo que hemos vivido una pandemia o fenómenos climáticos extremos como la DANA, no podemos permitir que todo este sufrimiento quede en el olvido. Es el momento de traducir esos aprendizajes en acción. Aunque la situación es compleja, el activismo sigue siendo una herramienta clave. Puede que no cambie de inmediato el rumbo del mundo ni la actitud de ciertos líderes, pero sí puede influir en la dirección que tomemos como sociedad. El futuro que queremos depende de lo que hagamos hoy.

Matrimonio infantil forzado: un nuevo caso cada 3 segundos

El matrimonio infantil es todo matrimonio formal o unión informal entre un menor de 18 años y un adulto u otro menor y es considerado por la Organización de Naciones Unidas como un tipo de matrimonio forzado. Aun así, sigue formando parte de la vida de muchas niñas y niños en el mundo. 


La infancia y la adolescencia son dos etapas determinantes en el desarrollo de cualquier ser humano, ya que a esas edades empezamos a dar forma a la hoja de ruta que vamos a seguir para convertirnos en personas adultas. Sin embargo, esto sólo puede cumplirse si nos dejan vivir nuestra infancia y adolescencia en toda su plenitud, algo que no es posible para aquellas personas que son obligadas a contraer matrimonio siendo todavía menores. Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), cada año 12 millones de niñas son forzadas a casarse, lo que supone que su desarrollo se frene en seco, a la vez que su salud y su seguridad son puestas en peligro.

En 2014, la Asamblea General de la ONU adoptó la primera resolución sobre el matrimonio infantil precoz y forzado y un año más tarde, todos los estados miembros votaron a favor de que la erradicación de esta grave vulneración a los derechos de la infancia se convirtiera en una de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para el año 2030. Por eso, en 2016 UNICEF y la UNFPA pusieron en marcha el Programa Mundial para Acelerar las Medidas Encaminadas a Poner Fin al Matrimonio Infantil. 

Este programa ha sido impulsado principalmente en los 12 países donde la práctica es más elevada: Bangladesh, Burkina Faso, Etiopía, Ghana, India, Mozambique, Nepal, Níger, Sierra Leona, Uganda, Yemen y Zambia. Sin embargo, cabe destacar que se producen matrimonios y uniones infantiles tempranas y forzadas en todo el mundo, incluyendo países occidentales como Estados Unidos, Reino Unido o España. Por tanto, es una lacra que debe combatirse de forma global. 

La mayoría de organizaciones implicadas en acabar con esta situación coinciden en que una de sus causas principales es la arraigada desigualdad de género todavía existente en gran parte del mundo, que hace que a las mujeres no se les reconozca el derecho a tomar decisiones sobre sus propias vidas. Esto explica que el problema afecte de una forma mucho mayor a las niñas que a los niños, ya que la tasa del matrimonio infantil de los menores varones equivale a tan solo una quinta parte de la tasa de las niñas, según UNICEF.

La tasa del matrimonio infantil de los menores varones equivale a tan solo una quinta parte de la tasa de las niñas, según UNICEF

No obstante, el matrimonio infantil es un problema con muchos otros orígenes, entre los cuales se cuentan la falta de recursos y oportunidades educativas, el acceso limitado a la asistencia sanitaria y la fuerte influencia de algunas costumbres y tradiciones, que acaban haciendo que muchas familias opten por casar a sus hijas a una edad temprana, pensando que de este modo están garantizándoles un futuro mejor tanto a sus hijas como al resto de la familia. 

En muchos países, la pobreza también es una condición inseparable de esta situación. De hecho, casi el 40% de las niñas en los países más pobres del mundo son obligadas a casarse, el doble del promedio mundial. Y ese porcentaje podría verse agravado por las crisis humanitarias causadas por conflictos armados y la violencia, el cambio climático y por brotes de enfermedades, tal como pasó en su día con la pandemia de COVID-19. 

En el momento en que una niña se convierte en esposa, la infancia se acaba de golpe para ella. Con frecuencia, estas jóvenes se quedan embarazadas cuando su cuerpo aún no se ha desarrollado por completo, lo que puede suponer muchas complicaciones para su salud y la de su futuro bebé. Además, en algunos países el matrimonio supone pasar a formar parte de la familia del marido y, en muchas ocasiones, eso las aísla y aleja de su propia familia, de sus amistades y de la comunidad. Todo ello deja en ellas unas profundas heridas psicológicas, que pueden acabar desembocando en trastornos de estrés postraumático, baja autoestima, depresión y ansiedad.   

Las niñas que contraen matrimonio antes de cumplir los 18 años corren un mayor riesgo de sufrir violencia doméstica y tienen menos probabilidades de seguir asistiendo a la escuela

Pero el matrimonio infantil no solo es un problema de carácter social, ya que a la larga se convierte también en un problema económico para los países en los que se practica. Según UNICEF, las niñas que contraen matrimonio antes de cumplir los 18 años corren un mayor riesgo de sufrir violencia doméstica y tienen menos probabilidades de seguir asistiendo a la escuela, lo que hace que las posibilidades de prosperar sean menores tanto para ellas como para su descendencia, perpetuando la situación de pobreza en la que viven estas familias y a la vez, dificultando aún más la capacidad de estos países para proporcionar una mejor asistencia educativa y sanitaria a su población. 

Por lo que respecta al marco legal, Amnistía Internacional informa de que la Convención de los Derechos del Niño recomienda que todos los países firmantes fijen los 18 años como edad mínima para contraer matrimonio y la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer recoge que este tipo de uniones no tendrán efecto jurídico. Pero en la práctica, estos acuerdos y convenciones entran en conflicto con las leyes y tradiciones de los países en los que más se practica y, en consecuencia, los acuerdos internacionales acaban pasándose por alto.  

Aunque es importante que los países legislen en contra del matrimonio infantil, la realidad nos deja claro que la ley por sí sola no será capaz de acabar con una práctica tan arraigada socioculturalmente. El matrimonio infantil debe ser abordado desde múltiples prismas de forma simultánea. 

Desde 2014 hasta hoy, los avances han sido significativos: si hace diez años 1 de cada 4 niñas eran obligadas a casarse, en la actualidad la proporción ha descendido a 1 de cada 5 niñas. Pero aún estamos muy lejos de llegar a cero: en la actualidad, cada tres segundos una niña contrae matrimonio en contra de su voluntad. Una de cada tres niñas en el mundo se va a casar antes de cumplir 18 años y el 14% de las niñas de países en vías de desarrollo se casarán antes de cumplir los 15 años. Y ante esta realidad, es necesario plantear nuevas estrategias en las que más allá de los gobiernos, se tenga en cuenta a los principales afectados por esta práctica: las niñas. 

En los últimos años, los esfuerzos del Programa Mundial impulsado por UNICEF y la UNFPA se han encaminado a brindar un apoyo efectivo a las jóvenes en situación de riesgo de contraer matrimonio a través formación en competencias para la vida, educación sexual y el fomento de la asistencia escolar. Garantizar el derecho a la educación y a la información de estas niñas es quizá una de las medidas más contundentes que se pueden tomar, porque nadie mejor que ellas conoce su contexto. Tomar sus inquietudes, opiniones y propuestas en consideración puede ser, sin duda, una buena estrategia para acelerar el avance hacia la eliminación total del matrimonio infantil.

Íñigo Vila: «La polarización no va a cambiar nuestra forma de trabajar»

El número de personas migrantes que llegaron a Canarias en 2024 marcó un récord histórico. Íñigo Vila, director de Socorros de Cruz Roja, explica cómo la organización trabaja para adaptar su intervención a cada contexto y dar respuesta a una crisis que exige coordinación, recursos y un enfoque en derechos humanos.


El número de personas migrantes que llegó a Canarias en 2024 fue el mayor registrado en su historia, un total de 46.843 personas. ¿Cómo ha respondido Cruz Roja ante esta situación? ¿Qué refuerzos han sido necesarios?

Tratamos de reforzar nuestros equipos para realizar una mejor atención a la llegada, dependiendo de las necesidades. Nuestro trabajo es el mismo, tenemos una metodología estandarizada, pero la adaptamos a las particularidades de cada ubicación y de cada momento. Desde 2022, nos encontramos con un aumento en el número de llegadas en Canarias y nos hemos ido adaptando. ¿Cómo va a evolucionar este fenómeno a lo largo de 2025? No lo sabemos. El último mes de enero, en comparación con el año pasado, ha sido más bajo, pero hay muchos factores que condicionan.

Una de cada siete personas de las que habéis rescatado en 2024 era menor de edad. ¿Qué impacto tienen estas cifras en la capacidad de respuesta ante la emergencia humanitaria?

En realidad, para nuestro trabajo de rescate a pie de playa no es algo que marque tanto la diferencia, cambia más en la gestión posterior, donde las competencias con menores las asumen las comunidades autónomas. En general, lo que más influye en el primer rescate es la vulnerabilidad de las personas que llegan o las condiciones en las que desembarcan y, en este caso, damos prioridad a una serie de perfiles. Por ejemplo, alrededor del 90% de las personas que llegan son hombres. En el caso de que hubiera un vuelco y llegaran muchas más mujeres, quizás habría más diferencias en este primer rescate. Tenemos protocolos para actuar en cada caso y coordinarnos con las instituciones públicas. 

En el contexto de Canarias y el socorro y atención humanitaria a personas migrantes, ¿cómo habéis logrado movilizar y formar al voluntariado para poder atender este incremento de llegadas?

El voluntariado es una pieza clave en la labor de Cruz Roja. Gracias a su participación, podemos adaptarnos con flexibilidad a las necesidades del momento, ampliando o reduciendo los equipos según la demanda. En cada una de nuestras 16 ubicaciones, contamos con equipos de gestión estables que trabajan previamente con el voluntariado para garantizar que, en caso de emergencia, todo esté preparado para actuar de manera eficaz.

«Trabajar en situaciones de emergencia es una carrera de fondo»

La formación es fundamental. El voluntariado debe conocer el protocolo sanitario, la distribución del trabajo y las responsabilidades de cada rol. Aunque seguimos un modelo estandarizado en todas las ubicaciones, ajustamos la estructura en función de la presión que afronta cada isla, escalonando los equipos según sea necesario. Además, cada punto de intervención tiene sus particularidades. Por eso, reforzamos la capacitación en los periodos de menor actividad e impulsamos intercambios entre ubicaciones, permitiendo que el voluntariado conozca diferentes realidades y pueda adaptarse mejor a distintos contextos.

¿Cómo trabajáis para apoyar el bienestar emocional y psicológico del personal y voluntariado que trabaja en situaciones de emergencia?

Este es un aspecto clave en nuestra labor, sin importar cuál sea la emergencia. El apoyo a los equipos intervinientes es fundamental, ya que enfrentan situaciones de gran complejidad y estrés. Por ello, trabajamos de forma continua con pequeños grupos en los que abordamos, entre otros temas, los primeros auxilios psicológicos. Nuestro objetivo es que el personal aprenda a identificar momentos críticos y sepa cómo gestionarlos. Estas sesiones se realizan de manera periódica o cuando se presenta una situación especialmente difícil. Además, hemos llevado a cabo charlas con el personal de Salvamento Marítimo, con quienes colaboramos estrechamente. Cuidar a quienes cuidan es una prioridad. También promovemos la rotación del personal y la gestión de descansos, ya que este trabajo es una carrera de fondo, y tratamos de mantener un equilibrio entre personas con experiencia y con menos. Todo esto ayuda a hacer nuestro trabajo más sostenible. 

Una de las preocupaciones es la saturación de los recursos de acogida en las islas. ¿Cuáles son los mayores desafíos en este sentido? ¿Qué diferencias hay entre las distintas islas?

La insularidad, tanto en Canarias como en Baleares, supone un reto logístico evidente, igual que en Ceuta y Melilla. Es más fácil desplegar recursos en el sur de la península que en una isla. Siempre digo al equipo que tenemos que hacer el mismo trabajo, pero con diferentes cartas: estas son nuestras cartas y con ellas tenemos que trabajar. Por eso, es tan importante saber cómo actuar en cada ubicación, aunque partamos del mismo protocolo. No podemos cambiar las circunstancias logísticas de un territorio. Por ejemplo, en algunos casos, nos gustaría que hubiera un aeropuerto internacional en El Hierro o que hubiera más frecuencia de ferris, pero el espacio es el que es y la isla tiene el tamaño que tiene. Debemos entender las limitaciones. Por otro lado, no se trata de tener a mucha gente trabajando, sino a la adecuada, de modo que todo sea más fluido y poder coordinarnos con rapidez cuando llegan muchas personas para que puedan ser trasladadas cuando se sobrepasan ciertos umbrales. 

Aunque solemos hablar de la ruta marítima, la ruta migratoria de las personas que llegan a nuestro país es más larga. ¿Qué impacto tiene esto en la salud de las personas rescatadas? 

Los factores que influyen en cómo llegan son muchos y las condiciones del trayecto varían muchísimo, como el número de días, las condiciones en las que han viajado o el estado de salud inicial. Algunas personas llegan caminando desde el interior del continente africano, otras puede que hayan cogido un medio de transporte y no hayan tenido ningún problema y luego, por el contrario, tienen una mala travesía marítima porque se ha estropeado un motor o no llevaban víveres suficientes. Y, por el contrario, hay quien no ha tenido ningún incidente en su travesía. 

¿En qué medida difieren los motivos de migración entre hombres y mujeres? Aunque el porcentaje de mujeres y niñas que llegan es menor, ¿qué necesidades específicas deben cubrirse en su caso?

Los motivos pueden variar mucho dependiendo de los países de origen. Pueden ir desde conflictos armados o crisis sociales a sequías. Su migración, al final, es por una búsqueda de oportunidades, dado que en su lugar de origen no las tienen. Vemos también un poco la fluctuación de diferentes nacionalidades dependiendo de si hay mayores tensiones políticas y sociales o conflictos armados. Por eso también insistimos tanto en la importancia de invertir en los países de origen para que haya mejores condiciones de vida.

«Nadie quiere abandonar su lugar de nacimiento, donde está todo su tejido social, e irse a un país diferente donde no tiene tanta red»

Nadie quiere abandonar su casa, el pueblo o ciudad donde ha nacido si allí está bien. Por otro lado, en el caso de las mujeres, también tenemos protocolos específicos. Por ejemplo, las mujeres embarazadas son evacuadas automáticamente, aunque estén en buen estado de salud, para hacerles un reconocimiento médico en un hospital. También si vemos algún indicador de que sean víctimas de trata y estén migrando de manera forzada. 

Aunque se hable de crisis migratoria, estamos ante un fenómeno estructural muy complejo. ¿Cómo crees que se podría cambiar esta situación? ¿Cómo , podemos fomentar la integración en los territorios de acogida?

El fenómeno de las migraciones ha existido siempre y siempre existirá. España también fue un país migrante. Al final son situaciones que se dan y la gente sale a buscar oportunidades si no las tiene. De ahí que la necesidad de inversión en los países de origen, en proyectos de desarrollo que les permita tener una nueva situación distinta a la actual, sea fundamental. Nadie quiere abandonar su lugar de nacimiento, donde está todo su tejido social, e irse a un país diferente donde no tiene tanta red. Creemos que es importante invertir en oportunidades de desarrollo, en educación, para que pueda haber oportunidades de futuro. Por otro lado, aquí, tenemos que mejorar la inclusión. En Cruz Roja, facilitamos la adaptación a través de apoyo a cuestiones básicas, como aprender español o saber cómo funciona el sistema, y ofrecemos orientación legal en cuestiones de derechos humanos. 

En un momento de gran polarización, en el que circulan bulos y discursos de odio sobre la migración y otros asuntos relacionados con los derechos humanos, ¿habéis notado un impacto en la labor de Cruz Roja? ¿Esto ha afectado a los fondos para emergencias o a la percepción de vuestro trabajo?

Nuestra forma de trabajar va a seguir siendo la misma, a pesar de las desinformaciones que haya alrededor. Esto no va a hacer que cambiemos nuestra forma de trabajo. Tenemos una historia de 160 años y hemos vivido muchos conflictos, guerras y crisis, momentos de menos y mayor bonanza, y hemos seguido trabajando siempre de la misma manera. Nos regimos por siete principios fundamentales y el primero es la humanidad. Vamos a atender a toda persona que nos necesite sin mirar su origen, su raza o su región. Esta polarización no va a cambiar nuestra forma de trabajar. Además, vemos que, en muchos casos, no ha afectado a la ayuda que recibimos. Hemos tenido la mayor recaudación de fondos durante la DANA para ayudar a la gente de Valencia y estamos ejecutando un plan a tres años. No se trata de estar en las primeras semanas, es un trabajo a largo plazo. Por ejemplo, también seguimos trabajando con la gente afectada por el volcán de la Palma, que ya muchos han olvidado. 

En un contexto global marcado por crisis climáticas y conflictos, ¿cómo crees que evolucionará el fenómeno migratorio en los próximos años?

El contexto global actual  toca a todo el mundo y también afecta a las migraciones. Siempre ha habido sequías más prolongadas, quizás no con esta frecuencia o intensidad, pero no es algo nuevo. Sin embargo, ahora tenemos una posición distinta para poder adaptarnos y buscar alternativas, precisamente, para que el cambio climático tenga el menor impacto. Por otro lado, lo que ha cambiado es que antes veíamos fenómenos muy lejos, como El Niño, y ahora los estamos viendo aquí. Por eso, aunque no es algo nuevo, las personas están más sensibilizadas. Tenemos que aprovechar esta alerta generalizada para buscar soluciones. 

Lombrices de tierra, ingenieras de ecosistemas

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Las lombrices de tierra aportan múltiples beneficios para la biodiversidad y la estructura del suelo a la vez que sirven de alimento para especies como aves, topos, tejones y zorros. Son algunos de los motivos por los cuales Charles Darwin señaló que «es dudoso que existan otros animales que hayan jugado un papel más importante en la historia del mundo».

Paracelso, el renacentista que hizo magia con la medicina

Considerado un visionario para algunos y un loco para otros, Paracelso fue una figura clave del Renacimiento que transformó la medicina y la química con ideas revolucionarias. 


Entre los genios incomprendidos del Renacimiento, el nombre de Paracelso resuena con una intensidad peculiar. Médico, astrólogo y alquimista, Philippus Aureolus Theophrastus Bombastus von Hohenheim, su verdadero nombre, nació en Suiza en 1493 y es sin duda una de las figuras más importantes de la medicina, considerado por muchos como el padre de la farmacología y la toxicología modernas. Formado en universidades prestigiosas como las de Basilea, Viena y Ferrara, Paracelso adquirió una sólida base académica que, sin embargo, nunca encajó con el rigor dogmático de la época.

Paracelso fue uno de los primeros médicos en emplear sustancias químicas en sus tratamientos

«En las correas de mis zapatos hay más sabiduría que en todos esos libros», afirmó durante una festividad estudiantil, pues consideraba que el conocimiento estaba más allá de unos libros viejos. Y es que Paracelso se oponía a la enseñanza reglada de la medicina, ya que opinaba que solo los médicos con talento innato debían practicar la medicina y ponerse al servicio de las personas y no de las instituciones. Sus ideas y su carácter reivindicativo provocaron que tuviera muchos enemigos en todo el ámbito académico.

Conocimiento en pequeñas dosis

Paracelso fue más que un médico: era también un trotamundos que recorrió Europa recopilando conocimientos de campesinos, alquimistas y curanderos. Se ganó la fama de buen médico y tuvo mucha popularidad. Fue uno de los primeros doctores en emplear sustancias químicas como mercurio, azufre y hierro en sus tratamientos, una práctica que hoy puede parecer controvertida pero que en su momento abrió nuevas vías en la farmacología.

Algunos consideran a Paracelso el padre de la toxicología al ser el primero en considerar que cada enfermedad debía tener su tratamiento

Algunos consideran a Paracelso el padre de la toxicología por haber sido el primero en entender que cada enfermedad debía tener su tratamiento y que ciertos venenos, administrados en pequeñas dosis, podrían funcionar como medicamentos. «Solo la dosis hace al veneno» («Dosis sola facit venenum»), afirmó, reflexionando sobre que cualquier sustancia podía ser un remedio o un veneno dependiendo de la dosis administrada.

El arte de la medicina

Paracelso entendía que sanar era un arte que requería empatía y humildad y creía que los seres humanos son un microcosmos, por lo que un buen médico no es el que más se prepara académicamente, sino el que mejor entiende la naturaleza y el orden cósmico. Esto lo convierte en un mediador entre la naturaleza y el paciente, un visionario con la capacidad de ver lo invisible. Aunque murió joven, su legado ha resistido el paso del tiempo. Entre los escritos de Paracelso destaca La gran cirugía (Die Grosse Wundartzney), tal vez su obra más importante, pero también escribió tratados sobre enfermedades como la sífilis o las dolencias respiratorias que sufrían los mineros, y obras que describen la visión de su sistema humano y cosmológico, como Liber Paragranum (1530) y Opus Paramirum (1532). Su vida es un recordatorio de que la innovación suele nacer en los márgenes, allí donde las normas se ponen en tela de juicio y el conocimiento se atreve a soñar. 

Las formaciones geográficas más grandes del mundo

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Cuando nos paramos a analizar con atención nuestra geografía nos damos cuenta de lo impresionantes que pueden llegar a ser algunos de sus elementos: lagos, montañas, mares, islas, volcanes... Por eso, en este vídeo exploramos las formaciones naturales que ostentan el récord de ser las más grandes del mundo, así como sus características.

¿Qué pueblos indígenas aún no han sido contactados?

«Existen otros mundos, pero están en éste». Esta célebre frase del poeta francés Paul Éluard encaja a la perfección si pensamos en los más de 150 pueblos indígenas no contactados que existen en el mundo, cuya supervivencia peligra por el avance del desarrollismo desmedido y la falta de una protección real.


En unas sociedades cada vez más desconectadas del estado primitivo y natural de la vida, las comunidades indígenas no contactadas suponen una seguridad global en cuanto a la conservación de la naturaleza. Ubicadas principalmente en la región amazónica, Nueva Guinea y algunas islas de Indonesia, estos pueblos conservan en gran medida sus formas de vida originarias y nos recuerdan que el ser humano posee capacidades innatas fundamentales para su supervivencia.

Dos ejemplos ubicados en la Amazonia son las tribus de los Mashco-Piro, en Perú, o los Korubo, de Brasil. De los primeros, se calcula que existen unas 750 personas que viven a lo largo de las cuencas medias y altas de los ríos que atraviesan los departamentos de Ucayali y Madre de Dios. En el caso de la tribu brasileña Korubo, no fue contactada hasta el año 1996 por la Funai (Fundación Nacional del Indio) y suma unos 200 miembros.

Ambas tribus viven en la selva y su supervivencia depende completamente de ella. Utilizan los recursos de manera sostenible, practicando la pesca y la caza con herramientas básicas. En general, poseen un vasto conocimiento del medio y se sirven de las plantas como remedios medicinales. 

La tribu Korowai vive en casas construidas en la copa de los árboles, en grupos de 10 o 12 personas

En el sureste de Nueva Guinea Occidental, se calcula que hay aproximadamente 3.000 personas que pertenecen a la tribu Korowai. Una de sus principales características es que viven en casas construidas en la copa de los árboles, en grupos de 10 o 12 personas. Entre los vecinos se ayudan y participan en la construcción de las diferentes viviendas familiares. El hecho de vivir en lo alto de los árboles les ofrece protección contra los depredadores, además de simbolizar una existencia en simbiosis con la naturaleza. 

En Indonesia, cerca de la costa del oeste de Sumatra, se encuentra la tribu Mentawai, originaria de las islas con ese mismo nombre. Está integrada por unos 64.000 individuos repartidos por todas sus islas, todos ellos cazadores seminómadas. 

De los mentawai destaca su profunda espiritualidad. Practican una religión llamada Arat Sabulungan de tipo animista, que vincula el poder sobrenatural de los espíritus ancestrales con la naturaleza que les rodea en la selva tropical. Los seres vivos e inertes tienen una esencia espiritual que debe ser respetada. 

A pesar de la relativa seguridad que ofrece el aislamiento a todos estos pueblos, están lejos de estar a salvo. La deforestación, la minería, la agricultura extensiva o los planes de empresas privadas apoyadas por diferentes gobiernos para construir carreteras y otras infraestructuras ponen en peligro su hábitat y, con él, su medio de vida. 

Una vez situados en el mapa, es más sencillo reconocer todo lo perteneciente a una comunidad de habitantes: su existencia y sus derechos

Para evitarlo, la tecnología está jugando un papel fundamental de salvaguarda. La forma más eficiente de proteger a estos territorios de la vorágine desarrollista es registrando su ubicación por medio de GPS para, de esta forma, marcar y documentar los límites de su territorio y poder emplear estas coordenadas, en casos de litigios legales. 

Eso fue lo ocurrido en la parroquia de Yurimaguas, en el Amazonas peruano. La ONG Pastoral de la Tierra formó a un equipo de nativos en el empleo del GPS para registrar las fuentes de agua ante la autoridad Nacional de Aguas del Estado. 

Aunque sea un proceso largo y en ocasiones peligroso –pues hay que enfrentarse a las hostilidades de la selva amazónica– esta fue la mejor manera que encontraron para poder obtener el título de propiedad comunal, sin el cual las comunidades y sus hábitats están totalmente desprotegidas.

Aunque pueda parecer mentira que la tecnología es la mejor herramienta de las comunidades indígenas para protegerse, parece que así es. El empleo del GPS, la implicación de la ONG y la colaboración de los propios nativos fue, en este caso, la única forma de defender esta área de bosque amazónico.  

Una vez situados en el mapa, es más sencillo reconocer todo lo perteneciente a una comunidad de habitantes: su existencia y sus derechos. Con ello, se hace presión y resistencia ante los diferentes proyectos que hoy amenazan la vida de una parte importante de estas tribus. 

No deja de ser paradójico que el desarrollismo, al tiempo que amenaza a estas culturas milenarias, nos brinde herramientas como la tecnología para intentar preservarlas. Pero esta es solo una de las muchas contradicciones que acompañan a la innovación.

Así se diferencian las distintas lluvias de estrellas

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Leónidas, Gemínidas, Perseidas, Dracónidas... Todos estos eventos meteorológicos son similares y consisten en restos de cometa atravesando la atmósfera terrestre. Sin embargo, hay diferencias entre ellas: su intensidad, su origen o la época del año en la que se dan.

Las enfermedades de transmisión sexual, ¿cosa del pasado?

A pesar de la concienciación que se generó en los años 80 por la epidemia del VIH, los casos de infecciones de transmisión sexual están creciendo en todo el mundo.


El VIH azotó al mundo en los años 80 y marcó un antes y un después en la percepción social de las infecciones de transmisión sexual. En EE.UU., campañas como el icónico cartel Silence=Death (Silencio=muerte) buscaban no solo visibilizar la gravedad de esta nueva epidemia, sino también derribar tabúes sobre la salud sexual. En España, la primera iniciativa de concienciación fue la del famoso eslogan «SiDa/NoDa», aunque llegó en 1988, siete años después de registrarse el primer caso de contagio, que se produjo en el Hospital Vall d’Hebron. Sin embargo, los avances médicos parecen haber alejado la preocupación por las ITS, lo que ha provocado un alarmante aumento de casos en la última década a nivel nacional y mundial.

El VIH alcanzó su punto álgido en los años 90, con millones de personas afectadas en todo el mundo, muchas de ellas con un destino fatal. La llegada de terapias antirretrovirales en los años 90 y 2000 redujo significativamente las muertes, aunque la incidencia ha seguido siendo preocupante durante años, especialmente en los países más vulnerables socioeconómicamente. En 2022, ONUSIDA estimó que 39,9 millones de personas vivían con VIH, con concentraciones más altas en África subsahariana. En países occidentales, los contagios han disminuido gracias a estrategias como la PrEP (profilaxis preexposición), aunque algunos colectivos, como el de hombres que tienen sexo con hombres, siguen presentando una incidencia del 7,7%.

En España, según el Informe de Vigilancia Epidemiológica del VIH (2022), se notificaron cerca de 2.786 nuevos diagnósticos en 2021, casi el doble que en 2003, cuando se registraron 1.514, lo que pone de relieve la necesidad de fortalecer campañas de prevención, especialmente entre los jóvenes, donde se registró una tasa del 19,4 por cada 100.000 habitantes, la más alta de todos los grupos de edad. Además, los hombres representan el 86% de los casos.

Pero el VIH ya no es la única infección que preocupa a los expertos. Según la OMS, enfermedades como la sífilis, la gonorrea y la clamidia están en auge, con más de 374 millones de nuevos casos cada año a nivel mundial. En España, los casos de sífilis han aumentado un 124% en la última década, mientras que las infecciones por clamidia se han triplicado entre 2015 y 2021.

Este repunte se atribuye a una percepción de menor riesgo entre la población joven, a la falta de educación sexual integral en algunos países y al descenso en el uso del preservativo, que sigue siendo una de las herramientas más efectivas para prevenir las ITS.

La diferencia entre países occidentales y el resto también es notable. La región africana, por ejemplo, registra casi el mismo número de casos que todo el continente americano y la región europea junta (96 millones frente a 97), mientras que el sudeste asiático y el pacífico occidental tienen, de media, 60 y 86 millones respectivamente, según datos de la OMS en 2020

Para evitar un retroceso en los hitos logrados en salud sexual durante las últimas décadas, es crucial reactivar las campañas de concienciación, adaptándolas a las nuevas generaciones. La educación sexual en las escuelas, el acceso universal a métodos de prevención y el diagnóstico temprano deben ser pilares fundamentales de las políticas públicas, especialmente en los países menos desarrollados.

Dorothy Day, la activista santa que quiso poner fin a la pobreza

Desde el corazón de Brooklyn, Dorothy Day dedicó su vida a combatir la desigualdad. Activista, periodista y católica comprometida, fundó el Catholic Worker Movement para dar esperanza a los más desfavorecidos. 


Conocida como «La Radical Piadosa», Dorothy Day fue una escritora norteamericana, defensora de los derechos de la mujer y de los obreros que se convirtió en una de las figuras más influyentes del activismo social en Estados Unidos. Nacida en 1897 en Brooklyn (Nueva York), creció en una familia de ascendencia irlandesa y británica, y desde muy joven se sintió atraída por la literatura y las causas sociales, dos intereses que definirían su camino. 

Dorothy Day canalizó toda su energía hacia la acción comunitaria y la solidaridad con los más vulnerables

Y es que, en un momento de profunda incertidumbre en Estados Unidos, Day trabajó como periodista en publicaciones que promovían el socialismo y el cambio social, defendiendo activamente los derechos de la mujer, el amor libre y el aborto. Sin embargo, la transformación más profunda de su vida llegó en 1927, cuando decidió convertirse al catolicismo. A partir de ese momento, la escritora canalizó toda su energía hacia la acción comunitaria y la solidaridad con los más vulnerables, inspirada por los valores cristianos de compasión y justicia. Encontró en la fe una razón para luchar contra la pobreza y la exclusión y, junto al filósofo Peter Maurin, fundó en 1933 el Movimiento del Trabajador Católico (Catholic Worker Movement).

Esta iniciativa nació en pleno corazón de la Gran Depresión, un periodo en el que millones de estadounidenses perdieron sus trabajos y sus hogares. Day y Maurin crearon casas de acogida donde todo el que lo necesitara podía encontrar un plato de comida caliente y un lugar donde dormir. Era una respuesta directa y tangible a la pobreza, y también una declaración política, pues la sociedad no podía dar la espalda a los más desfavorecidos.

El Catholic Worker Movement sigue funcionando actualmente, inspirando a nuevas generaciones a trabajar por una sociedad más justa

El Catholic Worker Movement se construyó sobre los principios de la no violencia y la acción directa, ya que Day rechazaba la guerra y el uso de la violencia, convencida de que el cambio verdadero solo podía lograrse a través del amor y la solidaridad. Su compromiso con la paz la llevó a participar en diversas manifestaciones y a ser arrestada en varias ocasiones. Sobrevivió a una huelga de hambre en prisión por oponerse a la entrada de su país en la Primera Guerra Mundial y por la cuestión del voto femenino. «A mi alrededor solo percibía oscuridad y desolación», reflejó en su autobiografía, La larga soledad.

De radical a santa

Aunque Dorothy Day nunca quiso ser considerada una santa, su vida estuvo marcada por una búsqueda constante de la justicia y el amor al prójimo. Para ella, la fe no era algo abstracto, sino una llamada a la acción. En 1980, a los 83 años, Dorothy Day falleció, tras una vida llena de pobreza voluntaria. Sin embargo, el Movimiento del Trabajador Católico sigue funcionando actualmente, inspirando a nuevas generaciones a luchar contra la pobreza y a trabajar por una sociedad más justa.

Day demostró que una vida dedicada a los demás, a los pobres y desfavorecidos, puede ser una inspiración en tiempos de desesperanza. La activista que quiso poner fin a la pobreza sigue siendo un ejemplo de cómo la compasión y la acción comunitaria pueden transformar la sociedad desde sus cimientos.