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Reciclaje químico, un paso más hacia la economía circular

Esta nueva técnica aborda el problema que conlleva la gran acumulación de plásticos en los vertederos y surge como alternativa complementaria al método tradicional para la continua circulación de residuos.


Las emisiones de carbono se presentan como el mayor reto medioambiental para gobiernos y empresas en los próximos años. El camino hacia la neutralidad climática marcado como objetivo para 2050 obliga, además de a un compromiso global, a la investigación y desarrollo de técnicas que ayuden a alcanzarlo. 

El reciclaje tiene un gran protagonismo dentro de esta lucha contra el cambio climático, al posicionarse como una manera de dar una segunda oportunidad a los residuos y descartes y reducir así la contaminación desmedida. Su desarrollo en el tiempo ha abierto las puertas de la innovación logrando versiones aún más completas de la misma. Es lo que sucede con el reciclaje químico, un innovador procedimiento que puede marcar la diferencia.

Según los datos del informe La economía circular de los plásticos - Una visión europea, elaborado por Plastics Europe, se estima que para 2030 se producirán 3,4 millones de toneladas de plásticos mediante reciclaje químico. Este volumen llevará consigo aparejados unos 7.200 millones de euros de inversión.

El tratamiento incluye diferentes procesos químicos regulados para controlar su impacto al medio ambiente

En el reciclaje tradicional (conocido como mecánico), los residuos plásticos son triturados, lavados, extruidos y paletizados. Una vez completado el ciclo se pueden reutilizar varias veces, aunque sufren una pérdida progresiva de sus propiedades. Sin embargo, hay desechos cuya composición impide su reciclaje a través de este método y acaban apilados en vertederos o son incinerados con un inevitable impacto negativo en el medio ambiente. 

Por eso el desarrollo del reciclaje químico se antoja tan relevante. Los plásticos se componen de distintos monómeros que constituyen y producen la materia prima. Mediante la despolimerización, el residuo separa sus elementos originales, lo que permite la producción de plástico reciclado pero, en esta ocasión, con características idénticas al fabricado originalmente.

Para 2030 se estima una producción de plásticos mediante reciclaje químico de 3,4 millones de toneladas a nivel europeo

No obstante, existe la creencia extendida de que es una técnica perjudicial para el medio ambiente, algo que la Federación Empresarial de la Industria Química en España (FEIQUE) desmiente en su análisis sobre el reciclado químico. Ni se espera que sustituya al reciclaje tradicional ni emite sustancias tóxicas. Se trata de un proceso regulado a nivel nacional y europeo para controlar su impacto al medio ambiente. De hecho, España se ha convertido en el primer país de la Unión Europea en incluir el reciclado químico en el marco legislativo y en aprobar una proposición no de ley para promover el uso de productos creados con esta técnica.

Mediante el reciclaje químico, la actividad de reciclar cobra un nuevo color y protagonismo dentro de la revolución verde. Esta técnica alternativa se posiciona como clave en la reutilización de desechos y, en consecuencia, en la reducción de emisiones de carbono a la atmósfera.

Cuando la salud y el cambio climático avanzan en la misma dirección

En un momento en el que la preocupación por el cambio climático no deja de crecer y sus efectos secundarios tocan a nuestra puerta, la salud se convierte en protagonista de la agenda climática.


El calentamiento global no tiene fronteras y tiene en alerta a autoridades, agentes económicos y sociales alrededor del mundo. Sus consecuencias, y la necesidad imperiosa de implementar soluciones coordinadas, se han discutido en el último Foro Económico Mundial celebrado en Davos.

Entre los múltiples debates que tuvieron lugar en la ciudad suiza, ha generado especial preocupación el impacto que tienen las alteraciones climáticas en la salud, dado el alarmante aumento de enfermedades y muertes en los que han derivado.

El Foro Económico Mundial pronostica 14,5 millones de muertes en 2050 a causa de la crisis climática

El último informe del organismo internacional clasifica seis tipos de eventos climáticos a tener en cuenta: lluvias extremas e inundaciones, sequías severas, olas de calor, tormentas tropicales, incendios forestales y el aumento del nivel del mar. Este análisis indica que, aunque se logre limitar el calentamiento global a 1,5°C, el impacto será significativo, especialmente en poblaciones vulnerables (ancianos y niños), zonas costeras densamente pobladas y climas cálidos, lo que aumentará su vulnerabilidad ante enfermedades. Además, afectará la equidad de los servicios de salud en las regiones con peores recursos sanitarios.

Según las proyecciones del estudio, para 2050 el calentamiento global podría ocasionar hasta 14,5 millones de muertes y derivar en una carga adicional sobre las infraestructuras y recursos humanos médicos, para los cuales se estima que serán necesarios 1,1 billones de dólares en inversiones.

Es evidente que los eventos climáticos extremos y el desplazamiento forzado afectan físicamente a la población. Sin embargo, ¿cuáles son las consecuencias psicológicas de vivir en un mundo más cálido y transformado? Según los especialistas, el creciente impacto del cambio climático en la salud mental no debe subestimarse: la ansiedad, la depresión y el trastorno de estrés postraumático están en aumento y representan un gasto sanitario cuantioso. Por ejemplo, se calcula que el tratamiento de los trastornos de ansiedad desencadenados por las inundaciones puede alcanzar los 198.000 millones de dólares, según el informe del Foro Económico Mundial.

Debemos reconocer y aceptar las emociones relacionadas con el cambio climático para abordarlas de manera constructiva

Afortunadamente, cada vez hay más especialistas dedicados a investigar la relación entre el cambio climático y la salud mental. Britt Wray, científica de Stanford Medicine, autora de Generation Dread: Finding Purpose in an Age of Climate Crisis (que podría traducirse como «Terror generacional: encontrando el propósito en la era de la crisis climática»), ha creado un boletín semanal llamado Gen Dread en el que habla sobre cómo convivir con la ansiedad climática.

En su obra, Wray explica cómo la crisis ambiental afecta a nuestra salud mental y plantea algunas medidas para abordarlo de la mejor manera. Entre ellas, sugiere reconocer y aceptar las emociones relacionadas con el cambio climático, como el miedo y la tristeza, para poder abordarlas de manera constructiva. Además, habla de fortalecer los lazos comunitarios, ya que pueden proporcionar apoyo emocional y ayudar a las personas a sentirse más empoderadas. Además, sugiere participar en acciones individuales y colectivas, como votar por políticas climáticas y presionar a las instituciones y a las empresas para que tomen medidas más significativas.

Policrisis, ¿la palabra para definir nuestra época?

Policrisis

En un mundo cada vez más conectado, una serie de factores como el cambio climático, los conflictos o la crisis de materias primas se interrelacionan y nos obligan a modificar la forma de gestionar los desafíos. 


Para algunos, es el término con el que deberíamos explicar el mundo actual. La policrisis, es decir, la combinación de crisis globales interrelacionadas, fue la palabra utilizada por el Foro Económico Mundial en Davos en 2023 para ilustrar la situación actual del planeta en su Informe de Riesgos Globales

Cuando hablamos de crisis globales nos referimos al cambio climático, el peso creciente de la inflación, la polarización política y social, las tensiones geoeconómicas y la crisis de materias primas, entre otras: factores críticos que, en un mundo cada vez más integrado, se entrelazan entre ellos. 

El Foro Económico Mundial predice que el fracaso de la acción climática marcará la próxima década

Un ejemplo de este efecto dominó lo vimos con la invasión rusa en Ucrania: el conflicto provocó un fuerte aumento en los precios de los alimentos y de la energía que ha sacudido los mercados globales y ha provocado un aumento del hambre en el mundo. Otro ejemplo son los cada vez más visibles efectos del calentamiento global (como las inundaciones o las sequías), que han convertido en refugiadas climáticas a millones de personas

Una mirada a la próxima década

El informe del Foro Económico Mundial hace un análisis de estos desafíos a largo plazo. Entre sus predicciones, señala que el coste de vida dominará los riesgos globales en los próximos dos años, mientras que el fracaso de la acción climática marcará la próxima década. Además, predice que las crisis de alimentos, combustibles y costes exacerbarán las vulnerabilidades sociales y que empeorarán los conflictos y los riesgos asociados a la ciberseguridad. 

¿Y cuál será el colectivo más afectado? La infancia, como advierte el informe Prospects for Children in the Polycrisis de UNICEF. Un ejemplo lo encontramos en el aumento de precios, que impacta dramáticamente en las familias más vulnerables; otro, en el cambio climático, cuyos efectos vivirán más intensamente las generaciones futuras. 

Revertir la policrisis

Sin embargo, aún podemos dar la vuelta a esta década que se presenta sombría, cambiando la forma de gestionar sus desafíos. 

El informe de UNICEF propone, en primer lugar, invertir en la previsión y la gobernanza anticipada de riesgos futuros. En segundo lugar, llevar a cabo cambios sistémicos en la gobernanza de los bienes públicos y las instituciones internacionales, por ejemplo, en la infraestructura sanitaria, los sistemas alimentarios y energéticos, la arquitectura financiera global y la tecnología digital. 

Debemos escuchar las necesidades y propuestas de todos los ciudadanos, incluyendo a la infancia

Finalmente, los autores sugieren una mayor cooperación y coordinación entre las naciones y las distintas generaciones. Para ello, debemos escuchar las necesidades y propuestas de toda la ciudadanía, incluyendo especialmente a la infancia: ya que será quien más sufran los impactos de la policrisis. Los niños, niñas y adolescentes deben ser parte del proceso de búsqueda de un futuro mejor. 

Salvar la biodiversidad, clave para evitar el colapso ecológico

Biodiversidad

El declive de la biodiversidad es más pronunciado hoy que en cualquier otra época de la historia. Sobrepasar el calentamiento global de 1,5 °C tendrá consecuencias irreversibles y solo la descarbonización puede frenar una potencial catástrofe.


Más de 60 jefes de Estado y unas 1.000 empresas de todo el mundo se congregaron en la edición número 54 del Foro Económico de Davos. Su eje transversal se basó en reconstruir una confianza fragmentada a nivel global y cuyo refuerzo es clave para tejer puentes políticos y sociales que nos ayuden a superar los crecientes desafíos que nos acechan. Uno de ellos es la acelerada pérdida de biodiversidad, clave para el equilibrio ecológico en todo el planeta. Según el informe Global Risk Report, publicado por el Foro Económico Mundial el año pasado, la pérdida acelerada de la biodiversidad es una de las principales preocupaciones mundiales tanto a corto como a largo plazo. 

Durante el Foro Económico de Davos se instó a crear una red para movilizar la inversión en energía limpia en el Sur Global

El declive de la biodiversidad es más pronunciado hoy que en cualquier otra época de la historia. La cadena de reacciones negativas provocadas por la intervención humana ha impactado sobre un equilibrio delicado y perfecto de la naturaleza con preocupantes consecuencias para el futuro. Así, el informe cita la severidad de este problema en la cuarta posición en la última década. «Dado que más de la mitad de la producción económica está estimada a ser entre moderadamente y muy dependiente de la naturaleza, el colapso de los ecosistemas tendrá consecuencias sociales y económicas de alto alcance», sostiene el documento. En ese sentido, las enfermedades zoonóticas, la disminución del resentimiento de los cultivos y su valor nutricional, el creciente estrés hídrico —potencial causa de conflictos violentos—, la pérdida de vidas dependientes de los sistemas alimentarios y los sistemas naturales como la polinización, además de las inundaciones, las subidas del nivel del mar y la erosión y degradación de los sistemas de protección contra inundaciones como praderas marinas y manglares, además de la degradación de los medios marinos, son apenas algunos de los problemas que ya se están desencadenando.

Es crucial comprender la relación directa entre el cambio climático y la pérdida de la biodiversidad. Ahora, más que nunca, es fundamental frenar el colapso ecológico alcanzando las emisiones netas cero. No alcanzar esta meta de sobrepasar el calentamiento global de 1,5 °C tendrá devastadoras consecuencias: el impacto continuado de desastres naturales, los cambios en la temperatura global y los cambios en las precipitaciones se convertirán en la causa dominante de la pérdida de biodiversidad. «Sin medidas políticas significativas o inversiones, las complejas relaciones entre la mitigación del cambio climático, la inseguridad alimentaria y la degradación de la biodiversidad acelerarán el colapso del ecosistema», sentencia el informe. 

Más de 100 empresas se comprometieron a restaurar, conservar y cultivar 12.000 millones de árboles

Así, la reconstrucción de la confianza entre todos los agentes es la base para tomar medidas serias «a tiro hecho». En ese sentido, la élite económica mundial alcanzó algunas conclusiones para el planeta. La plataforma Trillion Trees anunció que más de 100 empresas se comprometieron a restaurar, conservar y cultivar 12.000 millones de árboles. 

También, entre los acuerdos alcanzados se instó a crear una red para movilizar la inversión en energía limpia en el Sur Global, con el fin de desbloquear tres billones de dólares de aquí a 2030 necesarios para la transición energética. Así, la denominada Red para Movilizar Inversiones en Energía Limpia para el Sur Global es una alianza creada en el marco del Foro Económico de Davos, formada por más de 20 directores generales y líderes de los gobiernos de Colombia, Egipto, India, Japón, Malasia, Marruecos, Namibia, Nigeria, Noruega, Kenia y Sudáfrica. La red proporcionará un espacio de colaboración para que sus miembros aceleren las soluciones de capital en energías renovables. 

En esa misma línea, también se anunciaron nuevos compromisos para desbloquear miles de millones de dólares destinados a financiar soluciones para el clima y la naturaleza a través de la iniciativa Giving to Amplify Earth Action (GAEA). GAEA también ha incorporado un nuevo Acelerador de Grandes Apuestas, cuyo fin es amplificar y acelerar las asociaciones público-privadas filantrópicas e innovadoras a nivel mundial para poder alcanzar las emisiones netas cero, revertir la pérdida de biodiversidad y preservar la naturaleza.

Rhoda N. Wainwright: «Una variable importante en la producción de cine debería ser la sostenibilidad medioambiental»

Rhoda N. Wainwright

Rhoda N. Wainwright, figura destacada en la industria del cine con más de 20 años de experiencia en producción, dirección y guion, ha dejado una huella significativa en el mundo cinematográfico. Sus obras premiadas y seleccionadas en numerosos festivales internacionales la han consolidado como una experta en la industria. Además, como cofundadora de Fiction Changing the World, empresa especializada en el desarrollo de contenidos que integran mensajes de sostenibilidad en ficciones audiovisuales y Mrs. GreenFilm, empresa de consultoría enfocada en reducir los impactos medioambientales de las producciones audiovisuales, Rhoda ha demostrado un compromiso notable con la sostenibilidad en el cine. En esta entrevista, exploramos con ella la evolución de la conciencia sostenible en la industria cinematográfica y los desafíos que enfrenta en un panorama audiovisual en constante cambio.

¿Cuándo y cómo surgió tu interés por la sostenibilidad en la producción cinematográfica?

La primera vez que oí hablar de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenibles) fue a finales de 2017. Había quedado con una de mis mejores amigas, Paloma Andrés Urrutia, que llevaba años trabajando en sostenibilidad, para tomar un café y ponernos al día. Mientras charlábamos me contó lo frustrada que estaba porque apenas nadie conocía los ODS. Yo tampoco sabía lo que eran y cuando me lo explicó casi me explota el cerebro. Resulta que por fin existía un acuerdo global que podría significar que la humanidad no se extinga, y la población en general no lo conocíamos. Paloma me contaba que la información era pública, pero que básicamente solo llegaba a quienes ya trabajaban en sostenibilidad y que además estaba escrita en un lenguaje complejo, técnico y lleno de acrónimos. Para el ciudadano de a pie, leer esos textos era básicamente como enfrentarse a un texto en latín. 

Mi trayectoria profesional siempre ha estado ligada al audiovisual y este es un sector que llega a miles de millones de personas en todo el mundo. Así que decidimos unir nuestro conocimiento y experiencia para transmitir de forma sencilla las metas de la humanidad (ahora mismo reflejadas en los ODS) y diversos mensajes de sostenibilidad a través de contenido de ficción dirigido a audiencias masivas. A partir de ahí fundamos Fiction Changing the World

Cuando estábamos generando la metodología que permitiera integrar con rigor esos mensajes de sostenibilidad en la ficción nos dimos cuenta de que era fundamental que la producción de estos contenidos también fuera sostenible. En España eso no estaba sucediendo, así que decidimos ponernos a trabajar en ello y acabamos creando Mrs. Greenfilm con tres socias más para ayudar a la industria audiovisual española a reducir sus impactos medioambientales y producir de una forma más sostenible. 

Personalmente, amo la industria del cine y haber podido ser parte del grupo de pioneros que está ayudando a su transformación está siendo una experiencia maravillosa.

«Ser parte del grupo de pioneros que está ayudando a la transformación de la industria del cine es una experiencia maravillosa»

En tu experiencia, ¿cuáles consideras que son los mayores descuidos ambientales en la realización de películas y programas de televisión?

En mi opinión, la falta de una planificación estratégica que incluya criterios de sostenibilidad es lo que puede llevar a tener mayores impactos. A la hora de crear el diseño de la producción, una variable importante a tener en cuenta debería ser la sostenibilidad medioambiental. Hasta ahora, el criterio creativo y el económico mandaban. Nosotros proponemos añadir a la balanza el criterio de la sostenibilidad para intentar evitar situaciones como rodar escenas de lluvia torrencial donde se consumen decenas de miles de litros de agua potable cada jornada en una zona afectada por la sequía. La correcta gestión de los residuos también es otro tema que está constando implementar al 100% porque son muchos los residuos generados a diario en un rodaje, además de los derivados de la construcción y desmontaje de decorados.

¿Como cofundadora de Mrs. Greenfilm, ¿puedes compartir algunos proyectos específicos en los que se hayan implementado prácticas sostenibles?

En los últimos dos años hemos trabajado en más de 100 proyectos de series y películas españolas que han incluido criterios de sostenibilidad con mayor o menor intensidad. Algunos de los que ya se han estrenado son La Sociedad de la Nieve, Los Farad, Élite, Operación Triunfo, Saben Aquel, Cerrar los ojos, Las Niñas de Cristal, Maridos, Chinas, Culpa Mía, Montecristo o Zorro.

¿Cómo impacta la sostenibilidad en la toma de decisiones creativas durante el proceso de producción y dirección?

De momento impacta poco. El criterio creativo manda.  Desde sostenibilidad se hacen sugerencias para intentar evitar los impactos, pero en muchas ocasiones esto no es posible por lo que trabajamos en reducir los impactos derivados de las decisiones creativas. Hay que tener en cuenta que, en la mayoría de las ocasiones, cuando nos incorporamos a los proyectos, los guiones ya están cerrados y es muy difícil que se hagan cambios sustanciales en ese momento. Lo ideal sería poder trabajar con los guionistas, directores y productores en la fase de desarrollo del proyecto para así buscar maneras de reducir aún más los impactos. Es polémico pensar en que la sostenibilidad afecte a lo creativo, hay quien se lleva las manos a la cabeza cuando este tema se menciona, sin embargo, nadie pestañea cuando son criterios económicos los que ponen límites a la creatividad. En mi opinión deberíamos ser capaces de trabajar conjuntamente en la fase de desarrollo para que se generen las mejores producciones posibles reduciendo al máximo sus impactos.

Con la proliferación de plataformas de streaming y la creciente demanda de contenido, ¿cómo crees que la industria del cine puede equilibrar la producción masiva con la sostenibilidad?

Para equilibrar la producción masiva sería necesario que se crearan leyes que marcaran criterios claros de sostenibilidad para la industria del cine. Sin embargo, mientras esto no ocurra, son precisamente agentes como las plataformas de streaming y los grandes estudios cinematográficos los que tienen que hacer esfuerzos para reducir los impactos de cada una de sus producciones. Esto ya está ocurriendo en algunas plataformas en las que se dedica una partida presupuestaria para la inclusión de un departamento de sostenibilidad y para la implementación de medidas que reduzcan la huella de carbono de los proyectos. También hay que tener en cuenta que la industria cinematográfica depende de los avances en otros sectores para poder reducir sus impactos, como sucede ahora mismo con el uso de vehículos más eficientes. Por mucho que una productora quiera alquilar los vehículos más eficientes para su rodaje, si las empresas de alquiler de vehículos apenas tienen vehículos de bajas emisiones no podrán tener acceso a esos camiones, furgonetas y coches. Sucede lo mismo con los generadores eléctricos de energía, cuyo uso reduciría significativamente las emisiones directas de las producciones, pero de momento en España solo se están pudiendo utilizar pequeños generadores que no tienen suficiente potencia para alimentar al rodaje entero y es necesario seguir usando generadores de combustible de gran potencia.

«Hasta ahora, el criterio creativo y el económico mandaban, nosotros proponemos añadir a la balanza el criterio de la sostenibilidad»

¿Cuál es tu opinión sobre las medidas que se están tomando a nivel global para promover la sostenibilidad en la industria cinematográfica? 

Las medidas más destacables que estamos viendo a nivel global son la inclusión en presupuestos de partidas para la reducción de impactos y la creación de premios y sellos con cierto prestigio a producciones que implementan medidas de sostenibilidad o que incluyen mensajes de sostenibilidad. Por otro lado, también vemos que tanto productoras, plataformas, estudios y actores están tomando conciencia del riesgo reputacional que puede suponer para todos ellos que en alguno de sus proyectos haya algún impacto medioambiental grave y esto hace que cada vez se alineen más con objetivos de sostenibilidad en sus proyectos. No obstante, todavía nos queda mucho camino por andar, hace falta más formación y concienciación para que la sostenibilidad forme parte de la manera estandarizada de producir.

Dada tu experiencia en festivales internacionales, ¿has notado un aumento en la conciencia sostenible en la selección y premiación de películas? 

En los últimos años estamos viendo ese aumento en la conciencia sostenible a la hora de premiar. Existen ya premios como los EMA Awards en EE.UU, los Sustainable Development Goals Lions en Cannes, los Premios Produ en Latinoamérica, la Espiga Verde en Seminci, el Another Way Film Festival en Madrid, el festival FINCA en Argentina o el FICMA en Barcelona. Sería muy interesante verlo reflejado en más festivales y premios de gran prestigio internacional como los Goya, los Oscar o los Globos de Oro.

¿Qué consejos darías a los y las cineastas emergentes que desean incorporar prácticas sostenibles desde el principio de sus carreras?

Les recomendaría que se formaran para tener un mínimo de nociones básicas de sostenibilidad en rodajes, que cuenten con un departamento de sostenibilidad en sus proyectos y que incluyan los criterios sostenibles desde la fase de desarrollo.

¿Existen barreras significativas para la implementación generalizada de prácticas sostenibles en la industria del cine? ¿Cómo se pueden superar? 

Son varios los retos para conseguirlo. Es necesario que se siga formando personal especializado, pues casi no hay cantera de Eco PA [asistentes de producción] y Eco managers. También es importante que los clientes entiendan bien qué es lo que hacemos, que no basta con separar bien los residuos o con reducir el uso de botellas de plástico. Sigue habiendo bastante desconocimiento sobre lo que significa aplicar criterios de sostenibilidad en rodajes y es importante que la sostenibilidad sea un criterio más a la hora de tomar decisiones. Otra barrera sería la falta de disponibilidad de vehículos y generadores de bajas emisiones, todos los sectores han de transformarse y eso lleva tiempo.

Como parte de Fiction Changing the World, ¿cómo crees que las historias pueden ser agentes de cambio para promover la sostenibilidad y la conciencia ambiental?

El cine es un gran generador de empatía y de referentes, nos muestra otras partes del mundo, otras personas y formas de vida. El ser humano siempre ha utilizado los relatos para transmitir información importante en forma de parábolas o cuentos con moralejas, el cine tiene que seguir haciendo eso. La industria audiovisual llega a millones de personas en todo el planeta y hay que aprovechar su potencial sensibilizador para seguir transmitiendo mensajes tan importantes como las metas de la humanidad para no extinguirse y para hacer una llamada a la acción.

El aviso silencioso de la desaparición del Ártico

El aviso silencioso de la desaparición del Ártico

El efecto invernadero, causante del cambio climático, provoca que cada década se derrita un 12,2% de la superficie del hielo ártico, con nefastas consecuencias ambientales si no se toman medidas urgentes.


El cambio climático tiene múltiples consecuencias, pero de todas ellas hay una especialmente silenciosa: la desaparición del hielo polar. El derretimiento provocado por el calentamiento global provoca una pérdida del 12,2% de la extensión del Ártico cada década, según calcula la NASA, lo que repercute directamente en la estabilidad climática y ambiental del presente y el futuro cercano.

Desde que se empezaron a tomar imágenes por satélite del estado de los polos, en 1979, se puede constatar que el hielo no ha hecho más que reducirse año a año, aunque es en los últimos periodos cuando se están registrando las cifras mínimas históricas.

Desde 1985, el hielo de más de 4 años de formación ha pasado de suponer algo más del 30% a menos del 10%

Concretamente, el hielo ártico ha pasado de ocupar 16,91 millones de kilómetros cuadrados a finales de la década de los 70 a tan solo 4,79 en 2023. Su mínimo histórico se registró en 2021, con tan solo 3,79 millones de km2 durante el mes de septiembre, momento de referencia anual ya que es cuando el hielo alcanza su mínimo, coincidiendo con el final del verano en el hemisferio norte.

A este ritmo, las expectativas a futuro no son nada optimistas: se calcula que para 2050 hasta el 45% de la infraestructura existente en el Ártico estará en alto riesgo debido al deshielo. Otros estudios sitúan su completa desaparición en la década de 2030.

La extensión no es el único parámetro que permite medir la desaparición del Ártico; también la antigüedad del hielo que lo compone, cada vez más joven. Como puede verse en las imágenes debajo de estas líneas, apenas queda ya superficie con más de 4 años porque la gran mayoría se crea y desaparece en menos de un año. Desde 1985, el hielo más «veterano» ha pasado de representar algo más del 30% a menos del 10%.

 

La pérdida del Ártico tiene múltiples consecuencias, entre las que destacan la aceleración del cambio climático, el aumento del nivel del mar, los cambios en los patrones climáticos a nivel global o la pérdida de fauna y especies marinas. 

Por eso, el World Economic Forum que tendrá lugar del 15 al 19 de enero ha fijado entre sus prioridades la transición hacia energías sostenibles, la adaptación a los cambios climáticos algunos de ellos ya inevitables y la mejora de la colaboración internacional para investigar, proteger el hábitat natural y reducir las emisiones que provocan el efecto invernadero y no han dejado de crecer en las últimas décadas.

Se calcula que para 2050, el 45% de su extensión estará en alto riesgo, aunque otros estudios apuntan a su completa desaparición

«La desaparición del hielo marino en la cima del mundo no solo sería una señal emblemática del colapso climático, sino que tendría consecuencias globales dañinas y peligrosas», explica Jonathan Bamber, profesor de Geografía Física de la Universidad de Bristol.

Los peces también migran ante el aumento de temperaturas

Ilustración por Valeria Cafagna

Un novedoso estudio demuestra cómo los peces se desplazan hacia los polos o a aguas más profundas para evitar el incremento de las temperaturas. Los expertos enfatizan que estos cambios pueden conllevar graves consecuencias en el futuro.


Las migraciones climáticas ya son una realidad en muchas partes del planeta. Huir de zonas en las que la vida humana no puede desarrollarse con normalidad debido al aumento de las temperaturas será algo cada vez más habitual. Y lo veremos. ¿Qué pasa con lo que no vemos? ¿Qué ocurre con los cientos de millones de peces que viven en el mar? ¿Y si sus cambios fueran mucho más rápidos que los de los seres humanos en tierra? ¿Y si ellos también migraran y eso pudiera tener consecuencias para las personas?

Los efectos del calentamiento global, como su propio nombre indica, no dejan nada por perturbar. La mirada antropocéntrica no debe desviarnos del estudio de aquello que va más allá de lo humano pues, como bien está demostrado, las personas tan solo somos un eslabón más en una cadena trófica más sensible de lo que podemos llegar a pensar. Este interés es lo que ha llevado a varios investigadores de la Universidad de Glasgow a concluir que la mayoría de las poblaciones de peces están respondiendo al calentamiento global desplazándose hacia aguas más frías cercanas a los polos norte y sur.

Los peces migran hacia el polo sur y norte o hacia aguas más profundas para evitar el aumento de las temperaturas

Esta postura se deduce de los últimos estudios sobre el impacto del cambio climático en nuestros océanos, que también recogen otra dinámica en estos peces: algunos de ellos deciden trasladarse a aguas más profundas, siempre como un intento de encontrar espacios más fríos en los que vivir.

Se trata de la primera vez que se estudia de forma tan exhaustiva estos desplazamientos. Los expertos han examinado los datos de 115 especies de las principales regiones oceánicas, con un total de 595 respuestas de las poblaciones de peces marinos al aumento de la temperatura.

No es baladí este cambio en los peces, pues la temperatura del agua circundante les afecta en funciones críticas como el metabolismo, el crecimiento y la reproducción. Además, las especies marinas suelen tener un rango de temperatura habitable muy limitado, lo que hace que «incluso las pequeñas diferencias en el agua sean imposibles de soportar», tal y como explica la investigación publicada en Global Change Biology. Como resultado, los cambios en la vida marina causados por el calentamiento global se han dado hasta siete veces más rápido que las respuestas de los animales en tierra. Una de sus repercusiones más graves ha sido la desaparición total de especies de peces en algunos lugares.

«Nuestra capacidad para predecir las reubicaciones de los peces será vital para mantener la seguridad alimentaria»

De esta forma, «nuestra capacidad para predecir las reubicaciones de los peces será vital para proteger los ecosistemas mundiales y mantener la seguridad alimentaria», añaden desde el centro académico. Carolin Dahms, autora principal del estudio, señala cómo la pesca también afecta a estas reubicaciones, ya que las especies explotadas comercialmente se desplazan más lentamente.

Todo ello deja en el aire cómo esta alteración puede afectar a las personas, tal y como concluye Shaun Killen, también autor del estudio: «Si las presas de estas especies no se trasladan también, o si estas especies se convierten en una perturbación invasora en su nueva ubicación, podría haber graves consecuencias en el futuro».

La sequía económica de la desertificación

La falta de recursos hídricos provocada por el cambio climático tiene efectos en la economía a varios niveles y sectores y se calcula que puede afectar al 75% de la población mundial en 2050.


La sequía mundial, fenómeno en aumento debido al cambio climático, no solo amenaza la disponibilidad de agua, sino que también pone en riesgo la estabilidad económica global. En un mundo donde los mercados y economías se interconectan, los efectos de la desertificación se filtran en diversos sectores, desde la agricultura hasta la generación de energía, con una serie de consecuencias económicas que son cada vez más palpables.

En los campos de cultivo, la sequía actúa como un ladrón silencioso, robando la productividad y dejando a los agricultores en la cuerda floja. Entre 2015 y 2019, al menos 100 millones de hectáreas de tierras sanas y productivas se degradaron cada año, lo que ha perjudicado a la seguridad alimentaria e hídrica a nivel mundial. Según cálculos de Naciones Unidas, la pérdida equivale al doble del tamaño de Groenlandia y afecta a las vidas de 1.300 millones de personas, directamente expuestas a la degradación de la tierra.

 

Según la Organización Meteorológica Mundial, los daños económicos de las sequías aumentaron un 63% en 2021 en comparación con la media de los últimos 20 años. En toda la Unión Europea, se calcula que ese año se perdieron más de 56.000 millones de euros a consecuencia del cambio climático, según datos de Eurostat.

Se estima que para el año 2050 la sequía pueda afectar al 75% de la población mundial

La escasez de agua no solo reduce el tamaño de las cosechas, sino que también impacta en la calidad de los productos agrícolas, lo que, a su vez, se traduce en un aumento de los precios de los alimentos para los consumidores. También el sector energético, que depende de fuentes hídricas como los embalses y los ríos, se ve afectado por la falta de lluvias. Esto hace que aumente la dependencia de los combustibles fósiles, lo que genera más costes y contaminación. 

La industria manufacturera y el comercio internacional también dependen del agua para sus procesos productivos. Por ejemplo, las vías marítimas de ríos como el Rin, en Alemania, el Mississippi, en Estados Unidos o el Yangtsé, en China, ven cómo su comercio se ve afectado por el descenso en sus caudales.

Estos problemas derivados de la falta de agua afectan cada vez a más población a nivel mundial, aunque es una cifra que fluctúa de un año a otro. 2015 fue el año más fatídico: el 64,8% de la población total estuvo expuesta a la sequía, y un 28,9% lo hizo en un grado extremo o severo, el máximo en el período 2000-2019.  Se estima que para el año 2050 la sequía pueda afectar al 75% de la población mundial.

Cada año se pierden unos 100 millones de hectáreas, equivalente a toda la superficie de Groenlandia

En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28) celebrada este mes se señaló, una vez más, que el único modo de avanzar a nivel mundial es respetando los límites planetarios y las interdependencias de todas las formas de vida. «Tenemos que llegar a acuerdos globales vinculantes sobre las medidas proactivas que deben tomar las naciones para reducir las sequías», explicó Ibrahim Thiaw, secretario ejecutivo de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación.

«Necesitamos una transformación profunda para hacer frente a las sequías, que cada vez son más frecuentes y graves, reduciendo los niveles de los embalses, hundiendo el rendimiento agrícola, afectando la diversidad biológica y extendiendo las hambrunas», añadió Thiaw.

Cuatro pódcast clave sobre activismo social

El activismo también se hace en los pódcast, un formato que acerca a los oyentes a historias de lucha e injusticia y que nos ayuda a comprender y mejorar nuestra sociedad.


En los últimos años, el pódcast se ha convertido en una de las principales vías de comunicación y difusión de contenido, y no deja de crecer. Según el último informe de la plataforma iVoox, un 36,21% de los 3.600 encuestados afirma escuchar más pódcast que el año pasado, o lo hace con la misma asiduidad que el año anterior (54,05%). Heredero de la radio, sirve para entretener y divulgar, pero también para concienciar: y es que muchos activistas están aprovechando el tirón de este nuevo formato para dar a conocer su trabajo y las diversas causas e injusticias sociales que cada día afectan a millones de personas en el mundo. Así, a golpe de click y desde cualquier lugar podemos aprender y concienciarnos sobre temas como los derechos humanos, la violencia de género o el cambio climático. 

A continuación, presentamos cuatro pódcasts que pueden ayudar a comprender mejor la sociedad en la que vivimos y, por qué no, suponer el primer paso hacia el cambio.

¿Quién dijo miedo? 

Con ocasión del 75 aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, la organización Amnistía Internacional ha presentado este pódcast en el que se da voz a diversos activistas por los derechos humanos, que cuentan sus historias de vida y lucha. Sus perspectivas nos ayudan a entender muchos de los conflictos activos en el mundo y a obtener información real de primera mano.

 

 

Greenflags 

El pódcast impulsado por la organización ecologista Greenpeace, tiene como presentadora a Andrea Compton que, en cada edición, recibe a una personalidad diferente para charlar sobre temas como el reciclaje, los incendios forestales o la pobreza energética. Así, podremos conocer los problemas a los que se enfrenta nuestro planeta mediante informaciones contrastadas y explicaciones dadas en un tono muy ameno.

 

 

Yonki 

Oihan Iturbide dirige este espacio de entrevistas en el que escucharemos los testimonios de investigadores de las adicciones y también de personas que han padecido adicción a las drogas, al juego, a la pornografía o al trabajo. Las palabras de los entrevistados nos ayudan a comprender mejor un tema que afecta a millones de personas en el mundo y especialmente a personas en situación de vulnerabilidad, y sobre el que aún hoy cunde la desinformación. El propio Iturbide describe así el propósito del pódcast: «conocer para reconocer».

 

Jaula de oro

Este pódcast de la plataforma Podimo cuenta la historia de Gabriela (nombre ficticio), una mujer maltratada de clase alta que se ve envuelta en una trama de corrupción por culpa de su pareja. La narración, construida a partir de las vivencias reales de la víctima, se completa con entrevistas a expertos en violencia de género, presentando así un relato pormenorizado y contextualizado. Uno de los objetivos del pódcast, según sus creadores, es concienciar sobre la violencia de género como un problema que pueden tener todos los tipos de mujeres, también las que gozan de formación y una buena posición social.

 

Estos son solo algunos de los programas que, en formato pódcast, podemos encontrar en Internet para conocer los problemas que asolan el mundo y comenzar nuestro camino hacia una sociedad más justa.