“Un turismo que tiene en cuenta las repercusiones actuales y futuras, económicas, sociales y medioambientales de la industria, el entorno y de las comunidades anfitrionas”. Es la definición que ofrece la Organización Mundial del Turismo sobre un turismo sostenible que resulta imprescindible para combinar el ocio y la salud del planeta.
Categoría: Agenda 2030
Rutas alternativas al Camino de Santiago para descubrir la naturaleza este verano
El Camino de Santiago atrae cada año a miles de personas, convirtiéndose en la ruta de peregrinación más famosa de Europa. Solo en 2022, más de 437.500 peregrinos obtuvieron la Compostela, según la Oficina de Acogida al Peregrino de Santiago de Compostela, recorriendo sus senderos a pie, en bicicleta o incluso a caballo, en busca de fe o aventuras. Sin embargo, más allá de este emblemático viaje, existen otros horizontes cargados de kilómetros, pero sobre todo de naturaleza.
A través de tres alternativas como la Ruta de DonQuijote, el Camino del Cid y la Senda Pirenaica, descubrimos alternativas para un verano sostenible y diferente cargado de belleza, tradición y paisajes indómitos.
La Ruta de Don Quijote
¿Te imaginas vivir las aventuras de uno de los caballeros andantes más famosos de la historia de la literatura? La Ruta de Don Quijote ofrece la oportunidad de conocer las impresionantes tierras manchegas, siguiendo los pasos de Don Quijote, el inolvidable personaje de la novela de Miguel de Cervantes. El recorrido, que abarca aproximadamente 2.500 kilómetros y atraviesa 148 municipios, ha sido reconocido como Itinerario Cultural Europeo y fue creado en conmemoración de los 400 años desde la publicación del libro.
La Ruta de Don Quijote ha sido reconocida como Itinerario Cultural Europeo y fue creada en conmemoración de los 400 años del libro
La ruta nos lleva por extensas llanuras doradas con campos de trigo que se extienden hasta donde alcanza la vista; emblemáticos molinos de viento que se confunden con gigantes; lugares de gran valor cultural e histórico como el Castillo de Almonacid de Toledo, el Castillo de Peñas Negras o el encantador pueblo de El Toboso, lugar de nacimiento de la musa de Don Quijote, Dulcinea; y parques y reservas naturales de gran belleza, como el de las Lagunas de Ruidera o el Parque Natural del Alto Tajo.
El Camino del Cid
Esta vez, no son los pasos del Quijote los que nos guían, sino los del legendario Cid Campeador, Rodrigo Díaz de Vivar. Esta ruta turística y cultural atraviesa cuatro comunidades autónomas (Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón y la Comunidad Valenciana) y ocho provincias (Burgos, Soria, Guadalajara, Zaragoza, Teruel, Castellón, Valencia y Alicante), cubriendo más de 2.000 kilómetros en total. Dada su amplia extensión, el camino está dividido en rutas tematizadas de entre 50 y 300 kilómetros aproximadamente, a lo largo de los que podrás explorar lugares declarados Patrimonio Mundial y encontrar joyas de la arquitectura románica, mozárabe, mudéjar, islámica y gótica; así como descubrir una gran variedad de paisajes naturales, como los más de 70 espacios protegidos que ofrece el camino.
El viaje, que se inicia en Burgos y finaliza en Alicante, se rige por el poema épico medieval hispánico del Cantar de mío Cid. Todos los parajes y castillos que aparecen en el texto pueden disfrutarse a través de este itinerario, aunque también se recorren parajes que no figuran en el poema, pero que están vinculados a la figura del Cid. A través de toda una serie de rutas tematizadas, este camino se ha convertido en toda una referencia internacional, combinando arte, historia, naturaleza y la diversidad cultural que caracterizaba la España medieval.
La Senda Pirenaica
En este recorrido, que une el mar Cantábrico y el Mediterráneo a través de un camino de 800 kilómetros, existe el ritual entre los caminantes de tomar agua del Mediterráneo en un frasco y verterla en el Cantábrico. Esta ruta serpentea la cordillera de los Pirineos, comenzando en el Cabo de Higuer y finalizando en el Cabo de Creus. No obstante, también existe la opción de realizar el camino a la inversa.
La Senda Pirenaica cuenta con 14 etapas repartidas en 800 kilómetros
A lo largo del trayecto, uno puede disfrutar de mares azules y cristalinos, pueblos donde reina el silencio, bosques de alcornoques y selvas de hayas. Algunas de las maravillas naturales que pueden encontrarse son el Parque Natural de los Valles Occidentales, el Parque Nacional de Ordesa, el Monte Perdido o el Parque Natural Posets-Maladeta. Además, en cada una de sus catorce etapas, se pueden encontrar diferentes albergues y refugios donde poder descansar y reponer fuerzas para el día siguiente.
Conectando lo rural con lo digital
La tecnología puede ser una gran aliada para frenar la despoblación de muchas áreas rurales de España y darles una nueva vida. Una oportunidad que pasa por la reducción de la brecha digital y por conseguir un tejido empresarial digitalizado que ofrezca opciones laborales de futuro a sus habitantes.
Los ‘ruralfluencers’, un fenómeno que da voz a la España rural
Si bien solemos asociar a los influencers con el glamour y el ajetreo de la ciudad, ha surgido una nueva tendencia que ha captado el interés de miles de personas y medios de comunicación: los ‘ruralfluencers’. Personas anónimas que comparten sus historias y experiencias desde el campo, inspirando a muchos y demostrando que el estilo de vida rural también puede ser fascinante.
Su objetivo es dar a conocer el sector primario, sus retos y oportunidades, así como reivindicar su valor y su dignidad
La actividad en redes sociales de estos nuevos líderes de opinión está contribuyendo a cambiar la percepción del mundo rural, mostrando la importancia del sector primario, esencial para la alimentación, la economía y el medio ambiente. Además, promueven el desarrollo rural, el emprendimiento, así como la innovación y la digitalización en el campo, lo que se traduce en creación de nuevos empleos y oportunidades. Una realidad que llega cada día a más jóvenes a través de las plataformas digitales.
Desde la aparición de Miquel Montoro en 2017, un joven instagramer y youtuber mallorquín que explicaba de manera muy singular las peculiaridades del campo, el entorno rural ha cobrado gran interés por el público. El «¡Ostia pilotes!» de este joven se hizo tan viral que su protagonista acabó sentado en el programa La Resistencia de Movistar+. Montoro, con más de 452.000 seguidores en Instagram, demostró que, a través de redes sociales, se podía hablar sobre el campo, conectar con la naturaleza y transmitir la pasión por la agricultura y la vida rural. Y lo más importante, generaba interés entre la audiencia. Desde ese momento multitud de perfiles tanto en Instagram como en Tik Tok han comenzado a compartir contenido sobre el entorno rural.
Lucía Velasco, por ejemplo, es una vaquera asturiana que lleva 20 años trashumando con sus vacas por el parque natural de Somiedo. A través de redes sociales comparte su trabajo y su pasión por los animales y el paisaje que la rodea. La influencia de esta asturiana, con más de 33.000 seguidores en Instagram, ha sido tal que en 2018 obtuvo el Premio de Excelencia a la Innovación para Mujeres Rurales que otorga el Ministerio de Agricultura y Pesca y Alimentación, en su categoría “Excelencia a la innovación en la actividad agraria” por su proyecto “Vaqueira Siglo XXI-Ganaderas Asturianas”.
Otra ganadera y agricultora con gran impacto en redes es Miriam Delgado, que con su perfil Jóvenes Agricultoras, visibiliza la vida rural y el trabajo de la gente joven en la ganadería y la agricultura. Una cuenta a través de la que también reivindica el compromiso y el esfuerzo de su generación para alcanzar sus objetivos y desarrollar su trabajo en zonas de la España vaciada.
Pero los ‘ruralfluencers’ no solo entretienen, sino que también educan e informan. Tras el perfil de Agrijoven se encuentra Adrián, un ”Spanish Tractor Driver” como dice su biografía, que muestra, subido a su tractor, todos los entresijos y peculiaridades de la agricultura con el objetivo de ponerla en valor. Sus más de 28.000 seguidores en Instagram demuestran el interés que hay por la vida en el campo, creando además una comunidad de profesionales de la agricultura donde compartir consejos y recomendaciones. Su objetivo es dar a conocer el sector primario, sus retos y oportunidades, así como reivindicar su valor y su dignidad.
Los ‘ruralfluencers’ son un ejemplo de que vivir y trabajar en el campo con pasión, creatividad y modernidad es posible, sin dejar de lado las nuevas tecnologías y la innovación.
Wangari Maathai: la mujer que sembró la esperanza en África
Nacida en 1940 en una familia de agricultores kĩkũyũ, el grupo étnico más numeroso de Kenia, Wangari Maathai mostró un gran interés por el aprendizaje y la educación desde muy pequeña, lo que le permitió acceder a una beca para estudiar en Estados Unidos y convertirse en pionera de muchas hazañas. Allí se licenció en Biología y se doctoró en Anatomía Veterinaria. Regresó a Kenia en 1966 y se incorporó a la Universidad de Nairobi como profesora e investigadora.
Fue la primera mujer africana en recibir el Premio Nobel de la Paz en 2004
En los años 70, Maathai empezó a involucrarse en el activismo social y político, denunciando la corrupción, el autoritarismo y el neocolonialismo del régimen de Daniel Arap Moi, presidente de Kenia entre 1978 y 2002. También se dio cuenta de los graves problemas ambientales que afectaban a su país, como la deforestación, la erosión del suelo y la escasez de agua. Fue entonces cuando tuvo una idea transformadora: plantar árboles.
Un símbolo de resistencia pacífica y empoderamiento femenino
En 1977 fundó el Movimiento Cinturón Verde (Green Belt Movement), una organización que movilizó a miles de mujeres para reforestar sus comunidades con especies de árboles autóctonas. Los árboles proporcionaban sombra, alimento, leña, medicina y materiales para construir y vender. Además, las mujeres recibían una pequeña compensación económica por cada uno que plantaban. El objetivo era restaurar el ecosistema y mejorar las condiciones de vida de las personas más pobres y marginadas.
El Movimiento Cinturón Verde se convirtió en un símbolo de resistencia pacífica y empoderamiento femenino
Maathai no solo enseñaba a las mujeres a plantar árboles, sino también a participar en la toma de decisiones y defender sus derechos. Trabajó incansablemente para proporcionarles las herramientas necesarias con la que convertirse en agentes de cambio. Talleres de liderazgo o programas de capacitación en agricultura sostenible ayudaron a que las mujeres africanas se convirtieran en catalizadoras del desarrollo social y ambiental.
En 2002 Maathai fue elegida miembro del Parlamento de Kenia con el 98% de los votos en su circunscripción y ministra adjunta de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Conocida cariñosamente como “Mamá Árbol”, impulsó políticas para promover el desarrollo sostenible, la gestión participativa y el respeto a los derechos humanos. Participó activamente en foros internacionales como Naciones Unidas, donde fue nombrada Mensajera de la Paz en 2009.
Una fuente de inspiración para todos
En 2004, Wangari Maathai recibió el Premio Nobel de la Paz por su contribución al desarrollo sostenible, la democracia y la paz. Fue la primera mujer africana en obtener este galardón, que reconocía su liderazgo y su visión sobre los problemas globales. En su discurso de aceptación, Wangari Maathai habló de la importancia de proteger el medio ambiente, respetar los derechos humanos, así como promover la igualdad de género y fomentar la cultura de la paz. Su mensaje fue un ejemplo de sabiduría, de humildad y de esperanza.
Maathai falleció en 2011 a causa de un cáncer, pero su legado permanece vivo en las personas que siguen su ejemplo y su filosofía. Fue una mujer extraordinaria que demostró al mundo que los árboles son símbolos de vida, de esperanza, de dignidad y de libertad. Se convierten en aliados para combatir el cambio climático, la pobreza y la violencia, porque como decía Wangari: “Cuando plantamos árboles, plantamos las semillas de la paz y las semillas del amor”.
Laia Ribas: “Un asentamiento en Marte sería absolutamente sostenible; eso nos enseña lo mal que lo hacemos en la Tierra”
¿Cómo sería la vida para los humanos si pudiéramos habitar en otro planeta? La respuesta es, sin duda, compleja, pero hay algo incuestionable: sería absolutamente sostenible y circular.
Al margen de los trajes espaciales y de los vehículos futuristas que pudieran formar la estampa de un asentamiento en otro planeta, si algo sabemos es que el aprovechamiento máximo de los recursos sería la norma en un modus vivendi semejante: vivir con la mitad (o menos) del agua que utilizamos diariamente, consumir a diario las frutas y verduras de un huerto propio, regadas con agua reciclada, comer pescado criado el patio trasero de la propia vivienda… Todo eso es posible, y sin hacer grandes sacrificios. Lo sabemos gracias a las conclusiones de las nueve científicas catalanas que participaron en el proyecto Hypathia 1, un simulador que recreó las condiciones de Marte en el desierto de Utah (Estados Unidos).
Una de ellas, Laia Ribas (Tarrasa, 1979), bióloga especializada en acuicultura e investigadora del CSIC en el Instituto de Ciencias del Mar, cuenta cómo ha sido la experiencia de ‘vivir en Marte’ con un modo de vida cien por ciento sostenible durante 15 días. Pero no solo eso, sino que además comparte su opinión sobre la importancia del empoderamiento de las mujeres en la ciencia. Para ella, supone combatir a los fenómenos sociales que impiden a muchas jóvenes desarrollarse exitosamente en carreras STEAM.
¿Cuál es la exactitud de las condiciones de la vida en Marte que recrea el proyecto Hypathia 1?
Con este proyecto hemos intentado simular esas condiciones al máximo. Por ejemplo, teníamos restricciones de comida, muchos alimentos eran deshidratados, como la típica comida para los astronautas en el espacio.
Lo único fresco que comíamos era lo del invernadero, del cual yo estaba a cargo. Me refiero a medio tomate cherry por día en promedio, y no a diario. En total, durante los 15 días, comimos tan solo tres pepinos y un poco de lechugas. Yo les decía a mis compañeras “oye, tú come, que no tenemos nada más fresco, no te quejes de las lechugas” (risas).
También teníamos limitaciones de internet. Sin embargo, por las noches trabajamos mucho haciendo los récords, es decir, hacíamos el recuento de cuánta agua necesitamos para regar las plantas, repasamos lo que había pasado durante el día en el invernadero, reportamos los niveles generales de agua, etcétera.
De modo que, realmente, era como estar en el planeta rojo.
Las condiciones eran como las de Marte. Teníamos que pedir permiso para salir fuera. Incluso, un día que lo pedimos, desde ‘la Tierra’ nos dijeron que no era posible. Y todo eso lo teníamos que planear con un día de antelación.
“Queremos que cada vez más niñas crean que pueden formar parte de investigaciones de esta naturaleza, y que no escuchen a las presiones sociales que les impiden lograrlo”
Hago especial hincapié en el tema del agua, porque solo teníamos 2.000 litros y tuvimos que limitar su consumo muchísimo. Al final, lo hicimos muy bien, porque fuimos muy restrictivas. Tan solo utilizamos 12 litros por persona (para beber, aseo, limpieza general…). En pocas palabras, únicamente gastamos la mitad del tanque que teníamos. Con ello demostramos que se puede vivir con mucha menos agua, y que se puede solucionar el tema del desperdicio.
También recalco en que lo que vivimos fue lo más parecido a la realidad, porque utilizábamos el traje de astronauta, que pesa 10 o 12 kilos, y es muy cansado llevarlo, además de que hacía muchísimo calor allí.
¿De qué manera estudiar cómo podría ser la vida en Marte nos ayudaría a ser más sostenibles en la Tierra?
Nos ayudaría al cien por cien. Yo empecé a trabajar con este proyecto hace tres años. No me refiero solo a Hypatia 1, sino a estudiar cómo podríamos hacer la vida más sostenible en Marte. Entonces, me invitaron al proyecto NÜWA (que es el nombre de una diosa china, asociada al nacimiento de la vida) cuyo objetivo era diseñar una ciudad para un millón de habitantes en ese planeta.
Soy bióloga, y hace más de 20 años que me dedico a la acuicultura, y mi participación en esto fue formar parte de la comisión encargada de controlar la comida y los bienes para ese millón de seres humanos (en especial, la cría de peces en condiciones de otros planetas). Gracias a eso, nos dimos cuenta de que pensar en un asentamiento en Marte, o en la Luna, donde los recursos son muy limitados, requiere que todo deba ser ideado para ser reciclado, reutilizado, y muy bien estudiado, porque no puedes tirar nada. Me refiero a que la forma de vida tiene que ser circular en todo sentido, donde una cosa alimente a otra.
Haciendo estos ejercicios de sostenibilidad nos damos cuenta de lo mal que lo hacemos en la Tierra. Y, sobre todo, de la urgente necesidad de crear sistemas que sean más de aprovechamiento y circulares. Por mencionar un ejemplo, en algunos hoteles de Barcelona, hay datos que indican que una persona puede llegar a utilizar hasta 300 litros de agua, y nosotras, durante esos 15 días, sobrevivimos con muchísimo menos.
¿Cómo ha sido la experiencia de ‘vivir en Marte’ durante dos semanas?
La experiencia ha sido brutal. Nos ha ido extremadamente bien. Debo mencionar que, durante el experimento, no estuvimos juntas las nueve científicas. Durante estos dos años hemos trabajado online, porque unas estábamos en Barcelona, otra en Francia, y otras en Estados Unidos. Pero el trabajo ha sido maravilloso, muy cansado, pero hemos ‘regresado’ muy contentas.
“Hemos demostrado que se puede vivir con mucha menos agua, y que se puede solucionar el tema del desperdicio”
Insisto, fueron las limitaciones y la recreación de las condiciones de allí lo que nos hizo sentir en ‘Marte’. Retomo el tema del agua porque una experiencia así despierta la sensibilidad por su uso y cuidado. Por ejemplo, reciclábamos la orina. Neus, nuestra compañera, creó unas baterías que se recargaban con ese residuo nuestro, nos proporcionaban luz led con las que pudimos hacer crecer unas semillas que yo aporté, y la verdad es que crecieron muy bien.
Sobre el número de horas en la estación, pues sí que ha sido cansado, además de que tuvimos que regar las plantas del invernadero tres veces al día. También hicimos salidas extravehiculares, y además nos ayudábamos entre todas a vestirnos y desvestirnos. Dormimos pocas horas, pero todo resultó excelente.
La leche la diluimos al máximo y no comimos nada de yogur, y el alcohol estaba prohibido. Sin embargo, vivimos muy bien.
La posibilidad de la vida en otros planetas sigue siendo un tema muy desconocido para mucha gente. ¿Cómo podrían ser los primeros asentamientos humanos en, por ejemplo, el planeta rojo?
Los primeros asentamientos los imaginamos muy sencillos. Tendrían que estar excavados en los cañones, entre las grandes grietas. Y tendrían que estar muy bien protegidos, debido a las hostiles condiciones de Marte. Sin embargo, pese a la sencillez, los imagino cada vez más complejos, y, por supuesto, absolutamente sostenibles y basados en sistemas de reciclaje y circularidad.
Científicos y expertos en el origen de la vida, como el biólogo Antonio Lazcano, han sostenido que la vida en otros planetas no es posible, pese a la existencia de agua o de elementos orgánicos. “Son elementos necesarios para la vida, pero no suficientes”, han dicho. ¿Podríamos los humanos ser ‘la chispa de la vida’ en otros planetas?
Bueno, yo no puedo contestar a si hay vida o no en otros planetas. Esa es una de las grandes preguntas que se ha hecho la humanidad desde siempre. Si nosotros hacemos un asentamiento en otro planeta, ¿eso se podría considerar la chispa de la vida? (risas).
Al respecto, con un proyecto relacionado a Hypathia 1 hemos intentado responder a esa pregunta analizando algunas arenas de Marte. Pero no solo se trata de saber si hay vida o no, también queremos conocer qué tipo de vida existe. Y es que, al final, como bien dice Antonio Lazcano, no por encontrar agua significa que ya exista vida compleja en algún planeta. Por otra parte, siento que se trata de una cuestión filosófica. Me refiero a realmente responder a “¿qué es la vida?”. Y eso es, precisamente, lo que vamos a buscar. Estamos investigando si hay ADN en los compuestos encontrados, aunque durante la búsqueda nos encontremos con otros tipos de vida que no conocemos y que no están basados en el genoma.
Son nueve científicas las que han participado en este proyecto. ¿Cómo cambia esto la narrativa en cuanto a las referencias en la investigación en España (y en el mundo)? ¿Qué estereotipos intenta romper, sobre todo para las carreras STEAM?
Espero que rompa muchos estereotipos. Eso es también parte de nuestro objetivo. Queremos romper las estadísticas que muestran que solo el 20% de las mujeres estudian carreras STEAM. De hecho, sólo 7% de quienes han estado en el espacio son mujeres.
El proyecto Hypathia 1 promueve las carreras científicas, y lo cierto es que queremos que haya muchas más ediciones. Queremos que cada vez más niñas crean que pueden formar parte de investigaciones de esta naturaleza, y que no escuchen a las presiones sociales que les impiden lograrlo.
Pero no solo eso, sino que también queremos dirigirnos a las científicas, para que rompan la idea de que no pueden empoderarse. A mí, por ejemplo, me ha ayudado muchísimo para empoderarme y para seguir mi carrera hacia delante.
Este tipo de proyectos hacen ciencia muy pionera, y eso es bueno porque permiten más espacios para la investigación. Ejemplo de ello es lo que hago yo con la acuicultura, criando peces en condiciones de otros planetas. Queremos, sobre todo, romper el efecto tijera, ese que muestra que muchas mujeres comienzan una carrera científica, pero más tarde muchas la han abandonado. Queremos ver más mujeres en puestos directivos y en postdoctorados.
El año de las familias LGTBI+
"Abrazando la diversidad familiar: iguales en derechos" es el lema elegido este año para la celebración del Orgullo LGTBI+ que tendrá lugar en Madrid el 28 de junio. Un mensaje que busca poner el foco en los diferentes tipos de familia que existen en la actualidad y reivindicar los derechos que todavía quedan por conseguir.
¿España es racista? Radiografía de la discriminación
Se llamaba Lucrecia Pérez. Tenía solo 33 años y cenaba con unos amigos dominicanos en una discoteca de Aravaca, en la periferia de Madrid, cuando recibió dos disparos de un grupo de neonazis que iban buscando “sudacas”. Han pasado ya tres décadas, pero su asesinato marcó un antes y un después en España: fue el primer caso contabilizado de un caso racista.
Además de iniciar una estadística que no ha dejado de crecer desde entonces, supuso la primera vez que la sociedad española se miró a sí misma y se cuestionó si era racista. Una pregunta cuyo eco aún resuena con cada nuevo delito de odio que salta a las noticias. El último, el de Vinicius Jr., el jugador del Real Madrid que ha denunciado los gritos xenófobos que recibió en el estadio de Mestalla por parte de la afición valenciana. “España se conoce como país de racistas”, dijo el jugador brasileño.
Al margen de los encendidos debates que han tenido lugar desde ese partido, lo cierto es que el racismo y la xenofobia representan el primer motivo de delito de odio en España, con un 37% de los casos, por delante de la orientación sexual (27%) y la ideología (18%). Son datos del último ‘Informe sobre la evolución de los delitos de odio’, que realiza cada año el Ministerio de Interior, correspondiente a 2021. En total, ese año se contabilizaron 639 casos de racismo en toda la geografía española, un 68% más que en 2013, cuando hubo 381 hechos conocidos.
Territorialmente, el número de infracciones penales por xenofobia es muy desigual en función de la comunidad autónoma. En 2021, las regiones donde más hechos de este tipo se constataron fueron Euskadi (149), Comunidad de Madrid (125) y Cataluña (81). Donde menos, Extremadura (2), La Rioja (4) y Cantabria (7). Los altos datos de Euskadi corresponden, según el informe, a la formación específica que la Ertzaintza recibe sobre estos delitos y el avance en los análisis cualitativos, lo que les permite identificar más este tipo de infracciones.
Denunciar delitos de odio es aún una tarea complicada en España. El estigma, la sensación de impunidad y el miedo a una contradenuncia (especialmente en personas en situación irregular) provoca que solo el 18,2% de las personas que han experimentado una situación discriminatoria por motivos raciales o étnicos haya presentado alguna queja, reclamación o denuncia, según los resultados de una encuesta del Consejo para la Eliminación de la Discriminación Racial o Étnica (CEDRE).
El racismo representa el primer motivo de delito de odio en España, con un 37% de los casos, por delante de la orientación sexual y la ideología
En los últimos años, se han dado pasos a nivel autonómico, estatal e incluso europeo para corregir o minimizar estos comportamientos discriminatorios y animar a ponerlos en conocimiento de las autoridades. El más importante a nivel nacional ha sido la aprobación de la Ley 15/2022, de 12 de julio, para la igualdad de trato y la no discriminación. Además de reforzar los mecanismos de protección y asistencia a las víctimas, facilitando la denuncia y asegurando la confidencialidad y la protección de su intimidad, establece sanciones y medidas de reparación que amplían los ámbitos de protección más allá del entorno laboral. Desde la aprobación del texto, la educación, la vivienda, los servicios públicos, la sanidad, el acceso a bienes y servicios o la participación política también son considerados ámbitos donde puede darse discriminación.
El entorno laboral ha pasado de ser el primer espacio donde las personas sufren más racismo en 2013, al tercer lugar en 2020, superados por el ámbito de la vivienda y los establecimientos abiertos al público, según datos del CEDRE.
El texto, aprobado el verano pasado por las Cortes, también recoge la posibilidad de establecer acciones positivas para promover la igualdad de oportunidades y corregir desigualdades estructurales, así como la creación de un Observatorio de la Igualdad de Trato y la no Discriminación, un órgano independiente encargado de realizar estudios, análisis y evaluaciones sobre la situación de la igualdad y la no discriminación en España.
El color de piel, principal motivo
El color de piel es el principal motivo porque el que sufren racismo las personas racializadas, con un 55% de los casos, seguido de sus costumbres (38%) y, por último, sus creencias religiosas (33%), según el estudio de CEDRE. Pero a menudo este fenómeno es interseccional ya que “se mezclan estereotipos específicos sobre ciertos grupos de origen, con características personales como el sexo, el nivel educativo o el nivel de ingresos”.
El color de piel es el principal motivo de racismo entre las personas racializadas, con un 55% de los casos
“Las personas que son víctimas del racismo, no lo son por lo que han hecho, si no por lo que son y representan. Alegan que muchas veces la normalización del racismo lleva a asumir que estos hechos son inevitables, dada la supuesta condición intrínseca de las personas gitanas, migradas y racializadas. De alguna forma, aseguran que representa ‘pagar un precio’ por ‘estar aquí'”, explica la organización SOS Racismo, en un informe correspondiente a 2022.
En cuanto a las nacionalidades que más lo sufren, destacan las personas de América del Sur -con un gran peso migratorio en España-, en un 34% de los casos, seguido de África subsahariana (22%) y el Magreb (21%). Las personas migrantes señalan además las diferencias en el trato que ven en función de su origen y rasgos físicos ante las mismas condiciones de llegada a España. “Se hace alusión a la bienvenida en España y en la Unión Europea de las personas ucranianas, en detrimento de otras, que también se ven forzadas a abandonar su hogar por guerras y conflictos bélicos”, explican los autores del estudio de la ONG.
Según SOS Racismo, las entidades públicas son además las que más ejercen la discriminación racista (42%), por delante incluso de particulares (29%) y entidades privadas (26%). Por tipo de discriminación, la denegación de acceso a prestaciones y servicios privados es donde más barreras y dificultades se encuentran las personas que llegan a España. “Experimentan la discriminación dentro de un contexto social, económico y cultural determinado, en donde se construyen y reproducen los privilegios y las desventajas. En ese sentido, son discriminadas no por quiénes son, sino por lo que se piensa que son o representan; es decir, en virtud de la asignación de estereotipos sociales o culturales negativos”, explica la organización.
Cinco mujeres de referencia en la ingeniería actual
Aunque las mujeres han alcanzado ya un merecido protagonismo en el mercado laboral, en algunos sectores persisten brechas considerables: los últimos datos extraídos del Observatorio de la Ingeniería de España, concluyen que de 750.000 ingenieros de todo el país, ellas tan solo representan el 20%. Una infrarrepresentación que comparten otros países de la Unión Europea como Francia (22%), Italia (18%) y Alemania (17%). Además, el Instituto Mujer UNESCO alumbró que tan solo el 29% de los cargos alto-medios dentro del sector tecnológico están ocupados por mujeres.
El Día Internacional de la Mujer en la Ingeniería, que se celebra cada 23 de junio, nos recuerda la urgente necesidad de derribar esas barreras, y nos ofrece la oportunidad de recuperar los logros y contribuciones de miles de ingenieras y reivindicar su papel en los avances científicos y tecnológicos.
Un problema estructural
La falta de mujeres en el mundo de la ingeniería tiene su origen en una problemática estructural que lleva a la invisibilización de las aportaciones de muchas profesionales del sector. Este es uno de los motivos por los que cada año el porcentaje de ingenieras matriculadas es menor, puesto que les faltan referentes que las motiven.
Según la profesora asociada de Comportamiento Organizacional de la Escuela de Posgrado de Negocios de Standford, Adina Sterling, este fenómeno responde, entre muchos otros motivos, a una cuestión cultural. “Los arquetipos culturales como los brogrammers (acrónimo inglés para hacer referencia a los programadores, estereotípicamente masculinos) son problemáticos porque ofrecen un esquema mental de cómo es el ingeniero ideal, una imagen prototípica que no incluye a las mujeres”.
Referentes femeninos
Aunque aún queda mucho camino por recorrer para reducir la brecha, es fundamental señalar y reconocer el trabajo de todas aquellas ingenieras que han conseguido llegar a la cumbre en las profesiones de este sector. Todas ellas empiezan a cambiar las reglas del juego y a demostrar que el talento, en la ingeniería, trasciende los géneros.
Janeth Bonilla
Janeth Bonilla es una ingeniera agropecuaria de la región de Kichwa (Ecuador) que, a través de su trabajo y excelente currículum, ha logrado derribar muchos estereotipos vinculados al hecho de ser mujer e indígena. Actualmente, Bonilla es la Oficial Comercial Agrícola del Banco Pichincha y vicepresidenta de la Fundación Kichwa Institute of Sciencie of Technology (KISTH), donde trabajó en un proyecto dedicado a impulsar la educación científica entre niños y niñas indígenas, y colaboró en el desarrolló de un sistema para cultivar microvegetales en el espacio. Además, ha sido reconocida con galardones de prestigio como el Women that Build Awards.
Tracy Chou
Tracy Chou es una empresaria e ingeniera de software estadounidense conocida sobre todo por su trabajo en la lucha contra el sexismo y defensa de la diversidad e inclusión en el sector tecnológico. Actualmente, es fundadora y directora ejecutiva de la plataforma Block Party, dedicada a proporcionar soluciones a los usuarios en materia de seguridad en línea y lucha contra el acoso online. Chou, que ha trabajado en Facebook, Google y Pinterest, impulsó junto con Github nuevas prácticas digitales, instando a muchas empresas a entregar informes que ilustraran el porcentaje de representación de mujeres en sus estructuras. Además, creó junto con siete compañeras del sector la organización sin ánimo de lucro Project Include, la cual ofrece herramientas y recomendaciones a las empresas sobre diversidad. Su trayectoria ha sido mundialmente reconocida, ha sido incluida en Forbes Tech 30 under 30 y reconocida dentro de los Innovadores Menores de 35 del MIT Technology Review.
Natalia Larrea
Natalia Larrea es una ingeniera aeroespacial española que fue seleccionada por la Mars Society como líder de una misión simulada a Marte junto con siete tripulantes más. La operación se llevó a cabo en el desierto de Utah (Estados Unidos) y allí llevó a cabo diversos proyectos como observaciones astronómicas, estudios sobre la producción de alimentos y técnicas de navegación, etc. Su trayectoria es realmente extensa. Participó en el programa NASA Academy, la primera española en participar en el programa, y ha trabajado en la Agencia Espacial Europea (ESA), dentro del campo de la astronomía, como ingeniera de sistemas en MDA Corporation e investigadora asociada en Ames Research Center de la NASA en el campo de la exploración planetaria. Actualmente, trabaja en Montreal como consultora senior especializada en el sector espacial para Euroconsult. Su nombre acompaña premios y reconocimientos a nivel mundial como haber estado en la lista 35 under 35 del International Institute of Space Commerce (IISC).
Dra. Wiratni Budhijanto
La Dra. Wiratni Budhijanto es ingeniera química y profesora en la Universidad de Gadjah (Indonesia). Budhijanto, junto con otros compañeros, creó un nuevo sistema para tratar las aguas residuales, el cual ha resultado ser diez veces más eficiente que los métodos tradicionales, ya que requiere menos tierra que los sistemas de retención de estanques y no libera gases de efecto invernadero. Este proyecto fue encabezado por la Universidad de Cornell (Nueva York, Estados Unidos). El trabajo de la Dra. Wiratni Budhijanto siempre ha estado dirigido a desarrollar una tecnología en beneficio de la comunidad desde un enfoque multidisciplinar y multisectorial. Gracias a su trabajo, se ha convertido en una figura de gran relevancia y prestigio en el mundo de la ingeniería química.
Cristina Aleixendri
Cristina Aleixendri es ingeniera aeronáutica, cofundadora y COO de bound4blue, una startup dedicada al desarrollo y comercialización de un innovador sistema de propulsión de vela rígida que funciona de forma autónoma. Este nuevo mecanismo no solo permite ahorrar en combustible al utilizar el viento para impulsar las embarcaciones, sino que además reduce las emisiones de dióxido de carbono. A través de su proyecto, Aleixendri ha hecho de la industria náutica un sector más rentable y sostenible. Hasta el momento, ha recibido numerosos reconocimientos como el premio EIT Woman o el galardón a Mujer Ingeniera Excelente 2022 de Talgo. Además, Forbes la incluyó en la lista de los jóvenes más influyentes menores de 30 años.
Cinco documentales sobre sostenibilidad que no te debes perder
En ocasiones, no son los Gobiernos, las manifestaciones multitudinarias o los grandes avances tecnológicos los que accionan el interruptor de un cambio de época, sino la cultura: libros visionarios como El segundo sexo, de Simone de Beauvoir, canciones inspiradoras como Imagine, de John Lenon, u obras desafiantes como el Guernica, de Pablo Picasso, sellaron el fin de una era y abrieron camino a un nuevo futuro. Sobre la revolución ecológica en la que ya estamos inmersos, no cabe duda de que el documental Una verdad incómoda, con el exvicepresidente estadounidense Al Gore al frente, marcó un punto de inflexión. Además de reconocerse la genialidad del metraje con el Oscar al Mejor Documental en 2007, el exvicepresidente recibió también el Premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos para aumentar la conciencia sobre el cambio climático. Las imágenes, la música y, especialmente, las historias que nos llegan a través de los documentales se han consolidado en los últimos años como excepcionales herramientas para conectar a la población con el problema del cambio climático y despertar en la ciudadanía la chispa de la protección ambiental. En este artículo presentamos cinco de estas obras que, cada una desde su ámbito, ya están ayudando a cambiar el mundo:
“Una verdad muy incómoda: ahora o nunca”, dirigida por Bonni Cohen y Jon Shenk
Una década después del impactante documental “Una verdad incómoda”, el exvicepresidente estadounidense y activista medioambiental Al Gore regresa con una secuela que revive las esperanzas en la lucha contra el cambio climático. Dirigida por Bonni Cohen y Jon Shenk, presenta de manera contundente la vigencia de las amenazas que ya advertían y el papel crucial de la acción política y la cooperación internacional en la búsqueda de soluciones efectivas. Con imágenes impactantes y datos actualizados, el documental recuerda que las amenazas señaladas hace una década continúan siendo reales y representan un desafío inmediato para la humanidad.
Video: https://youtu.be/XUGVE0BbjcA
“Antes que sea tarde” (Before the Flood), dirigida por Fisher Stevens
Este documental presentado por el actor Leonardo DiCaprio, reflexiona sobre los efectos del cambio climático en el mundo y la necesidad urgente de tomar medidas. A través de entrevistas a científicos, líderes mundiales y personas afectadas, DiCaprio nos lleva en un viaje revelador que muestra la realidad actual y los desafíos a los que se enfrenta la humanidad. Este documental cuenta con la participación de figuras influyentes como Barack Obama, Bill Clinton, Ban Ki-moon o el Papa Francisco, además de investigadores de la NASA, expertos en conservación forestal y activistas ambientales. La presencia de Leonardo DiCaprio, reconocido tanto por su talento como actor como por su compromiso con la sostenibilidad, aporta un sentido de credibilidad adicional al documental.
Video: https://youtu.be/duYoh8c86c4
“The True Cost”, dirigido por Andrew Morgan
Esta fascinante narración nos sumerge en el mundo de la moda, donde no solo examina la ropa que vestimos, sino también las personas que la fabrican y el impacto que la industria está teniendo en nuestro planeta. A lo largo del tiempo hemos sido testigos de una disminución en el precio de la ropa, pero ¿a costa de qué? Sobre todo, de un aumento drástico de los costes humanos y ambientales. “The True Cost” invita a reflexionar sobre quién realmente paga el precio de nuestra ropa, a través de entrevistas con destacadas personalidades influyentes a nivel mundial como Stella McCartney, Livia Firth o Vandana Shiva. Estas voces nos ayudan a comprender cómo nuestras elecciones de consumo afectan directamente a los trabajadores de la industria textil y al medio ambiente.
Video: https://youtu.be/OaGp5_Sfbss
“Cowspiracy”, dirigido por Kip Andersen y Keegan Kuhn
Este documental nos invita a reflexionar sobre el impacto ambiental de la industria ganadera y los posibles intereses ocultos. Cuenta el viaje de un ecologista en su búsqueda por la solución a los problemas medioambientales más urgentes, destacando la interconexión de la industria ganadera con problemas como la deforestación, la contaminación del agua y las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, nos anima a cuestionar las narrativas predominantes y a buscar información precisa para poder tomar decisiones contrastadas que estén en consonancia con un futuro más sostenible.
Video: https://youtu.be/nV04zyfLyN4
“Besa la tierra: agricultura regenerativa”, dirigida por Joshua Tickell y Rebecca Harrell Tickell
Joshua Tickell y Rebecca Harrell exploran a través de este documental las maravillas de la agricultura regenerativa y revelan cómo el suelo puede desempeñar un papel fundamental en la lucha contra el cambio climático. A través de la participación de expertos, científicos y activistas, se proporciona una visión clara de los factores que han llevado a la degradación del suelo en el último siglo, principalmente debido a la agricultura industrial y al uso generalizado de pesticidas.
Video: https://youtu.be/K3-V1j-zMZw
A través de imágenes impactantes, testimonios conmovedores y análisis profundos, estos documentales nos invitan a reflexionar sobre nuestro papel como individuos y como sociedad en la construcción de un futuro más sostenible.